Provócame otra vez [Vkook]

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◇Kim Taehyung◇

Estaba en mi auto, dirigiéndome a comprar un par de cosas para el casino, necesitaba buscar unas alfombras bastante elegantes y ordenar varias cajas de vino, la gente lo compraba mucho, y también le compraría un regalo a mi madre, mañana cumpliría años, y por supuesto, tendría que celebrarlo junto a ella de la mejor manera.

—Sr. Kim.—dijo el dependiente de la floristería haciéndo una reverencia al verme bajar del auto

—Hola.—contesté con amabilidad

—¿Qué se le ofrece el día de hoy?—cuestionó—, hoy llegaron tulipánes, y girasoles.

—Quiero que hagan el mejor arreglo de todos, el más costoso.—sonreí—, acompáñame por favor.

El chico me siguió, entramos al local y observé mi alredor, me recosté al mostrador y saludé a la Sra. Moon.

—Hola, Sra. Moon, ¿Cómo ha estado?—me quité las gafas de sol con una sonrisa ámplia

Había podido observar con el tiempo, que tal vez le atraía a la sra. Moon, porque siempre que llegaba sus mejillas se tornaban más rojizas y no paraba de sonreír

—¡Sr. Kim!—dijo al verme—, ¡que gusto verlo!

—Hoy vengo para que hagan un gran arreglo de flores y un oso de felpa para mi madre, le encantan mucho.—sonreí un poco

—Claro, por supuesto, ¿puede anotarme su pedido?—cuestionó dándome un cuaderno

Luego de haberlo anotado me retiré del lugar, vendría más tarde a recorger el pedido.

《Hoy será una noche espléndida》pensé mientras manejaba camino a recoger las alfombras que había comprado

[...]

—Buenas tardes, Sr. Kim.—saludó el hombre del viñedo

—Buenas tardes, Sr. Louis.—respondí bajando del auto

—¿En qué puedo ayudarle?

—Vengo a comprar unas cuantas cajas de Vino.—acoté acomodándo mi cabello

—Claro, ¿cuántas va a querer?—cuestionó

—Unas quince.

—Serían mil quinientos dólares. ¿Efectivo o tarjeta?

—efectivo.—conté el dinero y le dí la cantidad acordada al sujeto

—Mi empleado llevará el encargo ahora mismo a su casino, ¿le parece bien?

—Más que perfecto.—sonreí satisfecho—, un gusto hacer negocios Sr. Louis.

—lo mismo digo.

Subí a mi auto, lo encendí, y me fuí a mi casa; un penhouse en el centro de Seúl, bastante espacioso y cómodo. Muy llamativo, cabe añadir.

Tenía que alistarme para ir al casino más tarde, hoy sería una noche especial, mi madre iría al casino junto a mi padre y yo, familiares cercanos y amigos también irían, además de los clientes que llegasen hoy. Así que tendría que verme tan formal como para conocer al presidente de Corea del Sur.

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Luego de tomar una ducha, me puse un smoking negro, con una corbata del mismo color, junto a una camisa blanca debajo, peiné mi cabello elegante y natural, junto a una colonia bastante masculina, un reloj de accesorio y una correa que ajustaba mi cadera.