Ella, una chica normal y corriente despertó en el Reino del Sol.
Acusada de brujería intentará escapar de las manos del rey y volver a su mundo, pero, ¿A caso hay escapatoria? (FINALIZADA)
Antes de que el chico pudiera contestarle el duende sacó sus propias conclusiones y sí, por muy descabellada que pareciera la idea un miembro de la dinastía élfica estaba ante sus ojos.
: ¿¡Qué hace aquí un elfo?!- comenzó a vociferar- ¡No sois bienvenidos aquí! ¡Asesinos! ¡Escoria! ¡Márchate, márchate!
Galia se quedó quieto sin saber que responder, aquel retundo rechazo lo había dejado sin palabras y eso que no había sido más que el comienzo.
Un grupo de aldeanos se habían reunido junto a la madre desconsolada para llorar la perdida junto a ella, cuando el duende gritó todos se dieron cuenta de la presencia de un elfo entre ellos.
:¡ No eres bienvenido a nuestro pueblo!- continuaba el hombre- ¡ Nunca serás uno de nosotros! ¡Nunca!
Todos los allí presentes se unieron con él, se formó un inmenso barullo, las criaturas le amenazaban, lo insultaban y le deseaban la muerte.
: ¡ Deberías morir maldito elfo!- abucheaban-
:¡ Solo sois canallas eso es lo que sois!- gritaba una gnoma enfurecida.
:Pero yo no he hecho nada- susurro Galia echándose hacía atrás- Yo no...
:¡Algún día pagaréis! ¡Pagaréis por vuestra maldad!- continuaba la masa-¡ Y ese día me reiré de vuestra miseria como tú lo hiciste!
:Yo de verdad que no- el chico temblaba- no hice nada malo...
El príncipe comprendió que no estaban dispuestos a escucharle y antes de que aquello terminase en un linchamiento decidió escapar.
Los aldeanos se quedaron mosqueados por la repentina aparición de un noble en su aldea fuera de las murallas del reino, algunos incluso quisieron ir en su busca para acabar con él pero asuntos más importantes les esperaban en la aldea sobre todo después del reciente ataque.
:¡Vete!- gritaban desde las afueras del pueblo- ¡No vuelvas!
El chico siguió corriendo sin mirar atrás huía sin saber porqué pero si de quien.
Su respiración entrecortada rompía el silencio del bosque, estaba asustado y confundido.
"¿Por qué ? ¿Por qué ? ¿De qué soy culpable? ¿De qué son culpables los elfos? Yo no hice nada entonces porqué...."- pensaba aturdido.
:Algo les hizo el rey-susurró para sí mismo.
Y su teoría no era absurda, ya se había dado cuenta de la frialdad y malicia de su padre, desde luego era el tipo de hombre que podía hacer desgraciado a un pueblo entero y no sentir desdicha ninguna, en un momento la poca estima que le quedaba hacía el hombre de la corona desapareció.
: ¿ Y si de verdad él está detrás de todo esto?- se preguntaba- ¿Y si oculta algo? ¿ Y si mi padre, y si la dinastía de elfos son viles tal y cómo dicen? ¿ Qué es lo que le han hecho a esa pobre gente?
De repente su propia sombra pesaba mucho y la soledad del bosque lo engullía " ¿Es esto la realidad?"
Sin su título de príncipe Galia no era más que un niño, frágil y débil, responsable de los crímenes de su familia, en ese instante el chico se sintió el ser más inútil y culpable, sin embargo darse cuenta de lo que era lo ayudó a crecer y convertirse en un adulto.
: Si es así - musitó- entonces yo, yo me encargaré de que pague por sus actos ruines, ya no volveré a pasar por alto más sufrimiento.
El pensar que el rey podía haber estado causando daño todos esos años y él no había hecho nada lo llenaba de remordimientos.
El resto del día el joven se dedicó a buscar a Ella y Hollow por los alrededores del poblado, aún temiendo volver a ser visto.
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: Debería ir a buscarlos ahora que es de día- dijo Hollow al despertarse, al contrario que el príncipe si estaba acostumbrado a dormir en lugares incómodos como ese- ¿Dónde pueden estar?
El muchacho estaba preocupado por sus compañeros, no se imaginaba a Galia sobreviviendo ni una noche en un sitio como ese y Ella aunque tenía más recursos si había tenido la mala suerte de cruzarse con una bestia no tenía mucho que hacer.
Hollow estaba desorientado, al principio sabía ubicarse pero poco a poco todos los árboles comenzaron a parecerse y acabo perdido.
