I

2.3K 240 197
                                    

"Hasta que no estés apunto de perder lo que te llena de inmensa alegría, nunca sabrás lo que vale la felicidad"

En un mundo y época donde amar a personas del mismo sexo es un delito y esta mal visto por todos, no se puede ser feliz, es estar en tiempos y momentos incorrectos.

Faltaban solo unos días para la gran coronación del próximo príncipe heredero al trono, Han Jisung. Un hermoso jóven con un potencial espectacular, un futuro maravilloso y más que prometedor, más que todo muchas princesas de múltiples reinos interesadas en él.

Sin embargo no todo es un cuento de hadas como suelen relatar aquellos hermosos libros en las enormes bibliotecas, no. Todo era cada vez más duro en la vida real, nada era lo que parecía.

Aquel hermoso y delicado príncipe era la prueba viviente de que no se puede tener todo en la vida aun perteneciendo a la realeza, no, solo se puede desear tener aquello, no obstante es algo que no se puede obtener.

-¡Sueltame padre!- pedia entre suplicas y gritos aquel hermoso y pequeño jóven.

-¡¡Eres una escoria!!- el rey abofeteo a su hijo haciendo que su pequeño cuerpo golpeara contra la pared, entre lágrimas y gritos le pedia que se detuviera, pero no cedía. -¡¡Como puedes decir tal estupidez!!- pateo su estomago, Jisung se retorcio en el suelo por el dolor.

-No pedí ser así...padre- un hilo de sangre salia de sus labios que ahora llevaban una abertura por los constantes golpes.

-No. me llames. asi- señaló el rey con asco, lo miró de arriba hacia abajo, se acerco al menor y lo tomó del cabello haciendo que su frágil cuerpo se levantará del suelo. El menor tuvo que dejar que su progenitor, el rey. Dejara que lo maltratara de tal manera, quizás si hacia algo para defenderse lo mataria, habia mucho por que vivir y él no queria acabar de esa manera.

-Lo siento...- estaba apuntó de caer desmayado, minutos eternos de golpes lo dejan sin energia a cualquiera que lo viviera.

-Si tu madre estuviese aquí, estaría muy decepcionada de ti- atacó el rey, lanzó a Jisung nuevamente contra la pared del enorme castillo.

-No metas a mi madre en esto...ella no seri...

El rey no espero que su hijo terminase de hablar, cuando en ese momento tomó un frasco de su cajón, caminó hasta su hijo tomandolo de las mejillas y habló:

-Me da asco que el próximo heredero al trono sea un maldito enfermo que le gusten las personas de su mismo sexo, eso es asqueroso al igual que tu- apretó con mucha fuerza la mandíbula de su hijo haciendo que este abriese sus labios.- No permitiré que el reino se entere que su próximo gobernante es un maldito enfermo de la cabeza que siente atracción por un hombre- los ojos del menor se cristalizaban, pero ya no tenía fuerzas para recriminar algo, quizas si era su momento. Ya no podia amar tanto como él quisiera.

-Perdoname...- una última oportunidad...solo una pedia.

El rey levantó su mentón manteniendo su ceño fruncido.

-Te prohíbo que pienses en otro hombre de manera amorosa, te prohíbo ver a un hombre, te prohíbo siquiera respirar cerca de un maldito hombre- apretó su mandibula- ¡¿Entendiste?!-

Sin embargo el menor no respondió mientras mantenia su cabeza gacha.

-Padre...por fav...

El rey con furia latente en su corazón, su sangre hirviendo en irá. Destapo el frasco de ácido dándole una última mirada asqueada a su hijo.

-No puedo matarte por qué no tendría quien gobernara cuando yo muera, solo haré que pierdas tu voz para que nadie sea capaz de escuchar la estupidez que tienes en tu cabeza, enfermaras al reino. -

𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝒔𝒊𝒏 𝒗𝒐𝒛 [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora