El significado de protegerte con mi vida

Capítulo 69: Botín de guerra

"Por fin se ha acabado, hemos ganado, los malvados perros Wen fueron encarcelados".

"Pero son demasiados, no es una solución sostenible, tenemos que pensar en algo".

"Fue Jin Guangyao quien ganó la guerra, él mató a Wen Ruohan, él debería decidir".

"¡No! No fue su victoria, sólo esperó en las sombras hasta que pudo aprovechar su oportunidad, es una serpiente... Fue el clan Qinghe Nie el que lideró la guerra y luchó con los más valientes en las batallas, debería ser él quien decidiera."

"Pero ni siquiera el Líder de la Secta Nie lo había visto venir, cómo las marionetas se detuvieron a medio movimiento y no volvieron a la vida. ¿Qué pasó allí?"

"Tonterías, debe haber sido sólo una coincidencia. He oído que las marionetas cayeron justo cuando el hierro Yin había sido recogido por el Joven Maestro Jin - ¿has oído que tan pronto como había matado a Wen Ruohan, Jin Guanshan lo había aceptado como su hijo e incluso le había otorgado un nuevo nombre?"

"Sí, sí... ¿Pero qué pasa con el hierro Yin? Es demasiado poderoso como para que lo tenga cualquiera; y aparentemente, tampoco puede ser destruido. Quien lo consiga podría convertirse en el próximo Wen Ruohan".

"Bueno, eso es ciertamente preocupante, pero estoy seguro de que las grandes sectas se encargarán de esto. No debemos meter las narices en sus asuntos, nuestras sectas son demasiado pequeñas. Aunque tener el hierro Yin en nuestro poder podría invertir la balanza, no sé tú, pero yo no estoy dispuesto a oponerme a una de ellas ahora mismo. Mejor dejarles las cosas a ellos, como siempre".

"Sí, tienes razón. Deberían solucionarlo. Tal vez acepten tener una pieza cada uno, entonces el equilibrio de poder seguiría siendo el mismo y no tendríamos que temer que otro tirano ascendiera al poder."

"Hmm, bien pensado. Pero sólo hay tres piezas del hierro Yin y cuatro grandes sectas... ¿Cómo lo harían?"

"Es cierto, una pelea está destinada a suceder de una manera u otra, deberíamos acercarnos a la puerta, por si acaso alguien pierde los nervios..."

Jiang Fengmian acababa de llegar a la tienda donde se celebraría la reunión. Ya estaba llena de líderes de sectas menores, a algunos los reconoció, a otros no. No parecían haber reparado en él, y probablemente por eso no tenían ninguna reserva mientras discutían entre ellos. Los líderes de las otras tres grandes sectas aún no habían hecho su entrada.

Jiang Fengmian suspiró un poco aliviado cuando se dio cuenta de que aún no habían empezado. No le importaría demasiado, la secta Yunmeng Jiang no necesitaba ningún botín de guerra, y mucho menos de la secta Qishan Wen, podían conformarse con lo que tenían, al fin y al cabo acababan de terminar la reconstrucción. Estarían bien mientras la familia y la secta fueran fuertes. Sin embargo, le preocupaba mucho que si no participaba en esto, podría encontrarse en una posición incómoda. Sabía de los rumores que circulaban sobre Wei Wuxian, y temía que alguien pudiera sacarlo a relucir durante esta reunión.

Finalmente, después de varios minutos, Lan Xichen, Nie Mingjue y Jin Guanshan entraron seguidos por otra pequeña y discreta figura vestida con los colores de la secta Lanling Jin. El ambiente se volvió inmediatamente más tenso cuando la gente dentro de la tienda guardó silencio en medio de su conversación y todas las cabezas se volvieron hacia los recién llegados.

Jiang Fengmian frunció un poco el ceño, algo no estaba bien aquí. Era cierto que la guerra los había cambiado a todos, pero aun así, apenas podía reconocer a los demás. Nie Mingjue estaba frunciendo el ceño tan ferozmente que algunos de los líderes de las sectas más pequeñas dieron un paso atrás, el horror y el miedo se mezclaron en sus ojos. Estaba claro que algo había disgustado mucho al líder de la secta Qinghe Nie. La expresión de Lan Xichen, aunque controlada, se agrietaba también, y había pena y agotamiento grabados en sus rasgos. Parecía de repente mucho más viejo que su edad real.