EL MEJOR PAPÁ DEL MUNDO (GoNana-NanaGo)

6. El mejor cocinero del mundo.

Itadori estaba muy feliz, las vacaciones de su papá Nanamin eran ya una realidad y no solo eso, Megumi-chan, Tsumiki-chan y él tendrían la mejor pijamada del mundo.

Megumi preguntó ¿Qué habría de comer? Yuji no supo que contestarle, así que le preguntó su comida favorita a lo que respondió.

-Cualquiera, solo que cocine tu papá.

-¡Oh!

Por otro lado Megumi llegó muy feliz, el día después de aquella pelea con su... digo, con Gojo, este accedió a dar permiso a ir, a ambos niños. El inconveniente era que no los dejaría solos, él también pidió vacaciones por unos días y así podía estar con ellos ese fin de semana... 

-¡No!- grito Megumi destrozado.

-¿No qué?- preguntó más divertido Gojo que furioso por la reacción de su pequeño. En cambio mirando de reojo a Tsumiki se sintió ciertamente incomodo y devastado, la pobre estaba tan pálida.

Para todos, menos para Yuji, esa pijamada resultaba un desastre total más que una compensación de amistad o el inicio de una relación paternal...Todo apuntaba a que no saldrían bien librados las dos familias.

Pero al menos Satoru no cocinaría, y sabían que Nanami era de buen corazón, seguramente les daría provisiones por un año o más. 

-Ojalá fuera para toda la vida.- sonrió Megumi luego del bochornoso momento familiar, era hora de empacar una mochila, poner películas y pijamas, tal vez un libro o una lata de broma (Seguro que se alterará- pensó el albino.)

Y así, se prepararon, irían a las 3:00 pm donde Yuji y Nanami los esperaban en esos edificios cercanos al centro. Gojo también se sorprendió, aparte de apuesto, ser muscularmente más grande y más responsable era "rico." Tsumiki también se sorprendió de ambos, pues Yuji y su padre le ayudaron con su mochila, le abrieron la puerta como caballeros, dejaban que pasara primero... se sentía como toda una princesa. 

Subieron por elevador, los tres estaban encantados y más cuando llegaron. Al entrar todo estaba limpio, abierto, cálido, fresco, había una enorme televisión, muchos libros, una enorme cocina, un techo con ventilador y en fin, muchas cosas tan bonitas y arregladas.

-¿Y qué habrá para comer?- preguntó Megumi-chan a su amigo en voz baja, si bien, la presencia de Nanami era intimidante este se veía que era muy amable con ellos, con ellos menos con Gojo.

-Bueno Megumi-chan, no supimos que hacer para ti.

-¿Para mi?- el pequeño se sonrojo.

-¿Qué quieres comer?- le preguntó Nanami

-Ah, ah...yo...¿qué quiero?- el pelinegro solo miro al rubio que pesé a tener una mirada cansada no dejaba de sonreírle.-Yo...quiero...

-Yo quiero pasta.- se adelantó su hermana.

-Yo quiero...- murmuro el pequeño y un pensamiento fugaz paso por su mente, ojalá Nanami fuera su padre.

-¡Él quiere ayudarte a cocinar papá!- y con emoción Yuji empujo a Megumi a la cocina.-¡Gojo-san, usted también!- fue por el mayor que veía con celos la escena entre su pequeño y ese otro padre que no era él.

Nanami comenzó a acomodar y ordenar aquello que necesitaba, mientras que Gojo comenzó a inspeccionar todo... muy buen cocinero podría ser ese Kento...pero el albino tenía un don que muchos tienen, pero quizá él era el rey...el rey de la molestia e intolerancia, ni el más paciente podría con alguien así.

-Si yo puedo ayudarte.- comenzó diciendo muy amable.-Tal vez aprenda algo.

Yuji estaba muy feliz, pero los 4 sabían que vendría el desastre.