⚘⸻ DRAGON BALL: La mejor amiga de Gohan - ✓ |Reeditando| ✓

✖Capitulo 4: "No, no otra vez. No puede ser"✖

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En ese mismo momento, Naomi comenzó a relatar para su amigo toda explicación que quería darle, aún observando la profunda oscuridad que se extendía frente a ellos.

—Mi padre no tuvo en cuenta un detalle sobre el cristal. Uno bastante peligroso...

—¿A qué te refieres?— La interrumpió el joven pelinegro extrañado, acompañando su actitud a la perfección con un ceño fruncido dedicado solo a la niña junto a él.

—Me refiero...— Lo observó de reojo por breves segundos con un semblante serio, para luego devolver su mirada hacia el cielo estrellado —A que cada vez que emociones negativas se unen de sobremanera, el cristal responde de la misma forma. Es decir, se vuelve más poderoso y destructivo.

—¿Quieres decir que podría destruirte a ti?— Aventuró el sayajin seriamente, el cuál ahora observaba el oscuro vacío que se presentaba sobre ellos. Naomi asintió aunque sabía que no podía verla.

—Si. Puede destruir inclusive a una galaxia entera.

Con rapidez tras escuchar aquello, Gohan volteó su cabeza hacia la chica nuevamente, de manera que podía ver como su triste mirar era iluminado por las estrellas, a las cuáles ella observaba con detenimiento; posiblemente intentando sumergirse en un mundo en el que no tenga que llevar tal carga dentro de sí. El ojinegro cambió su mirada llena de asombro por una apenada y compadeciente por la situación a la que fue sometida.

—Naomi, por más mínima que sea la posibilidad, ¿tu podrías controlarlo a voluntad propia?— Curioseó Gohan sin inmutar su forma de observar a la pelinegra.

—No— Respondió seca —No podría— Bajó su cabeza, observando el suelo con impotencia.

El silencio absoluto no tardó en llegar. Lo único que se oían eran las corrientes de aire llegar hasta ambos niños y los grillos que comenzaban a crear ese sonido tan característico suyo.
Ambos dos no sabían que decirle al otro. Él para evitar preguntar algo inapropiado, y ella para no darse cuenta de lo verdaderamente peligroso que había resultado devolverle la vida.

—Gohan— Llamó Naomi observando al chico, por lo que el susodicho giró su cabeza hacia ella con su boca entreabierta, aguardando por eso que quería decirle —Me gustaría decirte cómo es que el cristal funciona— El niño no tardó en reaccionar y, con un interés y seriedad notorios, asintió hacia ella para darle a entender que estaba listo para escucharla una vez más.

—De acuerdo— Susurró en un suspiro —Verás...— Volteó su torso, de tal manera que quedó frente a frente con el sayajin —Cada vez que yo...

—Gohan, ve a dormir en este instante— Alzó la voz, Milk, quien había abierto la puerta con brusquedad; tomando por sorpresa a ambos niños dentro de la habitación, los cuales ahora observaban dicho objeto con desasosiego.

—Ahí voy— Le dijo a su madre el niño, para luego volver a mirar a Naomi a la vez que ésta también lo hacía —Me lo dirás otro día, ¿de acuerdo?— Sentenció, a lo cuál la chica aceptó sin dudar con un leve asentimiento de su cabeza.

De un salto, Gohan ya se encontraba con los pies sobre el suelo, caminando hacia la pelinegra, aún frente a la puerta, bajo las miradas de ambas mujeres presentes.

—Buenas noches— Deseó Naomi con una media sonrisa al ver cómo su amigo tomaba el pomo de la puerta. Éste la observó con una sonrisa por igual.

—Buenas noches— Respondió antes de acabar de cerrar la puerta con su madre detrás de él, la cuál saludó a Naomi con su mano a modo de despedida.