Capítulo 46.

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Diamantes Oscuros.

Dedicatoria especial a: Yareli Pinzón y Diana Morales.

Capítulo 46.

La forma en que me sonrió después de decir todo esto me pegó los trozos de corazón nuevamente.

Demonios que así lo hizo.

-¿Entonces esto qué quiere decir?- muevo mi dedo para señalar a ambos y me siento nerviosa.

-Quiere decir que ya eres mía oficialmente- pasa suavemente su dedo pulgar sobre mi mejilla y me da un beso tierno y lleno de promesas, promesas en las que ahora tengo fe.

-Vale, que no me lo has pedido- entrecierro los ojos y el niega divertidamente con la cabeza y se ríe. Se ríe tan fuerte, que me quiero poner a llorar de felicidad. Hay lluvia en el exterior y el olor a tierra mojada está llenando mis fosas nasales.

-Luna, yo jamás he pedido las cosas- refunfuña y le sonrío-. Pero, venga, que sea por el bien de los dos- respira y me guiña un ojo.

-Basta con el coqueteo, Liam James, tienes que hacer esto bien- bromeo y el me mira serio.

-Luna Beaulieu, ¿te gustaría tener una relación muy, muy formal conmigo?- mis piernas tiemblan ante la franqueza de sus palabras y su dulce tono- De esas relaciones que normalmente no hay, confiar en nosotros y en lo que se nos venga, y no correr. Porque tú y yo no estamos acostumbrados a huir; estamos hechos para el riesgo y enfrentar los malos momentos.

-Liam...- balbuceo, apretando su mano.

-Yo tenía planeado hacer esto hace meses, pero no puedo resistirme a una mujer a la que no le interesa lo que los demás piensen, con tal de defender a un hombre que no lo merece y a un niño de cuatro años, quien no tiene la culpa de la vida que le tocó. Yo no tengo miedo de aceptar a alguien que demuestra lo que siente, Luna. Te quiero un doscientos porciento conmigo y estaré complacido de poder llamarte mía, y no tengo ningún problema en gritarlo al mundo, porque ya tardé mucho en decirte esto y quiero que sepas que si aceptas no habrá vuelta atrás.

-No quiero aventuras con nadie más- le advierto. Me mataría que estando conmigo, tenga la idea de engañarme.

-Más te vale que no, no soportaría que lo hicieras- ahora sí está muy serio, y sus penetrantes ojos miel me suplican un montón de cosas y puedo rescatar una.

-Ni yo, Liam- le digo, segura del amor que siento.

-Esto tiene que salirnos bien, porque nos hace felices, ¿no es así?- asiento y sus dedos tiemblan sobre los míos-. ¿Aceptas ser mi novia?

Tenía tanto tiempo esperando por esa simple pregunta, y en el momento en el que me llega, sé que ambos estamos preparados. Lo sé de corazón.

-Acepto- lo abrazo y él respira duramente, como si estuviese aguantándola por mucho tiempo.


Se acomoda en su lugar y pronto estamos relajados, él conduce con una sonrisa y no dice absolutamente nada. Simplemente me mira de reojo y yo me pongo roja al instante, como si estuviésemos conociéndonos hoy mismo.

Quiero bajar del auto y gritar lo feliz que soy de que este cabeza hueca me haya elegido.


** **

La mañana siguiente, estoy en shock por todo lo ocurrido, pero no he dicho nada, ya saben; las cosas se pueden arruinar si se cuentan antes de tiempo.

Tengo mi mesa de noche repleta de la comida chatarra que Becca ha hecho favor de traer y obligarme a comer.

-Y fuimos a una boda- comenta con simpleza. Tomando un cacahuate y dejando que el resto salgan de la bolsa.

Diamantes oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora