3. el trío del saber

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Mis pies estaban descalzos podía sentir la hierba húmeda y caminaba hasta la iglesia a las afueras del castillo, la iglesia dorada y roja de aspecto antiguo que los primeros Nirellences habían construido para nuestro dios las puertas se abrieron para mí como si me esperaban desde hace tiempo  y caí de rodillas en medio del altar la alfombra roja bajo mis rodillas era de gamusa suave la sensación me reconforto, la sacerdotisa con sus vestidos negros y amplios se acercó a mi, su mano acaricio mi cabello, mis ojos se sintieron húmedos y sabía que estaba perdida, perdida porque no lograba entender lo que mi mente trataba de decirme y tal vez Luzbel podría revelarlo para mí. Mi dios siempre tenía una respuesta, La sacerdotisa me entrego una vela negra que encendí para darme luz, era de noche todo estaba oscuro tanto como mi mente. Cómo es que me había perdido de repente y sin darme cuenta? Sabía que algo estaba pasando o estaba por ocurrir. Pero así me había sentido desde que llegué y apenas tenía un día aqui

— has tu pregunta para nuestro señor y el te responderá— dijo la sacerdotisa con su suave y tranquilizante voz mientras su mano suave acariciaba mi cabello, ella sabía las palabras que tenía que decir, sabía que su cuerpo era un portal para que nuestro dios se comunicará con sus fieles hijos.

—por que puedo mirar todo y a todos pero no ver — susurré. Las lágrimas brotaron de mis ojos no sabía que esto podía afectarme tanto. La mano sobre mi cabeza se sintió más pesada y entonces la voz se torno fuerte, pero no tuve miedo era mi dios que hablaba atraves de su sacerdote.

— tres ojos, tres mujeres que conforman el trío del saber de Nirell, tres originales, pero una mentira  ciega un ojo, los ojos primeros los que siempre han estado ahí no dejan que el tercer ojo se abra tienen miedo a su poder, el tercer ojo siempre puede ver más que los demás. Existe una verdad pero dicha a medias ¿Te han enseñado Basil tu madre y tu abuela todo lo que necesitas saber?

— Ellas dicen que mi mente no soportará tanta información, que mi miedo bloquea el pasado y el futuro, que solo puedo moverme en el presente— mi mirada estaba en la vela y mi tercer ojo cerrado con fuerza, tenía miedo de ver más allá por qué?

— El miedo lo tienen ellas por ti no dejes que se revierta y te nuble  o es que durante tu tiempo en Valid no viste el pasado de Memphis, no viste el pasado de otras guerras?  obligalas a decirte la verdad, pide las marcas que te faltan y yo te las daré, vuélvete el vidente de Nirell y has lo que debes hacer o tienes miedo?

— Y si yo no puedo controlarlo?

— Eres mi hija yo te cree, puedes controlarlo todo, la sangre real dentro de tu cuerpo desea salir y conformar su poder pero no lo hará hasta que no superes tus miedos y hasta que no unas tu carne a otra carne, el acto de la unión te dará las defensas para que tú cuerpo explote el poder de la sangre real que solo puede salir con la comunión del cuerpo y entonces reinaras Nirell

— Pero...

— No dices nunca pero. Y no responderé más preguntas — la sensación de pesadez en la mano desapareció y la vela se apagó, entonces mire a la sacerdotisa.

— Nuestro señor a hablado si necesitas recordar algo vuelve aquí te estaré esperando Basil.

Mi tercer ojo se abrió pero esa sensación solo duró un instante   la oscuridad me envolvió  y mi cuerpo sudado me decían que estaba en Valid.  Me levanté y por alguna razón mi tercer ojo no podía ver y me sentia más ciega que nunca, recordé las palabras de mi dios "el tercer ojo siempre puede ver más que los demás" entonces por qué ya no podía ver? Que me había bloqueado, La frustración me lleno por completo y cuando mi mano acaricio la pared una energía diferente me golpeó, no estaba en Valid estaba en Nirell, pero era un lugar diferente no era el Nirell que abandone hace unos meses era uno nuevo, lleno de una energía oscura que no teníamos en Valid a pesar de la guerra, si mis manos seguían viendo la energía porque mi ojo no? Salí de la habitación las luces del pasillo eran muy tenues, antes no me hubiese molestado pero hoy ciega necesitaba de todo para ver, mi ojo ya no me guiaba, ya no iluminaba el camino para mí, subí a la biblioteca de Nirell la única en el reino, cuando Nirell comenzó no la necesitábamos los videntes contaban historias por todo el reino, pero en cuanto empezaron a agotarse comenzaron a escribir la historia, años de historia e información guardadas en esta biblioteca solo para  no olvidarnos de quién éramos y que hacíamos aquí.

La Reina Albina [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora