Primer día de clases.
RIIIIIIIIIING! RIIIIIIIIIING!
El horrible sonido del despertador inunda la habitación de Lyra a las 6 de la mañana, como solía hacer cada día lectivo de instituto. Hoy es 10 de septiembre, primer día de primero de Bachillerato. Su cabello oscuro, con alguna que otra mecha azulada, se enredaba cada vez que ella se levantaba de su tranquilo sueño y sus ojos eran orbes oscuros con brillos azules.
La chica se despierta, en su rostro se ve una expresión cansada y sin ganas de levantarse de su cómoda cama y salir al exterior para tomar el tren que la lleva todos los días al instituto. Lyra se levanta y va al baño, se cambia a su uniforme azulado con algunos toques negros, una corbata turquesa y unos zapatos negros. Ella piensa que los colores son aburridos, dignos de cualquier escuela genérica de su ciudad. Seguidamente se peina y se hace su característica trenza, con varios mechones sueltos por ahí.
Cuando baja a desayunar se encuentra con su madre y su hermano mayor, comiendo unos pancakes y unas magdalenas y bebiendo un poco de zumo.
-Buenos días, dormilona...-Le dice su hermano Atlas, con una actitud burlona.
-Cállate, yo no voy a las 7 a la Universidad...
Atlas se ríe, haciendo burla de la frase de su hermana menor. Él era 5 años mayor que ella, además de ser la estrella de la familia (irse a hacer ingeniería molecular le ha servido para aumentar su reputación), pero para Lyra, él es simplemente un pesado de primera categoría.
-Chicos, no discutáis... Y Atlas, por favor, arréglate el pelo.- dice su madre mientras acaba su magdalena.
Lyra se sienta en la mesa y se sirve en su plato varios pancakes, poniéndoles por encima un poco de chocolate derretido y alguna que otra frambuesa, además de poner un poco de zumo de piña en su vaso. Mientras la chica acaba de desayunar, Atlan se despide de ellas dos para irse a su primer día en su tercer año en la facultad de Ingeniería local.
-Y un consejillo hermanita, pórtate bien y no hagas enemistades... Y por favor, no pongas fotos de animes en el tablero de clase. Que te conozco.
-Vale, vale... A ver si te ligas a alguien este año...
-... Eso me ha ofendido.
La chica se ríe, echando alguna lágrima de risa por la expresión en el rostro de su hermano.
Él desaparece por la puerta principal, mientras Lyra acaba su desayuno.
-Ve a prepararte la mochila, y toma esto- Su madre saca un bocadillo de jamón serrano y aceite, con unos dulces a su lado- ¿Has quedado con Meiyu en la estación?
Lyra asiente con la cabeza, ruborizándose un poco al oír su nombre. Su mejor amiga desde que tiene memoria, pero además... Es la persona que le gusta.
La chica coge el almuerzo de su madre y se rellena su botella de agua antes de subir corriendo a su habitación, sacando su mochila turquesa, adornada con llaveros y pines de colores pastel, y mete todos los libros y lo que parecen mil libretas para sus clases (cosas de ir a Bachillerato Artístico).
Ella levanta la cabeza y mira hacia el reloj de su habitación: 7:20.
-Llego tarde.- Lyra pensó, y nada más acabó de empaquetar su mochila, salió corriendo de su casa rumbo a la estación de Sakuya, la más cercana a su casa y la que daba el nombre a su barrio.
7:25 de la mañana y ahí estaba.
Meiyu es una chica de 1'67 de altura, con ojos un poco rasgados por su descendencia china, cabellos castaños claros y una gran sonrisa dibujada en su hermoso rostro que parecía de porcelana. Ella provenía de una familia de clase media-alta, por así decirlo, así que era normal que ella se haya ido a un Bachiller científico. Aún así, ella había acompañado a Lyra durante toda su vida, desde preescolar hasta secundaria.
-Lyra!- Le saluda la chica, sonriendo de oreja a oreja
-Hola Mei! Perdón por llegar tarde!- Dijo Lyra, un poco avergonzada.
-No pasa nada, el tren llegará en un par de minutos... ¿Pillamos algo en las máquinas expendedoras? A ver si soportamos el primer día...
-No es para tanto, Mei... - Dice la de cabellos oscuros, riéndose de su actitud.
Ambas chicas van a las máquinas expendedoras, Meiyu compra un zumo de melocotón y Lyra se pilla unas galletitas.
"El siguiente tren pasará dentro de un minuto"- Anunció los altavoces de la estación.
╔═══════ ≪ •⛥• ≫ ═══════╗
El tren entra en la estación de Sakuya a las 7:30, como todos los días, a la misma hora de siempre. Es una bonita mañana de principios de otoño, con las hojas adornando la ciudad con sus tonos amarillos y anaranjados. La gente se reencuentra después de muchos meses sin verse listos para un nuevo año lleno de experiencias.
Y en el caso de Lyra, de descubrir el amor.
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Next Station: Love
RomanceMeiyu y Lyra son dos amigas que se llevan conociendo toda la vida: Fueron a la escuela juntas, a la secundaria también y ahora irán a Bachillerato. La cosa es que Lyra le lleva escondiendo lo que de verdad siente hacia Meiyu: un amor incontrolable h...