destiny ~ (hwang hyunjin y tú)~

capítulo 1

Abrí mis ojos lenta y pesadamente, miré el pequeño reloj que esta sobre mi mesita de noche y vi que eran las 7:30 am. Di un gran suspiro y decidí levantarme. Hoy era viernes y el próximo lunes sería mi primer día en la universidad, así que andaba un poco ansiosa y nerviosa.

Me levante y fui directo al baño para darme una ducha. Al salir me vestí casualmente y me dirigí hacia la cosina, al ver que no habia nada en las alacenas decidí ir a desayunar afuera.

Tomé mi pequeño bolso y salí del edificio y como hacía poco tiempo que estaba en la ciudad traté de acordarme el camino hacia la cafetería que habia encontrado unos días atras. Era muy bonita y moderna con colores cálidos en las paredes y algunas plantas y flores que adornaban el lugar dandole una vibra tranquila y agradable.

Seguí caminando por las calles de seoul por un buen rato y sin darme cuenta me encontraba perdida en el centro de la ciudad —esto me pasa por andar mirando tantos chicos lindos— me dije para mí misma.
Y no mentía, los chicos aquí eran realmente lindos y cada vez que pasaba alguno que me llamara la atención simplemente me lo quedaba viendo y terminaba olvidando a donde me dirigía.

Seguía caminando por las calles de la ciudad. —donde carajos te metiste ahora t/n— dije en voz alta. Seguí caminando y caminando hasta que empece a ver más locales y empecé a buscar la cafetería a la que fui hace unos dias atrás. Y ahí estaba yo todavía buscando y buscando, el lugar por donde caminaba se me hacía familiar así que pensaba en preguntarle a alguien si podría guiarme hacia este dicho lugar.
—tu ansiedad social no te lo va a permitir— pensé.
y tenía razón, no era buena para socializar, además de que si pensaba hacerlo me iba a poner nerviosa a tal punto de que me sudaran las manos o comenzar a tartamudear.

Al final me rendí y decidí armarme de valor (el cual no tenia en mi) y pedir ayuda a alguien.
—tu puedes hacerlo t/n— me dije a mi misma en voz alta tratando de animarme.
Dudosa comencé a observar las personas a mi alrededor hasta que logré ver a alguien que me generaba más seguridad, era un chico, un chico de cabello rubio y largo hasta arriba de los hombros sentado en un banco cercano a donde yo estaba y se encontraba leyendo un libro, lo observé un poco más mientras caminaba hacia el, «orgullo y prejuicio» logré leer y sonreí ya que era uno de mis libros favoritos.
Me acerqué a el y dije tocando suavemente su hombro —disculpa— el chico me miró, note su rostro y me congelé por unos segundos, era realmente bonito pero lo que más me llamó la atención fueron sus lindos ojos y sus labios carnosos, además de que encontraba su cara un poco familiar, a lo cual no presté mucha atención.
—¿puedo ayudarte en algo?— dijo él sacandome de mis pensamientos.
—oh, si, lo siento— dije dandome una cachetada mental. El solo mostro una pequeña sonrisa amable.
—soy nueva en la ciudad y queria saber si hay alguna cafetería cerca de aquí— dije un poco nerviosa. —la verdad estoy algo pérdida—. El solo me miró y dijo —hay una algo cerca de aquí, podría darte las indicaciones para llegar allí ¿Te parece?—. Asenti algo nerviosa mientras no podía dejar de observar sus ojos —eso sería genial, gracias—.

Luego de unos diez minutos de explicaciones y direcciones que debía seguir para llegar al lugar, seguía confundida.
—y así puedes llegar allí— me dijo mirandome  con una tierna sonrisa que me dejo aún más perdida. Yo solo lo miré algo nerviosa y confundida, y al parecer lo notó.
—puedo acompañarte hasta allí si quieres— dijo amablemente. —¿en serio?— pregunté con algo de nervios. —¿estás seguro?—.
—si, no es molestia— dijo él
—no me vendría mal un café en esté momento— y sonrió.
Yo solo asenti con una sonrisa y nos dirigimos hacia el lugar, caminaba algo nerviosa tratando de enfocarme en el paisaje de las calles con locales diferentes y los arboles de Cerezo en cada vereda, mientras trataba de no mirarlo mucho. —t/n, t/n, no lo mires o lo vas a espantar— me dije a mi misma.

El camino iba tranquilo hasta que él decidió romper el silencio.
—¿hace poco tiempo llegaste?, claro, si está bien que lo pregunte—. solo sonreí
—si, hace una semana— respondí con una sonrisa.
—oh, ¿y te has perdido seguido?.
—un poco la verdad— respondí con una risa nerviosa.

Luego de unos cinco minutos más hablando, doblamos la esquina y llegamos a la cafetería. El chico rubio entró junto conmigo y luego de ordenar nuestros cafés me ofrecí para pagarlos yo gracias a la ayuda del chico, luego de eso abandonamos el lugar.

Afuera en la puerta de la cafetería él iba a hablar hasta que su teléfono sonó.
—¿hola? —se escuchaba la voz de la persona con la que hablaba desde el otro lado
—dile a felix que voy en camino— yo solo lo observé. Luego de eso dijo, —lo siento, debo irme. Es una emergencia.
—oh, si claro, ve— dije con una sonrisa tratando de no sonar nerviosa —gracias por acompañarme hasta aquí.
—no fue nada. — y gracias por el café— dijo él con una sonrisa que se me quedó grabada por alguna razón, yo solo asenti.

ambos hicimos una pequeña reverencia y luego el chico rubio se fue con un poco de prisa.

Mientras iba caminando luego de haber seguido con mi camino de vuelta a mi edificio me percaté de algo, —no le pregunté su nombre —me dije a mi misma en voz alta. Al final no le tomé mucha importancia y seguí caminando mientras disfrutaba la vista de las calles, hasta que llegué a mi departamento y planeaba que hacer durante el fin de semana antes de que empiece mi primer dia en la universidad, quizás saldría al cine o de compras en caso de que me haga falta algo para las clases, la verdad no tenia amigos así que no sabía bien que hacer.
Sacudi mi cabeza suavemente tratando de aclarar mis pensamientos e ideas. Tal vez las cosas serían difíciles por un tiempo ya que solo estoy aquí hace una semana, pero tenía sabido que dentro de poco todo se iba a acomodar y todo iba a salir bien, o al menos eso era lo que yo pensaba.