Prólogo.

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"Siempre se peleaban. Y se retaban uno al otro cada día. Pero a pesar de sus diferencias, tenían algo importante en común. Estaban locos el uno por el otro." ─Nicholas Sparks.

Año 2034. 


A Lily le hubiera gustado saber cómo había llegado hasta aquel punto sin retorno, en donde su mente naufragaba en las desconocidas mareas del corazón. Scorpius Malfoy no salía de su cabeza y eso terminaba por ser incómodo. Intentó concentrarse en el trabajo, pues no estaba en el ministerio de magia para pensar en una cabellera dorada y ojos plateados. 


─¡Maldita sea! ─soltó molesta mientras dejaba caer las carpetas sobre su escritorio. Sus compañeros se giraron a verla, pues nunca antes habían escuchado algo semejante de la excelsa abogada Potter. Ella, roja de la vergüenza, tomó su bolso y salió de allí. Su capa bermellón ondeaba a su paso y los tacones resonaban en el frío piso de mármol. Necesitaba desaparecer de allí, irse, incluso antes de que su horario hubiese terminado. Aquel deseo se cumpliría en breve tiempo. 


─Lily... 


La voz del Malfoy tras ella le heló la sangre. No esperaba aquello, no esperaba tener tan mala suerte como para invocarlo de pensamiento. Cerró los ojos un momento y sin darse ni siquiera la vuelta o dirigirle una palabra, siguió caminando hacía la Red-Flu. 


─¡Potter! ─comenzaba a perder la paciencia, podía notarlo en aquel tono carente de  su típica tranquilidad. La tomó por el brazo y la hizo girar sobre su eje. La pelirroja sintió que sus piernas pasaban por un maleficio y que se hacían gelatina, pero no era eso, eran nervios. Jamás había sentido tan intenso en su vida y eso le asustaba de sobremanera. ¿Quién sería incapaz de sentir nada al mirarlo? ¿Quién podía imaginar que un adolescente con tendencias depresivas podría convertirse en un hombre seguro de si mismo y que derrochaba virilidad? Definitivamente ella no quería responder aquellas preguntas mentales─. ¡Solo quiero hablar contigo, por Merlín! ─ 


─Déjame en paz, ¿es que debo hablarte en celta para que entiendas que no quiero verte ni en retrato, Malfoy? ¡Ya déjame en paz o llamaré a seguridad! Este es mi lugar de trabajo. 


El rubio mordió su labio inferior, conteniendo la notable ira que traía. 


─¿Es tu lugar de trabajo? ¡Bien! ─sin decir más la tomó por la cintura para que no se escapara, y desapareció junto a ella. 


El lugar en donde aparecieron era bien conocido para ambos. El bosque por un lado, un camino hacía el pueblo de Hogsmeade y la casa de los gritos tras ellos. ¿Por qué se empeñaba en seguirla? Lo odiaba. Estaban tirados en el piso, Líllian había aterrizado sobre Scorpius. Intentó levantarse, pero los brazos de aquel bastardo eran fuertes, y de un solo movimiento fue ella quien quedó debajo, con la espalda contra la húmeda tierra.


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─Solo quiero hablar... ─susurró contra su oído, y asqueada soltó una arcada. 


─¿Quieres hablar? Hablaremos, pero saldrás de encima mio y me dejarás ir cuando esta estúpida charla llegue a su fin. 


Scorpius accedió a las condiciones, y ayudó a la hija de Harry Potter a incorporarse. 


─Siento lo que hice. 


─¿Sientes lo que hiciste? ¡¿SIENTES LO QUE HICISTE?! Tú te acostaste con ella... Me das asco, me repugnas. 


Scorpius recibió las palabras como un golpe certero en la cara, y sin poder más, gritó también. 


─¿ACASO YO TENGO LA CULPA? ¡Tú quisiste que esto fuera así! ¡Tú quisiste que este...─pensó por un momento las palabras─ ¡ESTE LO QUE SEA! Fuera sin compromisos. ¡Creí estar en todo mi derecho! Ya que tú trabajas con leyes, ¿por qué no me iluminas? ¿Qué puedo hacer y dejar de hacer en una relación sin compromisos? 


Ahora fue Lily la que recibió la bofetada verbal. 


─¿Terminaste? ─su rostro volvía a ser aquella piedra que alguna vez fue, cuando era tan solo una adolescente. 


─¡No! Quiero que me hables, Comadreja. Te quiero... 


Lily rió. Rió de una forma tan histérica que Scorpius dio un paso hacía atrás, temeroso de recibir algo más que palabras. 


─¿Tú me quieres? ¡Tú no quieres a nadie! Esa es la verdad, Malfoy. Tú solo piensas en ti mismo, en tus deseos sexuales y en una estúpida venganza contra Rose por pasar de ti.─ sus ojos cafés delataban sentimientos, delataban dolor e ira. ─¡Madura! Y no me busques nunca más. 


Tras decir eso desapareció dejando solo a Scorpius Malfoy con sus problemas. 



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⏰ Última actualización: Apr 20, 2015 ⏰

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