Ayano x Setsuna || 💞🔪30 Días OTP🔪💞

〘 ropa del otro 〙

Setsuna era demaciado testaruda, por lo que si algo se le metía en la cabeza debía hacerlo y nada ni nadie iba a detenerla.

Con esa idea en mente es donde nos situamos ahora mismo.

A la joven con pupilas en forma de corazón se le metió en la cabeza la grata e increíble idea de intercambiar el uniforme con su novia por simple "curiosidad". Ayano, por su lado, aunque habría deseado negarse a las insistencias de la castaña no pudo, y esta vez no podía culpar a esa escena típica proveniente de un k-drama que se montaba Setsuna para convencerla, no, ella aceptó porque en verdad la idea le llamaba la atención. Demasiado.

Necesitaba ponerse ese uniforme.

Necesitaba oler aquel aroma a rosas y frambuesas impregnado en aquellas prendas, así que con su orgullo destrozado terminó cediendo ante la propuesta.

Ambas estaban en el vestidor de las chicas durante el almuerzo y decidieron darse al menos un poco de privacidad-debido a la imprevista timidez que les invadió-así que se cambiaron por separado, a pesar de ya saber qué había debajo de esas prendas.

Cuando Setsuna terminó de ponerse el uniforme de Ayano un sentimiento de calidez emergió dentro de su pecho, al mismo tiempo que, su corazón comenzaba a latir con fuerza al mirarse al espejo; había conseguido su objetivo, había logrado ponerse la ropa de su novia. Ella era la primera y la única que había logrado obtener tal logro, sólo ella y nadie más.

«Como debe ser».

Sonrió de forma inocente ante ese pensamiento. Se sentía bastante complacida y el sonrojo que tenía en ese momento lo demostraba, se abrazó a si misma decidiendo concentrarse en sentir aquella calidez que le transmitía el uniforme de su amada.

Mientras tanto, Ayano no es que habría estado tan diferente diferente; luego de aquellos intervalos de pensamientos algo obsesivos, terminó por medio de un impulso olfateando la ropa que de momento no le pertenecía, ella no pudo evitarlo o siquiera contenerse, simplemente lo hizo. Se sintió feliz y completa con ello, además que había atinado al olor: sí era a rosas y frambuesas, un aroma tan exquisito que para ella se estaba volviendo aditivo a cada segundo que pasaba. Era un aroma que solo le traía paz y calma asiendola sentir que estaba en casa.

«¿Desde cuándo una simple prenda puede transmitir tanto calor al corazón?», se llegó a preguntar sin encontrarle mucho sentido.

Luego de unos cuantos minutos ambas ya se encontraban otra vez frente a frente, como si nada hubiera pasado. Setsuna algo sonrojada sonrió con entusiasmo al ver lo fenomenal y perfecto que le quedó su uniforme a Ayano; se veía deslumbrante y tierna a sus ojos, el amarillo en verdad daba más vida a algo tan apagado como el azul y blanco del uniforme, se agradeció a si misma internamente por traer medias largas hasta los muslos, en ese momento podía ver con más detalle aquellos deliciosos muslos de su amada sin las medias negras interfiriendo. De todas formas, Ayano observaba en silencio a Setsuna inspeccionandola de arriba abajo; no entendía tampoco porqué había sentido su ego subir a niveles absurdos al ver lo ligeramente-Casi imperceptible-grande que le quedaba su uniforme, tal vez era porque la hacía ver más linda y tierna de lo que ya era.

Depronto Setsuna se abalanzó sobre Ayano abrazandole con fuerza, empezó a hacerle varios halagos respecto a cómo se veía y preguntando si podían tomarse algunas fotos, Ayano con algo de vergüenza aceptó aquello devolviendo algún que otro halago torpemente, aún algo confundida.

Luego de unas quince o treinta fotos . . .

-Ayano, una pregunta-. Dijo. Sin apartar la mirada de las fotos en su celular, jaló ligeramente la manga del sueter llamándo así la atención de su novia.