Mi solución.

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Me quede completamente dormida y desperté al día siguiente. Me levante, tome mi computador, y busque "me odio a mi misma" con la esperanza de encontrar algo que me ayudara en mi situación, y asi fue. Lo encontré, era algo llamado "cortarse", simplemente tomabas la cuchilla de un sacapuntas y la ponías en tu antebrazo y te cortabas, y eso te dolía lo suficiente como para olvidarte de las otras cosas que te hacen sufrir, y además te dabas una lección por ser tan estúpida.

Entonces, busque mi mochila, y tome mi cartuchera, agarré el sacapuntas y con la regla le saque el pequeño tornillo para poder retirar la cuchilla. Logré sacarla, y me senté en mi cama, y puse la cuchilla sobre mi antebrazo, reuní fuerza y valor, y me corté. Salia muchísima sangre, entonces tomé una toalla y la puse encima de mi brazo, para parar un poco el sangrado. Se sentía bien, tanto dolor, me hizo olvidar un poco de todo.

Me sentía tan bien haciendo eso que lo hacia todos los días, pero un día me salí de control, y corté tan profundo que no paraba de sangrar, y me desmallé.

Luego desperté esperando ver a mi madre. Pero no fue asi, estaba todo tal y como lo recordaba. Sin nada, mi habitación vacía, sin rastro de nada.

Un día, estaba en mi habitación, como siempre, cortándome, llorando, era un día normal para mi. Pero de repente, mi teléfono suena. Atendí sin fijarme quien era esperando que sea Effy, pero no. Era mi padre.

*Llamada*

-Hija... Cuanto me alegra escuchar tu voz. Necesito decirte algo...

-Papá, hola, ¿que ha pasado?

-Algo terrible, es acerca de tu madre.

-¿Qué sucede?-pregunte preocupada.

-No se como decirte esto Emily...

-¡Ya dime! ¡Joder!......

Be strong | Shawn Mendes (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora