Capítulo 10

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—¡¡¡ÉL TRATÓ DE SEDUCIRME!!! —grita Alyssa apuntando a Sebastián en cuanto entro al departamento

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—¡¡¡ÉL TRATÓ DE SEDUCIRME!!! —grita Alyssa apuntando a Sebastián en cuanto entro al departamento.

Frunzo mis cejas y miro a mi amigo.

—¡¡SE SUPONE QUE YO SE LO IBA A DECIR!!

Sebastián la observa realmente indignado. Tiene puesta solo una toalla y el pelo desordenado. Alyssa por el contrario lleva mi delantal de cocina sobre la ropa; no es que yo lo use mucho, o lo haya usado alguna vez, cocinar no es lo mío.

—No me importa—responde Alyssa. Cruza sus brazos y encoge los hombros como si fuera una princesa. Sonrío. Parecen dos niños peleando por atención.

Antes de que sigan discutiendo o lo que sea, camino hasta mi morena y la beso.

«¿Cómo pude extrañarla si no pasaron ni 24 horas desde que estuve con ella?»

No profundizo el beso, por mucho que quiera. Me separo y ella suelta una risa nerviosa, yo sonrío de forma inmediata. Les aviso que tomaré una ducha y los dejo solos nuevamente. Desde el pasillo puedo escuchar los reclamos de Sebastián y las burlas de Alyssa.



Ella de verdad sabe hacer sushi. Honestamente no lo creía, digo, hay mucha gente que dice que sabe, pero lo de Alyssa parece jodidamente profesional ¿Esta chica tendrá algún defecto?

—¿Dónde aprendiste a hacer esto? —pregunta Sebastián—. Mierda, que bueno está.

—Internet—responde antes de llevarse una pieza a la boca—. Fueron muchos, muchos intentos.

—Agradezco tu esfuerzo—le digo—. Está delicioso.

—Si Mark no lo hace, yo me caso contigo—molesta Sebastián, Alyssa se ríe y yo ruedo mis ojos.

—Cierto, ¿van a contarme los detalles de la supuesta seducción? —miro a ambos alzando mis cejas, ellos cruzan una mirada y se ríen.

—Yo te lo cuento...

—No, no—lo interrumpe Alyssa—. Yo seré más detallista—sonríe con suficiencia.

—Bien, cuéntame—cruzo mis brazos y me apoyo en el respaldo de la silla.

—Yo llegué pensando que tú estarías aquí—me mira—. Pero no estabas—hace un puchero—. Sebastián abrió la puerta y estaba todo sudado, me dijo que te esperara y se fue a dar una ducha—mira a mi amigo y sonríe—. Me fui a la cocina para avanzar con todo, cuando de repente...—se queda en silencio unos segundos como si quisiera darle suspenso a su historia, Sebastián rueda sus ojos y ella continúa.

» Aparece ¡ÉL! Todo sexy, malote y solo con la toalla. Ni siquiera se secó, así que las gotas caían por su cuerpo... En fin, se paró en la cocina y caminó lentamente hasta quedar cerca y me miró los labios—asiente para sí misma—. Sí, estoy segurísima que me miró los labios.

Quiero que tú quieras [Elbdo #2] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora