Nunca sabemos lo que nos depara el futuro. Nunca sabemos en qué momento el amor llegará a nuestras vidas, y con ello, el dominio de nuestro corazón.
Park Jimin, el ser más engreído y caprichoso, además de vanidoso, pues sabía perfectamente de su atr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin, esperaba en el jardín la llegada de Hoseok, después de que Taehyung le informara lo que había sucedido con el señor Jung, el rubio caminaba de un lado a otro mordiendo la uña de sus dedo pulgar, mientras que Taehyung leía un libro haciéndole compañía, el moreno también se sentía preocupado por su amigo y por su novio, pero tenía que mantenerse sereno, su primo era demasiado impaciente y era capaz de ir a buscar al pelirojo así que lo mejor era que él se mantuviera tranquilo para poder controlar al rubio.
De un momento a otro las puertas de la entrada principal se abrieron, dejando entrar el lujoso auto de Jimin manejado por el peliazul.
-¡Ya llegaron, Taehyung!- expresó el rubio dejándose ir hacia donde el auto era estacionado seguido por su primo.
Jimin solo esperó a que el arquitecto bajara del auto y se dejó ir a sus brazos siendo recibido por éste. Hoseok escondió su rostro en el cuello de su prometido aspirando su aroma y sintiendo el calor del contrario, eso le hizo sentir una paz que desde hace horas le hacía falta.
Taehyung y Jungkook se apartaron de ellos dándoles privacidad tomándose de la mano entraron a la mansión.
El rubio deshizo el abrazo mirando el rostro de su novio para besarlo pero sus ojos se abrieron sorprendidos. -¡Mi ángel! ¿Que te pasó? ¿Quién te hizo esto?- exclamó alarmado acunando el rostro ajeno.
-No es nada mi amor, no te preocupes.
-¿Cómo me dices eso? Mírate como estás con esos golpes en tu mejilla y en tu labio.
-Solo son eso golpes leves, Jungkook me examinó dice que no es nada serio con el paso de los días desaparecerá- dijo mostrando una sonrisa algo triste.
El rubio se quedó mirándolo por unos segundos. -¿Quieres hablar de lo que pasó con tu padre? Te noto algo afligido.
Hoseok asintió. -¿Podemos ir a nuestro refugio? quiero estar solo contigo y platicarte todo.
-Esta bien amor, vamos ¿Quieres que pida algo de comer? Seguro que no has probado alimento.
Hoseok negó abrazando a su chico por los hombros. -No tengo apetito ahora, tal vez más tarde.
-Esta bien mi ángel.
Juntos, abrazados caminaron hacia donde estaba su preciado refugio.
Hoseok abrió la puerta dejando pasar primero al rubio quien le brindó una sonrisa, cerrando la puerta tras de si, se abrazo nuevamente a su amado rubio.
