Diecisiete Años [Jensoo]

¹⁰ [Epílogo]

[Jisoo]

Estaba ansiosa, esperando a que Jendeukie regresara de la fiesta de solteros de uno de sus compañeros de trabajo, sin embargo ya se estaba tardando demasiado y eso me preocupó, pues ella es de llegar temprano.

Estaban por ser las 2 de la mañana y mi esposa inmadura no regresaba. Incluso tuve que marcarle a mi hermano y a Rosé para que me dijeran como estaban, pero…

Los tres idiotas estaban borrachos.

Estúpida tonta, se supone que de las dos yo debería ser la irresponsable, pero no, ella era, es y siempre será la niña.

No importaba si me seguía diciendo bebé, porque no era así.

Oh, ya verá cuando regrese a casa. Juro por dios que no se salva.

Ugh, estoy muy enojada. Ni siquiera porque es el cumpleaños de uno de nuestros perrijos.

—Lo siento mucho Kuma —acaricié al deprimido y esponjoso pomerania—. Tu olvidadiza madre llegará, ya verás que sí.

Dalgom y Kai estaban a su lado intentando jugar con él, pero no se encontraba muy animado.

Y entonces tocaron el timbre.

Supe que eran ellos porque podía escuchar risas tontas. Los tres perros empezaron a ladear a la puerta y Kuma se emocionó por saber que su otra madre ya estaba en casa.

Abrí la puerta porque los tontos no podían si quiera atinarle al cerrojo.

—Mi bebeeeeee —Jennie me intentó abrazar pero me hice a un lado por lo que cayó al piso. Estaba demasiado molesta como para aceptar sus besitos que tanto adoro.

Kuma le ladró como si le estuviera reclamando y luego le dió un besito en su mejilla. Después de eso, se marchó dejando en claro que estaba enojado.

Me hubiera reído de la bonita escena, de no ser porque estaba enojada, sobre todo cansada y con mucho sueño.

—Supongo que se quedan a dormir —me referí a los mejores amigos de mi esposa los cuales asintieron entrando torpemente—. Como sea, solo no rompan nada ni hagan mucho ruido.

Me fui a la habitación dejando a mi berrinchuda esposa con sus amigos. Al menos ya podría dormir tranquila sabiendo que estaba en casa.

Pasaron al rededor de varios minutos dónde escuchaba claramente al trío hablar sobre que estaba enojada. Y cómo no estarlo, ni siquiera me llamó o mandó mensaje. Tuve que contactar con sus amigos porque tenía el teléfono apagado.

Fue entonces que recordé cuando éramos más jóvenes.

Sin querer me sentí insegura, pues recuerdo que antes Jennie solía tener sus noches de aventura antes de mí, así como muchos pretendientes que siempre se le insinuaba aún sabiendo que era mi novia.

¿Y si alguien estuvo seduciéndola y por eso es que tenía el teléfono apagado?

No, no. Jennie jamás haría eso.

Pero si estaba borracha…

No, mi esposa me ha demostrado que nunca me fallaría, tiene mi confianza. Ni estando borracha haría algo así.

Suspiré afligida y me hice bolita entre las sábanas de la cama vacía y fría. Esa tonta arruinó nuestros planes de hoy.

Yo quería hacerle el amor terminando el cumpleaños de Kuma.