Haz que grite.

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-Más duro, Tyler- Gemía ella. Sus pechos se movían las compás de las embestidas de él. Tyler le masajeaba las nalgas con ganas y le metía su pene erecto en su vagina con más velocidad. Estaba muy mojada y él apunto de correrse dentro de ella.

Sacó su miembro y su semen salió disparado entre sus pechos y abdomen plano. Ella hizo que Tyler metiera la cabeza entre sus pechos. Y él, aprovechando el momento, comenzó a masajear uno, mientras con sus dientes jalaba los pezones del otro. Sus cuerpos sudaban, causa del trabajo.

Él la halo del pelo hacia atrás, y ella arqueó la espalda, dándole más espacio para las mamadas en sus duros pezones, los cuales quedaron a carne viva

-Chupala- Ordenó Tyler. Alessa se puso de rodillas, haciendo que su boca quede a la altura de la dura polla del otro, que por cierto estaba llena de los fluidos de ambos. Sin vacilar ni un segundo la metió toda a su boca y daba pequeños pellizcos en los testículos de él. Tyler arqueba la espalda y soltaba sonoros gemidos.

-¡Así, nena!- Exclamaba con la voz ronca de la excitación. Ella la mamaba más rápido, y se atragantaba por su grande tamaño. Sabía salado, pero exquisito. El semen caliente corrió por su garganta, la acción hizo que Tyler se excitara aún más. Él empezó a propinarle nalgadas, dejando rojo e hinchado su voluptuoso trasero.

-¡Dame más!- pidió Alessa.

Tyler la recostó sobre la cama mojada por los chorros de semen, los fluidos de ella y el sudor de ambos.

La embistió con fuerza, al mismo tiempo que con su dedo índice y medio acariciaba su clítoris hinchado.
Se miraban a los ojos con fiereza, transmitiéndose el punto del clímax.

Sin dejar de mirarla a los ojos y a los enormes senos se agachó hasta llegar a su vagina. Dio pequeños besos en sus muslos. Primero en el izquierdo y luego paró para continuar con el derecho. Él enterró la nariz en su vulva y comenzó a dar lametazos despacio y luego con más rapidez y lujuria. Alessa enterreba con más fuerza la cara de él en su vagina, haciendo que el otro pasara repetidas veces la lengua por su clítoris. Él se tragó todos los fluidos que su vagina segregó y juntos llegaron al orgasmos perfecto.

Se pasaron la tarde viendo el canal de porno, desnudos y masturbándose.

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