No llevaban ni cinco minutos sentados y la incomodidad ya estaba comenzando a manifestarse. Riliane sentía que se ahogaba por el olor tan fuerte a tabaco, aunque Ayn parecía estar tranquilo.
«Por supuesto, el suele salir de fiesta», pensó ella.
-Mira, este es el plan -susurró el chico, tratando de que nadie lo escuchara-: yo fingiré ser un abogado exitoso de nombre Bobby.
Riliane ahogó una risita.
-¿Por qué "Bobby"? -preguntó entre risas la chica.
-Guarda silencio. Fue lo primero que se me ocurrió -. Ayn se rascó la cabeza-. El punto es que me llamaré Bobby Robinson y tú serás Hanna Hanafeloz, mi asistente.
-Bueno.
Luego de una pausa, Ayn se puso el anillo en el dedo. Riliane también lo hizo, ya que creyó que era necesario.
-Yo voy a tratar de convencer a uno de los líderes del club para que den más pistas. Mientras, tú te encargarás de hablar con las personas de aquí para sacar información.
—Dijiste que no hablara hace rato —murmuró Riliane, suspirando.
—Y no me gustaría que lo hagas, pero sería mejor averiguar más cosas sobre todo esto. Este club ni siquiera es legal.
Ella asintió, a lo que Ayn se levantó de la silla y caminó a lo profundo del salón.
Al verse en soledad, Riliane decidió quedarse un rato sentada, escuchando la música del tocadiscos. Era muy elegante, y las personas a su alrededor parecían no darse cuenta de su presencia.
Se iba a levantar para buscar un vaso de agua, cuando una extraña mujer de cabello morado se le acercó. Ella tenía un hermoso vestido algo revelador que parecía ser demasiado costoso, quien desencajaba con Riliane.
-¿Tú hombre se fue, linda? -preguntó la mujer, tomando asiento al lado de la joven.
-No es "mi hombre". Solo soy su asistente —respondió con calma la rubia.
La pelimorada rió y agachó la cabeza.
-¿En serio? Pensé que sí lo era. Ustedes dos tienen mucha tensión sexual, ¿lo sabes?
-Puede ser. Realmente solo soy su asistente.
La mujer miró a su alrededor y señaló un par de hombres que tenían a una mujer sentada sobre sus piernas, mientras se reían.
-Esa chica no sabe lo que le espera al enrroyarse con mafiosos. Lo mismo deberías tomar en cuenta tú, querida -murmuró la mujer-. Cuando te metes con la mafia, ya no hay forma de salir.
-Como se lo he dicho, no tengo nada que ver con mi jefe. Puede ver usted que soy una mujer mayor, por lo que mi aspecto es desagradable para él.
Riliane desvío la mirada y miró a los hombres que tenían a la joven en el regazo. Se dio cuenta que la chica comenzaba a besar el cuello de uno de ellos.
—No pareces ser vieja —volvió a insistir la mujer, manteniendo su sonrisa dominante—. Más bien, me atrevo a decir que no pasas de veinte años.
Ambas volvieron a mirar a los hombres con la jovencita. Ella se levantaba de las piernas del hombre al que le besó el cuello.
—Este lugar siempre me pareció de muy mal gusto —dijo la mujer—. No debo ni mencionar por qué. ¿Sabes? Esa chica a la que acabas de ver, no es en realidad una mala persona.
Riliane vio cómo la joven tomaba la mano de uno de los hombres mientras lo guiaba a un punto oscuro del salón.
—Ella es una chica a la que secuestraron.
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El Karma Del Mal No Terminará (continuación de Story of Evil)
Fanfic¿Qué hacer si no tienes propósito? ¿Qué tal si ya no tienes nada qué perder? Eso es lo que se planteó la protagonista, quien, al tener una vida aburrida, decide salir en busca de una valiosa joya que su abuela recuerda y así tener la aventura que si...