¿Cómo es que sigo vivo? Eso pasaba por la mente del de ropas moradas quien abrazaba el brazo de su pareja dormida, su hijo no había despertado, por lo que no lo molestaría. Miraba a su amado acariciando su pecho delicadamente rogándole en silencio que despertara de la nada, o de una señal de que sigue con él que no sea su respiración o el sonido de la máquina que monitoreaba su pulso, pero ya sabía la respuesta que obtendría.
El día en que volvería a su vida normal, llegó. Volviendo a casa junto a su querida criatura, había vuelto cansado, pero no era momento de descansar, tenía que buscar niñera para antes de volver al trabajo. Gracias a su amigo de bata blanca quien le ayudó a reconstruir su teléfono, buscó alguna niñera mientras mecía en brazos al pequeño quien lloraba sin razón.
Cuando encontró a la indicada evidentemente contactó con ella y procedió llamar a su jefe para avisarle que ya estaba listo para volver.
Su vida era como lo esperaba, intranquila y con ansiedad todo el tiempo, además de que solo era trabajo para él.
Debido a la situación, el pequeño Lurro crecía sin la presencia de su madre, lo hacía sentirse solo todo el tiempo.
De hecho, el stripper lo único que quería era estar al lado de su retoño, lo mataba por dentro no poder estar a su lado a excepción de las noches que era cuando estaba dormido, no quería hacerle falta a su bebé, así como le hace falta su amado, pero no podía dejar de lado del trabajo sin que le bajaran el sueldo o lo despidieran.
Pasaron cosas que no son relevantes para contar, Lurro empezó el kínder, mientras vaya, el lujurioso trabajaba.
Una noche volvió como siempre del trabajo, le pagó a la niñera y se acercó para ver al menor descansando en la cama, lo único que agradecía de la situación, era que la cuidadora fuera buena y de fiar. Le dio un beso en la mejilla para arroparlo con amor y se cambió de ropa para poder dormir, lo que hizo que pasara por la cocina donde en el frigobar se encontrara un dibujo donde se notaba que había hecho de tarea en la escuela.
Se acercó para contemplar aquella pequeña obra, pero solo hizo que su alma se sintiera oprimida por la tristeza, tanto que se llevó sus manos al pecho apretando sus ropas y dejando caer pequeñas gotas de lágrimas de sus pómulos. Decía "Trabajo de Lurro- Familia", se había dibujado a él mismo con una cara triste, el lujurioso fue dibujado alejado de él y junto a este, su padre quien tenía las cuencas cerradas y unos rayones que eran algo parecidos a un cuadrado, representando a las maquinas que mantenían con vida a su padre.
No pudo evitar ir hacia su pequeño para acostarse a dormir con él abrazándolo con cariño y con cuidado, trató de callar sus lloriqueos por si despertaba, necesitaba abrazarlo, tenía que decirle de alguna forma que lamentaba tener que trabajar para poder ganar dinero.
Lurro: *Despierta confundido tallando su ojo* ¿M-Mami?
Lust: *Se separa un poco del abrazo para verlo terminando de limpiarse* O-Oh, lo siento cariño, es que no te vi en todo el día. Siento despertarte.
Lurro: ... Te extrañé mami. *Lo mira triste y lo abraza*.
Lust: Je lo sé, pero necesito trabajar, para poder comprarte tus juguetes, tu ropita, tu comida. También necesito que nos cambiemos de hogar, para que puedas jugar más a gusto y puedas tener tu cuartito para ti je *dijo con una sonrisa ocultando su dolor y acariciar la cabeza del pequeño*.
Lurro: *Se hunde en el pecho del lujurioso ocultando sus ganas de llorar* Pero y-yo no quiero juguetes, no quiero ropa, no quiero comida. Te quiero a ti m-mami... *Se aferró con más fuerza*.
Lust: *Suspira para calmar sus ganas de llorar frente a él y lo abraza con la misma intensidad sin lastimarlo* Lo sé, lo lamento. Pero si falto al trabajo no tendremos nada.
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"Dos muertos de hambre" Horror x Lust
FanficAlguien loco y "malo" ¿Acabaría teniendo sentimientos por alguien como un stripper sin razón de existencia más que ser simple eso? Tal vez el amor surja, pero ¿Qué tan difícil será salir de una mala situación? ¿Acabarán bien? ¿Será amor real o solo...