Hace 4 años*
Era de mañana, tenía 12 años y finalmente llegaba el fin de semana, supongo que por una parte estaba bien, pero si lo veías de otra forma tendría que acomprañar a mi madre a la iglesia , imagínense es horrible estar sentado ahí escuchando como un hombre dice cosas de dudosa procedencia sin reírse ni un poco.
Aunque no iba obligado a ese lugar, de hecho no era tan malo, a veces veía a un chico más alto y rubio siempre sentado mirando con ojos atentos y brillosos como el pastor les daba una lección de ese gran libro antiguo.
Esto me causaba mucha intriga, necesitaba saber que era lo que veía tan atentamente, es decir esas historias eran un poco aburridas pero cuando veías su rostros tan risueño simplemente no podía resistirme y prestar atención a la lección.Los domingos pasaban y el chico rubio no se cansaba de mirar alegre las enseñanzas. Ese día terminaría como todas las semanas, bueno a no ser que la madre de este niño rubio le hizo plática a mi mamá, le comentaba que eran nuevos en la cuidad y que hace tan solo unos meses estaban ahí, básicamente le hablo a mi madre para que yo y su hijo podamos ser amigos.
Algo extraño pues nadie quería ser mi amigo, nunca nadie me hablaba en la escuela y en mi barrio no habían chicos de mi edad, claro que quitando a nuestro nuevo vecino rubio que vivía a una cuantas calles.
Y así es como de a poco me fui acercando a ese chico alto, descubrí que esa mirada tan única solo se la dedicaba a el momento de la "palabra de Dios" Porque fuera de esos momentos era muy molesto, en realidad ni siquiera hablaba, solo te miraba de pies a cabeza y volteaba los ojos. Bueno tampoco lo juzgaba de todas formas, quien quisiera a un niño tímido con pecas como amigo, sería un milagro que por lo menos voltee a mirarme, de algún modo me sentía mal al no tener su atención.
— ¡¡Oye tú!!!—Amenacé nervioso con el dedo índice muy cerca de su pecho.
— Oh.. eres tú, el chico que tiene pecas y siempre está mirándome, deja de hacerlo es molesto.
—¿Q-qué? No es verdad yo... Yo nunca te miro— respondí desviando la mirada y jugando con los dedos.
— Mi mamá me dijo que te diga que mi nombre es Tsukishima Kei.
—Tsuki....
Una ráfaga de viento se presento levantando nuestros cabellos, elevando hojas y unas cuantas flores a nuestro alrededor.
—No me llames así.
Solo dijo eso y se fue, dejándome solo con el postre de fresa que había preparado el día anterior para tener un poco de su atención.
Hice un pequeño puchero y volví junto a mi mamá, quería llorar, a pesar de no ser cercanos me dolió su rechazó.Finalmente salimos y llegamos a casa, le di el postre a mi mamá junto con un abrazo y corrí a mi habitación.
Me lance a mi cama y comencé a rascar enérgicamente mi cara, de seguro él no me habla por estás horribles pecas.Y por pensamientos como esos no logré conciliar el sueño durante toda la noche.
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Amor gay del bueno [ Tsukiyama]
FanficTsukishima y Yamaguchi , dos chicos, un amor, una iglesia, mucho prejuicio , mucha presión, muchos problemas, muchas fresas.