Capítulo extra.

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Ronald West

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Ronald West

     La observé irse en ese maldito avión. Despegó y yo ya no podía hacer nada para detenerla, se había marchado de mi lado. ¿Cómo pudo cambiar tan drásticamente nuestra relación? ¿Por qué carajos no confió en mí? ¿Qué fue lo que hice mal para perderla de esta manera?

     Me sentía derrotado, como si hubiera perdido una batalla importante y de la cual me iba a costar recuperarme.

      Ese beso con Heather fue simplemente actuación, la había usado para llegar a una zona de bestias como parte de mis tareas finales como protector. ¿Por qué ella?, Heather era la única protectora aparte de mí dentro de Baltimore y logré desmantelar otro escondite gracias a ella. Pero los malditos rastreadores me tenían en la mira, sus cámaras estaban por todos lados y me encargué de ellas muy tarde.

     Subí a mi auto y manejé hasta mi casa. Ella estaría en tierras londinenses mañana y yo seguiría aquí en Baltimore todo hecho mierda.

     Al llegar a mi casa miré un Bugatti Veyron inconfundible.

     Aparqué y sentí de inmediato esa irritación cada vez que este hombre se presentaba conmigo. Sin embargo, él demostró... compasión y hasta preocupación cuando yo me encontraba convaleciente y solo esperaba que no se hiciera una idea errónea de mí hacia él.

     Salí del coche al mismo tiempo que él lo hacía, quedamos frente a frente y siendo honesto, no me encontraba de buen humor.

     — ¿Cómo sigues? Desde que saliste del hospital que no te veo, Ronald.

     —Ya me ves —alcé mis brazos—. Estoy totalmente recuperado, ahora vete.

     —Creí que necesitabas... compañía.

     Fruncí el ceño con mis llaves en mi mano y las apreté para controlarme, lo que menos quería era deberle algo a este tipo.

     — ¿Qué? —escupí la pregunta.

     —Gregory Blake me dijo que hoy se fue Aurora a Londres, por un intercambio en su universidad.

     Aparté la mirada de él mientras torcía mis labios. Ella me amaba, no tenía duda y apostaría mi alma al diablo por eso.

     —Fui a verla pero... no quiso quedarse conmigo.

     —Debe de ser muy duro para ti.

     Lo miré y dudé de su inesperada empatía.

     — ¿Y tú desde cuando sabes la sensación que te dejan cuando te abandonan? —le recriminé con un poco de severidad.

     —Ronald, por favor, hijo, quieres hacerte el fuerte pero estás destrozado porque Aurora se fue.

     No quería verlo, le di la espalda y cerré los ojos.

     —Quiero acompañarte, apoyarte.

2º COLISIÓN: para siempre te protegeré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora