"Oden" [Yamato x Hiyori] [One Piece]

Capítulo 6

—Esto es un poco raro...— admitió la joven Kozuki. Frente a ella había un ramo de flores rojas, la verdad eran bellas, pero no sabía quien las había dejado para su persona.

Los hermanos Kozuki se habían ido a la capital para instalarse, después de todo los restos del castillo fueron destruidos por Kaido. La fiesta continuaba, pero las personas de Wano volvían a sus actividades, aunque ahora si se demostraba una alegría verdadera e inmensa.

—¿Qué pasa Hiyori? — preguntó Momo a su hermanita.

—Estas flores, alguien vino a dejarlas— explicó ella. Era obvio que Momo sabía quien las había dejado ahí, pero debía disimular, porque se lo prometió a Yamato.

—Posiblemente las dejaron como agradecimiento por algo— se inventó una excusa—. Después de todo nuestra gente aun nos sigue queriendo por la pelea que dimos— le dio una sonrisa a su hermana y logró convencerla.

El Sol iluminaba todos los rincones de Wano, el jubilo no iba a desaparecer nunca más, al menos eso esperaban.

Momo se había encerrado en una habitación para terminar de leer el diario de su padre, le ofreció a Hiyori el leerlo, pero ésta se negó con el argumento "No me concierne, mejor guárdalo para ti hermano", los secretos que yacían en ese libro iban a ser resguardados por Kozuki Momonosuke.

Para la tarde Yamato apareció con el "mensaje" de Luffy para su hermano, cuando la peliblanca se adentró a la casa estuvo como cinco minutos con Momo, pero luego se quedó con ella.

La mujer alta se esforzaba en contarle anécdotas divertidas, aunque no eran muchas ya que nunca había salido de Wano, pero le estaba sacando una que otra risa a la de cabello verde agua. Hiyori estaba contenta, había podido convivir bien con el hijo de Kaid... no, con Yamato, ambas se llevaban bien.

Hiyori no lo había notado porque no había hablado mucho con ella antes, pero sus ojos eran muy bonitos, era como rojos y anaranjados con un poco de amarillo, al igual que los cuernos que tenía. Su caballo blanco con puntas turquesas se veía suave. Su altura era increíble, apenas podía llegarle como al abdomen. Sus manos se veían callosas, posiblemente de pelear o usar un arma. Realmente era bastante atractiva, su personalidad era como la de un niño.