~ ¿Pasado o felicidad? ~ [ TaniZai - Soukoku ]

Para la fiesta...

Habían ya transcurrido dos largas semanas desde aquel "error" como decidió llamarlo Tanizaki. Dazai, por su parte, había tratado de hablar con él y aclarar que ese beso no había sido un juego suyo. Quería decirle lo que en realidad sentía por que si, ahora no le quedaba duda alguna de que estaba enamorado. Chuya había quedado en el pasado y continuar culpandose por eso habría sido para sí mismo: cruel y doloroso ( admitamos que Dazai odia el dolor por más que suicidarse sea su deseo ). Los otros miembros de la agencia sin embargo, habían notado el repentino cambio en la rutina de Dazai: ahora venía a la agencia más temprano, trataba siempre de entrar en una misión con Tanizaki ( aunque el pelinaranja logró arreglárselas para evitarlo, ya sea con mentiras sobre enfermedades para faltar o pidiendo a otra persona para que lo acompañara, más a Kunikida y Dazai no podía evitar morderse el labio inferior pero esa es otra historia ), incluso se había pasado más del tiempo en el trabajo con la excusa de terminar reportes solo para acompañar a Junichiro. Todos se preguntaban que pasaba y así: aquello se volvió un misterio más dentro de la agencia ( misterio para todos excepto Ranpo quien se divertía de lo lindo molestando a Tanizaki con indirectas que los demás no entendían ).

Aquel día, Dazai como las últimas dos semanas llegó temprano a la agencia, se sentó en su sofá y miró hacia la puerta con una sonrisa. El primero en entrar fue Kunikida, lo saludó y siguió su trabajo: esperar a Tanizaki. Ese miércoles tenía un plan, y esperaba que el presidente o Kunikida lo aprobaran. Por fin llegó Tanizaki, el castaño se puso de pie y con su mejor sonrisa se le cruzó.

- Hola Junichiro!!

Pero otra vez, el pelinaranja lo ignoró y fue directamente con Kunikida.

- Buen día Kunikida! Hay alguna misión?

Y aquello hacia que Dazai ardiera en celos... Pero sabía disimular muy bien. Se sentó otra vez y esperó a quien lo ayudaría en su plan: Atsushi. Cuando el albino llegó fue secuestrado por su mentor y lo metió al baño.

- Atsushi, buen día!

- E-Extraña manera de recibirme Dazai... Que pasa?

- Oh si! Quería proponer una fiesta para el fin de semana...

- Ah! Ya se lo había dicho a Kunikida, no?

- Si... Pero no quería...

- Bueno... Tal vez... Si hace todo el trabajo que acumuló esta semana y la anterior... Acepte la idea... - con una sonrisa medio en serio medio burlona Atsushi había propuesto aquella solución. Dazai lo pensó un momento y se dió cuenta: podría funcionar. Salió del baño y empezó a trabajar como nunca antes lo había hecho. Kunikida estaba asombrado, cuando Atsushi le informó sobre la fiesta el fin de semana a cambio de todos los trabajos hechos, el rubio aceptó de inmediato con la única condición de que el trabajo no volviera a acumularse aquella semana. Y así fue: Dazai ya no molestaba con querer acompañar a Tanizaki en sus misiones o acompañarlo, en su lugar trabajaba lo más rápido posible para que la pereza no le ganara. Tanizaki estaba más aliviado pues creía que Dazai se había olvidado de él... No se imaginaba que venía ahora a cambio de unos días de tranquilidad...