En el cielo, días después
Mientras los ángeles caminaban mostrando sus hermosas alas por un largo y alejado pasillo del reino, observaban que la barrera parecía ser una gran burbuja tan delgada, pero era demasiado resistente —Minnie y si tratamos de romperla, digo no es que sea posible— murmuraba Tae —lo he pensado Tae, pero así como se rompa tendremos que salir, además de que es una clara señal de que nos fugamos— contesto Jin observando a los menores pero algo llamó su atención, ya que el pequeño rubio se aferró fuertemente al barandal cerrando sus ojos y sus piernas parecían doblarse —mi amor me logras escuchar— la voz de Jungkook se escuchaba un poco más clara —¡kookie! te escucho mejor que otras veces ¿dime que pasa? ¿Estás bien? ¿Sabes algo?— Jimin tenía muchas preguntas pero el mayor llamó su atención —cariño calma, sé que tienes muchas preguntas y yo también pero antes que nada ya sabemos sobre la historia y es un poco larga, te prometo que te contaré todo, pero ahora necesito saber y quiero que seas sincero ¿qué está pasando contigo? — Jimin trato de pasar saliva y volteo a ver a sus hermanos mientras su respiración se tornaba demasiado rápida, sabia que tarde o temprano se iban a enterar, ya no podía seguir ocultando lo que iba a ser evidente dentro de poco —kookie estoy bien dame un momento, necesito hablar con mis hermanos— y sin más por decir la comunicación de corto y bajo la atenta mirada de sus hermanos hablo —necesitamos hablar, vamos a la habitación— tomando a sus hermanos del brazo empezaron a caminar.
Al llegar a la habitación se adentraron observando como Jimin cerraba la puerta con seguro —Minnie ¿qué está pasando?— preguntó Jin confundido por su actitud, Jimin sudaba frío, sus manos estaban tan mojadas que podría salir agua de ellas, su estómago se empezaba a revolver y en cualquier momento juraba que podría vomitar, —Minnie ¿Qué te pasa? ¿te sientes mal? ¡ya habla!— casi grito Jin, que estaba hecho un manojo de nervios. —Yo, yo creo que estoy, estoy... — pero fue interrumpido por una fuerte oleada de náuseas y corrió al baño, donde vacío su estómago una y otra vez hasta que el jugo amargo se hizo presente en su boca, sus hermanos morían de nervios, más estaban junto a él, dándole su apoyo y sobando su espalda con mucho cuidado y amor, pasando unos minutos Jimin tomó aire para levantarse y enjuagar su boca, al salir les hizo una señal de que tomarán asiento y ellos acataron la orden, —bien creo que ya no puedo mantenerlo oculto por más tiempo— tomo la parte baja de su camisa blanca holgada y la fue levantando tan lentamente, sus hermanos se olvidaron de respirar, cuando se colocó de perfil y vieron un pequeño bulto que sobre salía de su vientre.
—T-t-tú estás embarazado— las palabras de Jin salían temblorosas así como su dedo índice que señalaba el vientre —¿desde cuándo?— preguntó Tae —supongo que el tiempo que llevamos aquí, al paso de unos días después de llegar empecé a sentir ligeros mareos y náuseas que se iban haciendo presentes con mayor frecuencia, no les tome importancia hasta que empecé a notar como mi vientre empezaba a abultarse por la noche— sus ojos se cristalizaron amenazando con llorar, Tae y Jin se levantaron de su lugar para ir al lado del pequeño donde lo abrazaron para que se calmara, pero eso detono su llanto —tengo miedo de que kookie pueda rechazar al bebé, él ha sentido que algo cambió en mi, además no sé cómo va a reaccionar nuestro padre— murmuró entre sollozos colocando sus manos sobre su pequeño vientre, los mayores se observaron y sabían que tenían que tenían que actuar rápido —tranquilo tienes todo nuestro apoyo y esto se lo tienes que decir en persona y te apuesto que va a estar más que feliz de ello— dijo Tae separándose de su abrazo mostrando felicidad en su rostro, Jin secaba las lágrimas con sus pulgares de las mejillas del rubio —sólo le diré a kookie que todo está bien, pero tenemos que empezar a idear un plan ya— su voz mostraba mucha felicidad y emoción mezclada con nervios y así empezaron a idear miles de ideas para lograr escapar a como diera lugar.
Al paso de unas horas se encontraban en el salón principal, su padre los observaba detenidamente hasta que hablo —he pensado en lo sucedido y necesito que sean revisados meticulosamente para descartar cualquier...— pero fue interrumpido —cualquier marca— termino Jimin, su padre los observó y asintió —sí, así que van a ser revisados por un ángel experto en marcas—al terminar de hablar las puertas se abrieron dejando ver a un ángel alto y maduro, con el cabello hasta los hombros ondulado y rubio, pero realmente hermoso. Jimin se mostraba nervioso, por la odrden, además faltaba por saber si el pequeño ser que fue hecho con amor era un ángel o demonio, la voz de su padre lo saco de sus pensamientos —les presento a Gabriel, él los escoltara a su habitación para que los revise y descarte cualquier tipo de problema— los tres se miraron y sabían que tenían que actuar rápido —padre, ninguno tiene ninguna marca, así que no son necesarios los servicios de Gabriel— intervino Jin —he dicho que serán revisados así que vayan, si confirmo que todo está bien consideraré su regreso a la tierra— menciono su padre —has dicho considerare, o sea que a pesar de que nos revise y no encuentre nada aun lo vas a considerar— la voz de Jimin salía molesta y con ello lágrimas. Al llegar a la habitación se adentraron observando a Gabriel —necesito que se cambien y solo queden en ropa interior— mencionó Gabriel al colocarse frente a ellos, el pequeño rubio lo veía con odio y junto a sus hermanos caminaron hacia el baño —sé que teníamos planeado irnos mañana, pero si padre se entera es probable que nunca se entere kookie del bebé y si es como él, lo desterrara del reino y jamás me dejara verlo— susurro Jimin tan bajito cuando cerraron la puerta —así que cambio de planes, me revisara a mí, Jin tienes que fingir sentirse mal y Jimin golpéalo con el candelabro tan fuertemente y ya veremos que procede, pero eso sí nos vamos a la casa de los chicos— la voz de Tae era firme, el pequeño rubio y Jin asintieron.
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Soy El Ángel De Un Demonio
FantasíaEl destino tiene algo planeado para un pequeño ángel rubio que es la perfección por donde lo veas, demasiado adorable y para un demonio que es tan atractivo y sensual, que es la encarnación perfecta de la tentación. ¿Qué pasará cuando ángel y demoni...