3: "Día 2"

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Me niego a hacer está maldita estupidez, es algo que no va conmigo.

¿Por qué estoy aquí parada frente a Florence?

-Te queda bien ese color- dice mi amiga.

-¡¿Qué carajos hacemos aquí?!- preguntó enfadada.

- No tienes nada de ropa para esta noche.

-No es una maldita graduación.

-Si fuera una maldita graduación te vestirías con tu maldita camiseta de Harry Potter, tu anillo de 9 3/4, pantalón negro y Converse negros- dice-. Un cambio no hace daño.

Estamos en una tienda de ropa, traigo una maldita blusa de color rosa fosforescente, una falda de mezclilla y unas sandalias ¡Unas sandalias! Yo no uso esa mierda, en mi vida me he puesto sandalias. Ni cuando se graduó mi hermana de la preparatoria use unas sandalias.

¡Me rehusó!

-¡No es un maldito cambio! ¡Es invadir el cuerpo de otra persona!

-¿Cuál persona? ¿La tú de hace 3 años?- me pregunta con una ceja encarnada.

Me quedé sin palabras. Y es que tiene razón, soy muy diferente a como era hace 3 años.

-¡No uses eso en mi contra! Perra- me defiendo.

-Da igual. Amelia, no puedes seguir vistiendo toda tu vida con lo mismo... algún día tus gustos cambiarán, de mi te acuerdas- dice muy segura.

-Sí como no, eso nunca va a pasar- está muy equivocada.

Nunca sucederá eso, es estúpido que mis gustos cambien. Me gusta como me visto, me siento tranquila como me gusto, seré como la típica amiga amargada, problemática pero a la vez reservada que vestirá de negro toda su miserable vida.

-A parte mis gustos no han cambiado.

-¡¿Qué no ha cambiado?!- se ríe a carcajadas-. A mí solo me gustan los chicos inteligentes, reservados que no se están alardeando de su patética vida de popular o de famoso de la escuela- dice con la voz medio aguda-. ¿Me vas a negar que no te gustó Adriel?

Mierda.

-¡Claro que no me gustó!- es una pésima idea, solo se me hizo atractivo, no me gustó para nada.

-Aja y yo me chupó el dedo- dice.

-Pues a veces si lo haces.

-Es en sentido figurado, zorra.

-Pues figurado o literal, no me gusta Adriel. Fin de la discusión.

Es lo último que digo ya que me doy la media vuelta para ir al vestidor y quitarme está asquerosidad de ropa.
Cuando salgo le dejo la ropa a la del mostrador, pero tengo que llevarme algo para está noche, en cierta parte Florence tiene razón, no tengo nada más que dos camisas de color gris con el estampado de Harry Potter y lo último que quiero es que se manchen de algo. Por eso desde que puse el pie en esta tienda me llamó mucho la atención una blusa negra de manga corta, la tomo para ir al vestidor.
Me llega arriba del ombligo, pero me gusta como se ve. Es de manga corta y de cuello medio de tortuga... me la voy a llevar.

Salgo de nuevo, voy al mostrador de nuevo y mi amiga se me queda viendo.

-¿Qué?- preguntó extrañada.

-¿Quién eres?- cuestiona.

-Tu amiga.

-No aceptaste mi blusa color rosa que te queda abajo del ombligo y es muy amplia como te gusta, ¿Pero agarras una maldita blusa tipo crop top?- dice casi como si estuviera insultándola.

La Semana De AmeliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora