Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)

Capitulo 36

Alumbramiento

Pov Hoseok

Ahí estaba yo, observando a Odelia tirada en la cama sufriendo un agonizante dolor, sus expresiones faciales me hacían sentir culpable.

Ella comenzó a dar vueltas en el colchón mientras sus manos protegían su estómago, pronto cayó al suelo luego de tanto movimiento.

Namjoon y Seokjin se encontraban de pie, ambos totalmente desnudos, al igual que Odelia, pero por tanto ajetreo no me importó, estaban preocupados observando sin expresión a la joven retorcida de dolor, parecían ya no estar bajo los efectos de la droga, tal vez por la impresión de lo que veían o el destino lo hizo así.

Ninguno de los tres nos acercamos a ella, había algo que nos mantenia sin poder movernos, una fuerza con la cual ninguno podía luchar. Yo sentía mi cuerpo paralizado, solo lograba mover mis ojos, pero estos parecían no querer apartarse de la ninfa.

Odelia terminó boca arriba apretando sus ojos con fuerza, sus manos y piernas parecían ser agarradas por alguien o algo mucho más fuerte que ella, era como su estuviese atada al suelo.

Su estómago comenzó a temblar, como si algo se resolviera en su interior, noté como su piel empezó a estirarse de sobremanera haciendo que un bulto se formara en su vientre, la blanca y delicada piel de la ninfa se llenó de venas rojas y azules, haciéndome creer que en cualquier momento explotaría.
Sus gritos seguían constantes, cada vez más fuertes y cargados de agonía, imaginaba por el dolor que estaba pasando, mis ojos observaban su sufrimiento sabía que esto sería lo último que ella sentiría. Una manera muy cruel de fallecer, pero aún así no podía hacer nada para salvarla, por más que quisiera, no había vuelta atrás.

Una lágrima logró escaparse de mi ojo izquierdo, verla sufrir de esta manera me hacía sentir realmente mal y culpable.

Al paso de unos minutos más, los cuales parecían ser eternos para mí, sangre espesa comenzó a brotar desde la parte íntima de Odelia, sus gritos fueron mayores y algo parecía asomarse por ahí, lo noté, era la cabeza de un bebé.

Sin saber como lo hice, logré acercarme a ella para ayudar con la llegada de las pequeñas criaturas.

- ¡Traigan una cobija! - Grité con desesperación. - Discúlpame Odelia. -

Susurré mientras introducía ambas manos en su parte íntima para tomar la cabeza del bebé. Jamás había ayudado en un parto y no sabía que hacer, esto salía de mi comprensión, pero aún así di lo mejor de mi para lograrlo.

Una vez que tenía firme la cabeza del pequeño, jalé ligeramente, parecía atorado dentro de ella, pero a la vez sentía como si algo más me ayudara desde dentro de ella, como si estuvieran empujando el pequeño cuerpo, después de todo esto no era un nacimiento común.

Tomé aire y sentí mi frente comenzar a sudar, esto era nuevo para mi, tenia náuseas por ver y tocar tanta sangre, pero logré calmarme, esas criaturas debían nacer.

Pronto un bello bebé salió, era simplemente hermoso, su rostro lleno de tranquilidad me hizo sonreír, este sentir era nuevo para mí.
Los ojitos del diminuto ser se abrieron y lo primero que observó fue mi rostro, sus pupilas eran de un color rojo intenso, me hizo recordar a los ojos de su padre Namjoon, eran idénticos, pero cuando pasaron unos segundos, estos tomaron un color café.

No supe que hacer desde ahí, mi mirada se había perdido al observar al pequeño, sabía que debía protegerlo y que terminaría encariñandome de él.
Seokjin se acercó a mí, estándo ya vestido, haciéndome salir de mi pequeño shock, tenia dos cobijas en sus manos, iba a cubrir a su hijo con ambas, pero justo recordé que había otro pequeño pequeño camino.

- Tápalo solo con una. - Hablé mientras le entregaba a su hijo quien había comenzado a llorar. - Tendrán gemelos. -

Y sin ver la expresión de Jin o Namjoon, volví a Odelia quien no dejaba de gritar, solté un suspiro y noté otra pequeña cabecita asomándose por el mismo lado.
Repetí todo lo que hice con anterioridad y pronto ya tenia en mis brazos al segundo ser.
Al igual que su hermano, este me observó, pero sus ojos no brillaron en rojo, si no, en azul, al igual que los de su padre Seokjin. Era igual de hermoso que el otro pequeño, ambos me hacían querer abrazarlos y cuidarlos.

Pronto Namjoon ya se encontraba cerca cargando a su primogénito en brazos, mientras Jin tapó al segundo con la cobija azul, que conveniente, ambos traían una cobija con el tono que observé en sus ojos.

- Son hermosos. - Susurró Namjoon sin borrar la enorme sonrisa en su rostro, noté de inmediato su felicidad.

Por su lado Jin volteó a ver a Odelia, sus gritos ya habían cesado, sinceramenteme esperabalo peor.

- Debemos ayudarla. - Susurró preocupado intentando acercarse a ella sin soltar a su bebé

- Resguarden a los bebes. - interrumpí haciendo aparecer una cuna de madera bastante espaciosa donde ambos bebés cupieran con comodidad.

Ambos seres dejaron a sus criaturas en la cuna y voltearon a verme, yo me acerqué a la ninfa que yacía tendida en el suelo, teniendo bastante sangre debajo y alrededor de ella, tomé sus signos vitales y negué con la cabeza.

- Está muerta. - Susurré con cierto vacio en mi pecho, a pesar de no conocerla, me sentía mal por haberla acercado a esta dolorosa muerte.

- No, no, no, ella no puede morir, seremos asesinos. - Seokjin comenzó a respirar pesado y con rapidez, notaba su desesperación en su rostro.

- No fue nuestra culpa Seokjin, esa ninfa no soportó dar a luz, no puedes reprocharte por su muerte. - Interrumpió Namjoon mirando a su pareja, quería calmarlo pero no sabía cómo hacerlo.

Un silencio rotundo atacó el lugar, yo me quedé mirando a Odelia, su rostro demostraba dolor profundo y su mirada estaba perdida en el cielo el cual comenzaba a tornarse de un tono morado tal y como estaba en mi visión. Acerqué mi mano a los ojos de la ninfa cerrandolos, mis manos estaban repletas de sangre por lo que terminé manchando su rostro con esta misma.

El silencio en el que estábamos sumergidos fue interrumpido por el llanto de uno de los dos bebés, Jin se acercó de inmediato a la cuna para ver que es lo que ocurrió.

- Ellos se encuentran bien. - Volteó a ver a su pareja quien estaba parado frente a él - Nam... lo logramos... somos padres... - A pesar de estar contento por esto, no podía ocultar su desesperación por la muerte de la ninfa, era muy obvio que le dolía su voz estaba quebradiza y temblorosa.

Pronto cayó de rodillas al suelo llorando en silencio, Nam iba a acercarse pero noté como su mirada se perdió por un instante antes de hablar.

- Chicos... Él ya lo sabe, debemos huir ahora. -  Comentó serio y al instante entendí que se refería a Lucifer. Debíamos hacer algo pronto.

- ¡El pergamino! - Grité y corrí a este tomándolo con manos temblorosas. - Lean la profecía y entenderán todo. -

Ambos chicos se acercaron a mi leyendo las palabras plasmadas en aquel viejo papel. Noté como sus miradas cambiaron a una de preocupación más fuerte que la que de por sí ya tenían.

- Se van a querer alimentar de ellos. - Seokjin miró la cuna y corrió a esta tomando a ambos pequeños, volvió con nosotros y le dio el de la cobija roja a Namjoon.

- Aleysha me dijo que debo escapar durante cuarenta y un años, creo que para proteger a sus hijos. - Solté de una.

Era mucha información la que debian procesar pero no teníamos tiempo de sentarnos a platicarles con calma, sabía que se venía un caos si no me apuraba.