ocho (final)

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2020 y 2021, esos fueron los años más especiales de los cuatro años desde que se conocieron, aunque el último solo fue bueno durante el inicio, de igual manera compartieron momentos únicos y primerizos juntos.

Actualmente, en el 2022, compartieron una ducha juntos, por primera vez.

Fueron a la playa juntos, por primera vez.

Hicieron el amor, siendo la primera vez de ambos.

Lumine le cocinaba muchas delicias asiáticas a Childe, y éste las amaba.
Cuidaban juntos a los hermanos menores de Childe, felices.

Ya parecían una familia.

En una ocasión, Childe llevó a Lumine a una tienda sin decirle nada antes, y luego salió de ella con una cajita pequeña, de donde sacó un anillo precioso y se arrodilló frente a ella, jugueteando y pidiéndole matrimonio.
Lumine se rió y aunque le rechazó, de igual forma se puso el anillo.

Sin embargo, Lumine se moría cada vez más por dentro, estaba viviendo en modo automático, ya no era ella misma, no se reconocía. Lo único que pensaba era que quería morir al día siguiente, cada día donde se despertaba era más doloroso que el otro, y Childe no sabía que hacer, de cierta forma, comenzó a pensar de que no había nada que él pudiera hacer más que estar a su lado hasta el final.
Childe sufría mucho por eso.

También sufría cuando a Lumine le daban esas crisis, que por cierto, cada vez le daban más seguido, ella se volvía violenta, le agarraba del pelo, lo insultaba, le decía que era una basura en resumidas cuentas.

Pero él seguía ahí, aguantando todo por amor.
El problema es que Childe creía que ese monstruo seguía siendo Lumine, por eso resistía todo.

Una vez, en una discusión, Lumine agarró el collar que ella misma le regaló la primera vez que se vieron y lo rompió, en frente de él, Childe comenzo a llorar sin ocultarlo, ya que eso tenía mucho valor sentimental para él.
Aunque cuando Lumine lo vio llorar, se le acercó arrepentida y lo abrazó, haciendo que llorara en sus brazos.

También hubo una vez donde Lumine agarró uno de los anillos que Childe le dio, y en un ataque de ira lo lanzó con fuerza al suelo, haciendo que se rompiera por completo. Esa vez también lloró sin poder ocultarlo.

Lumine necesitaba ayuda, pero, ¿cómo se la podía brindar?

Ese año, Childe se había cambiado al instituto de Lumine para ser compañeros y brindarse apoyo mutuo. Pero todo se derrumbó cuando Lumine se empezó a interesar en un chico de su nuevo salón en el instituto, y Childe se dio cuenta. De cierta forma, eso le rompió el corazón, otra vez, porque aunque sabía que ella y él ya no eran nada, la seguía amando como el primer día.

—Childe, creo que me estoy enamorando de él —le dijo, con una sonrisa en la cara.

Otra vez, sintió su corazón haciéndose añicos por milésima vez, sólo que ahora ocultó sus lágrimas.

Desde ese día, se mentalizó a si mismo, con que tendría que dejar de amarla, porque sino, él sufriría y mucho.

"Childe, pase lo que pase, prométeme que no me dejarás sola"

"—...Lo prometo."

En la semana que vino, Lumine solo fue el lunes y faltó casi todos los días restantes dado que cogió un resfriado. Además, el domingo en la noche le dieron la noticia de que falleció un amigo muy importante para ella, por lo que se deprimió y eso empeoró su resfriado.
Childe siguió yendo todos los días, y en esa semana, habló bastante con una chica. Su nombre era Keching, y en tan sólo tres días, se hicieron muy cercanos. Aprovechó todos esos días para estar solo con ella, y sentía como si hubiesen sido amigos de toda la vida, y de alguna forma, le empezó a gustar.

El día viernes fue cuando Lumine regresó, se hizo el ánimo ya que ese día era el cumpleaños de Tartaglia, y ella planeó todo lo que harían en el día, incluso llevaba el regalo que le prometió hace unos meses atrás. Sin embargo, para Childe ya no era lo mismo, ahora sólo quería estar con Keching, y así fue.
Lumine se dio cuenta inmediatamente que la habían reemplazado (literalmente, Childe la recibió diciéndole que ya no la quería como antes, y ahora toda su atención era para Keching, y a ella la ignoraba por completo) y no pudo evitar sentirse mal todo el día, incluso llegó a llorar.

El mayor miedo de Lumine, era el dolor.
Había sufrido tanto, casi toda su vida, que cada vez que sentía esa sensación de dolor en el pecho, se exhasperaba pero a la vez, reaccionaba.
Esos días que faltó, Lumine se había dado cuenta que en realidad nunca se empezó a enamorar de otro, sino que siempre lo amó a él, a Childe. Sólo tenía miedo de que las cosas volvieran a salir mal. Ella se deprimió bastante, porque esperaba que por lo menos Childe la fuera a visitar como lo hacía antes, para ver cómo estaba su estado de salud o por lo menos para darle el pésame, pero fue inútil, Childe no fue jamás.

Sentía como si hubiese despertado desde el día justo después de terminar, ya que el dolor que sentía en su pecho la había hecho volver a la realidad.

Le confeso llorando su amor a Childe.

—E-en realidad siempre te amé, sólo que mi pasado me consumió y me transformó en otra persona Childe... esa no era yo, ¡ahora soy yo! volví, bebé... soy yo, la Lumine que tú amabas...

Sin embargo, ya era muy tarde.

—Lo siento, pero ya no te quiero como antes.

Ahí estaba de nuevo, el dolor multiplicado por ocho en su pecho, haciendo que no dejara de llorar.

—Ahora entiendo lo que querías decir cuando me pedías que fueramos amigos.

—No... ¿Por qué? ¡Cuando yo te lo pedí nunca hiciste nada para evitarlo, te lo pedí muchas veces y nunca hiciste nada! ¿Pero ahora me lo pides tú y si o sí tengo que hacerlo? ¡No es justo!

Tartaglia estaba muy disgustado, de cierta forma, le irritaba ver a Lumine llorando sin parar, y en la escuela.

—Dios... estamos perdiendo clase.

Lumine estaba sorprendida y dolida, en el fondo sabía que algún dia Childe se aburriría de ella y se iría, pero nunca esperó que la olvidara tan rápido, y en una semana que fue muy dura para ella.

—Tartaglia, por favor, discúlpame por todo lo que te hice, por todo el daño, de verdad lo siento, pero te amo demasiado, por f-favor, dame una oportunidad. Te juro que haré las cosas bien, empezaremos desde cero, todo será mejor-

Tartaglia sonrió irónicamente, y le dijo.

—Somos muy jóvenes aún, Lumine, tal vez en un futuro nos volvamos a reencontrar, pero por ahora, no me gusta nadie y no quiero estar con nadie.

040422 [chilumi;au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora