La maldición
Pov Namjoon
Hoseok acababa de irse y el portal se volvió a cerrar, el ambiente se sentía pesado, se notaba como Lucifer era el más molesto en el lugar, soltó un fuerte grito y luego se dirigió a mi.
- ¡No puedo creerlo Asmodeo! - Su voz era realmente alta, noté de inmediato que estaba a punto de explotar. - Te di la maldita confianza. - Poco a poco iba avanzando en mi dirección. Sus ojos ardían en odio. - No podré reabrir el portal... yo iba a alimentarme de los gemelos, sería el maldito amo de los siete mundos y ahora lo arruinaste. -
Su rostro comenzó a transformarse, aquellas lindas facciones que solía tener, fueron reemplazadas por su verdadera forma, sus ojos se encendieron en un amarillo incandescente, sus pómulos se pronunciaron y su piel fue consumida convirtiéndose en un tono gris, pareciendo tener lava dentro de su cráneo, ya que en ciertos espacios brillaba, tal y como un volcán a punto de hacer erupción. Sus dientes fueron transformados por colmillos realmente filosos, al doble de su tamaño típico. Y aquella nariz desapareció, dejando solo dos huecos en su lugar.
Jamás lo había visto en su forma natural, Lilith me llegó a comentar en alguna ocasión que sólo tomaba esta forma cuando algo realmente lo molestaba, la última vez que lució de esta manera fue cuando peleó con Drácula, quien, por su lado, también se estaba acercando pero este iba en dirección a su hijo, no decía nada, parecía que con la simple mirada lograba decir todo.
- ¿Y ahora que Asmodeo? - Su voz cambió drasticamente siendo ahora la misma voz digna del terror de cualquiera, voz de inframundo. - No dejaré que tus hijos vivan plácidamente, deben sufrir. -
Seokjin ignoró por completo a su padre y volteó a ver a Lucifer.
- Con mis hijos no te metes imbecil. - Gritó el a punto de abalanzarse contra Jackson, pero rápidamente lo tomé de sus brazos inmovilizandolo.
Aunque quisiéramos hacerle algo, no podríamos ni dejarle un rasguño, por algo era el principal y jefe de todos los demonios, era tan fuerte como un dios, pero llevando su poder a lo malvado gracias a tanto rencor y odio que había dentro de sí.
- Suéltame ahora mismo. - Gritó mi pareja mientras forcejeaba.
- Hoseok los cuidará. - Susurréen su oído. - Lo que haga no podrá dañarlos tanto... pero si tu te acercas, podrá matarte y de todos modos le hará algo a nuestros hijos. -
Pronto Jin se calmó un poco, pero aún así no lo solté, sabía a la perfección que podría hacer algo tonto.
- El gran rayo cae de día maldiciendo a los idénticos. - Comenzó a hablar Lucifer mirando hacia el cielo, lo sabía, sabía lo que venía... una maldición con la que mis hijos tendrían que cargar, pero no había nada que yo pudiera hacer para prevenirlo. - La maldad reinará en sus almas, pecarán y harán pecar a otros, atraerán más almas al poder del dios oscuro, manchandolas de odio y repulsión por la sociedad. Amarán profundamente, entregarán y darán todo por esa persona, provocando que estas dos almas se unan a las suyas, cuatro seres destinados al mal. Estarán unidos a la vileza por el resto de sus días obligándolos a volver a su mundo natal. Entregaran el corazón a Lucifer y trabajarán bajo el poder de los nueve Príncipes Infernales. -
- Escoria.- Gritó Jin lográndose zafar de mi agarre.
En un fuerte impulso corrió a Lucifer con la intención de atacarlo, pero su padre se interpuso, jalando del brazo para atraerlo consigo.
- Un demonio Seokjin, ¿enserio? De todas las jodidas especies que existen, ¿decidiste meterte con un demonio? - Este hombre no parecía estar tan enojado como Lucifer, en cambio se notaba la decepción en su rostro. - ¿No pudiste buscar algo mejor para tu vida? Tu solo te condenaste a la miseria, nos vamos a casa. -
- ¿Perdone? - Interrumpí con molestia acercándome a él y tomando a Jin de su otro brazo. - Que Seokjin no haya querido seguir con su estúpida forma de odiarnos, no es su culpa, al contrario habla bien de él, demostrando que es mucho más hombre que usted. Y no, Jin no volverá a vivir cerca suyo, yo me encargaré de darle todo aquello que usted jamás pudo. - La rabia comenzaba a aflorar desde dentro mío.
Sin decir más desaparecí de aquel lugar, llevándome a Jin conmigo. Pronto nos encontrabamos en la cabaña escondida de Hoseok.
Una vez ahí escuché un fuerte sollozo, al mirar a mi pareja noté como este no dejaba de llorar por lo cual lo rodeé con mis brazos.
- Estaremos bien. - Susurré con la voz más calmada y protectora que pude. - Tenemos las cosas de Hobi, pociones, libros de hechicería y demás artefactos. Viviremos tranquilos, solo por cuarenta y un años... volveremos a ver a nuestros hijos. -
- No quiero perderlos. - Susurró Jin aferrándose a mi cuerpo.
- Y no lo haremos, Hoseok sabe lo que hace, Aleysha confió en él, nosotros debemos hacerlo también. -
El silencio reinó en el lugar, ahora debíamos encargarnos de proteger al mundo.
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Narrador omnisciente
En cuanto aquellos dos seres habían desaparecido de lugar, Lucifer y Drácula se miraron, llevaban demasiados años sin volver a verse.
- Volviendo a tu forma original, que difícil ha de ser tener que vivir a base de un rostro que no es tuyo. - Se burló Drácula quien mantenia su ego bastante alto.
- Tu hijo manchó la mente de mi Noveno Príncipe Infernal. - Jackson miró con odio al vampiro quien seguía con su sonrisa burlona hasta que escuchó aquellas palabras.
- Que no se te olvide que también es tu hijo. -
- Tu lo educaste así, si hubieras permitido que me lo llevara, esto jamás hubiera ocurrido. -
Estas palabras pronunciadas por Lucifer solo causaron que Drácula se molestara al recordar todo lo vivido años atrás.
- Protegí a mi hijo, quien sabe que atrocidad pudiste haber cometido con el, como cuando mataste a mi mujer. - El odio comenzaba a recorrer sus venas.
Se venía una pelea, todos lo sentían y estaban listos para defender a sus respectivos líderes.
Lucifer avanzó más hacia aquel vampiro con la intención de atacar, pero pronto Samael, la mano derecha de Lucifer, se acercó a él deteniéndolo.- No vale la pena, no repitas la misma historia. - Comentó serio mirando fijamente a su amigo quien soltó un suspiro y negó con su cabeza.
- Algún día tus nietos volverán, y tanto ellos como tu hijo estarán de mi lado... y para ese entonces espero verte muerto. -
Fueron las últimas palabras pronunciadas antes de desaparecer, siendo seguido por todos los demonios que lo habían acompañado.
Drácula, por su parte, soltó un grito de frustración, golpeó una de las enormes piedras del lugar, provocando que esta se cuarteara a causa de su gran fuerza. Y sin más se fue de aquel lugar.
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Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)
FanficEn un cosmos lleno de seres mitológicos, comisionados de hacer funcionar todo desde sus respectivos lugares con la única regla de no relacionarse con especies contrarias, yacen dos seres, Namjoon un demonio y Seokjin un vampiro. Ambos perteneciente...