Libre.

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La quinta temporada me va a dejar en mucha terapia, más de la que ya necesito.
Pero bueno, como en mi mente Gabenath SIEMPRE va a ser canon, pues aquí está esta pequeña cosilla.

Light sex.

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Ella está divirtiéndose en la fiesta, está más que feliz cuando se suelta de esta manera. Se siente libre, ella siente que no es ella misma pero una parte de ella que ha suprimido por todos los años que lleva de vida. Tal vez sea el alcohol o simplemente lo mareada que está al dar tantas vueltas para sacarse de la mente a ese cabello rubio.

Puede ser también porque quiere olvidarlo, quiere olvidar cómo sus manos recorrían su cuerpo en esa noche apasionada que tuvieron porque ambos tenían necesidades. Ella quiere olvidar cómo sus besos calmaban su cuerpo, como el peso de él encima del cuerpo de ella se sentía. Quiere olvidar todo.

Porque nada dura para siempre. Esa noche no duró más que esa noche y ahora ella no sabe cómo seguir viéndolo, seguir hablando con él y trabajando para él luego de los hechos.

Fue una mala idea haberse acostado con su jefe, pero ella tenía necesidades y ambos estaban dispuestos a hacerlo. Ambos dieron el consentimiento y ambos se amaron en ese momento. Nathalie aún no sabe esa última parte.

Los besos de Gabriel fueron y se sintieron como si ella estuviera volando, como si él la estuviera proclamando, como si ella le perteneciera a él y a nadie más pero él. Y tal vez era de esa manera, tal vez ella ya era de él sin haberse dado cuenta.

Y cabe la pequeña posibilidad de que él era de ella.

Pero ahora ella quiere olvidar esa noche, quiere olvidar a su jefe y concentrarse en ella.

Ella nada más cuenta con bailar al ritmo de la música, sentirse libre, sentirse una diosa y liberarse de todo y todos los que la rodean. No es muy común ver a la famosa asistente de Gabriel Agreste en una discoteca bailando alocadamente, revelando sus piernas y moviendo sus caderas. No, no es muy común ver una figura como la de Nathalie Sancoeur en un lugar así.

Tampoco es común ver a una persona en el fondo de la sala viendo cada movimiento que ella hace, cada giro que hace, cada sonrisa que lanza a los chicos que se le acercan. No, no es normal estar ahí vigilando a tu asistente cuando lo único que quieres es irte de ahí y llevarla contigo mismo, directo a la cama para posiblemente decirle que ella no debe de hacer esas cosas y que sólo es de él. Pero él conoce a su asistente y sabe que al hacer eso no le gustará en absoluto. Por lo tanto él se mantiene en la oscuridad. Observando cada detalle.

Ella, reveladora, diosa, hermosa y radiante en el centro de la sala mientras que él solo se limita a observar con el temor de que si se acerca ella lo va a rechazar, le va a montar una escena y Gabriel quedar como un idiota.

Él quiere sentir de nuevo las piernas de ella alrededor de su cintura, quiere sentir cómo se siente ella, sentirla a ella. Cada milímetro que se le dé el permiso de tocar o siquiera ver, con una de las dos opciones le basta.

Se suponía que esa noche solo tendría que ser una noche, sin más preámbulos. Pero él la quiere a ella, no hay día desde esa noche que él no la desee. Cada día que pasa es una tortura para él porque lo único que quiere es tenerla para él mismo, tenerla en sus brazos, tenerla en su pecho y decirle lo mucho que la está empezando a amar.

Ahora al verla bailar, con varias personas que se le acercan ya sea mujer u hombre, Gabriel siente celos.

Tal vez Gabriel hasta ahora se da cuenta de que tal vez Nathalie ya ha sido y es suya desde que se conocieron, desde ese día siempre se ha sentido cálido, siempre está ahí para él cuando lo necesita. Tal vez el primero en notarlo ha sido su cuerpo, y luego el resto de sus emociones y sentimientos. Luego de haber reforzado con hierro y candado esos sentimientos por ella que siempre han existido.

Solo por diversión. [Gabriel x Nathalie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora