Cuando el calor desaparece de mi cuerpo y mi mente comienza a entrar en razón, caigo de cuenta en la realidad, realidad en la que incluía a un apuesto demonio de pie frente a mi con una sonrisa burlona en el rostro mirando directamente a mis piernas las cuales permanecían abiertas por la pastura anterior acompañadas de un temblor gracias al acalorado momento de hace unos minutos.
-¡Oh Dios!- llevo ambas manos a mi cara cubriéndome.
-Agh, acabo de darte un buen orgasmo cariño... al menos un poco de consideración al pronunciar la primera frase.- mira a otra dirección sujetando el puente de su nariz con sus dedos.
-¡Dios que vergüenza!- cojo mi ropa y me meto al baño en donde mojo mi cara, me limpio abajo y termino nuevamente de colocar mi ropa, salgo y él seguía en la misma posición.
-Tienes un bonito cuerpo, creo que lo que más me gusta es tu pequeña estatura...- mira con lujuria todo mi cuerpo incluso cuando este estaba cubierto por la tela de las prendas que me puse.
-¿Quiere algo más?- me golpeo mentalmente por la pregunta.
-Quisiera muchas cosas ahora mismo pequeña.- se acerca y sostiene mi cara con una de sus grandes manos -pero por ahora solo debo llevarte con tu tío.
-¿Tío? dijiste que mi papá te había mandado.
-No, dije que hipotéticamente el me había mandado pero seamos sinceros, él que me dio la orden de llevarte fue tu tío, Lucifer... tu papá no esta de acuerdo en eso, no quiere que algo te pase.
-¡¿Lucifer?! ¡¿mi tío es Lucifer?!
-Si cariño, lo sé mi hermano es muy fam....
-¡¿Hermano?!- mucha información de golpe pero si Lucifer es mi tío, quiere decir que es hermano de mi papá, por lo que... -¡Tú también eres mi tío!
-Así es pequeña.- me mira coqueto.
-Dios deje que mi tío me tocara.- me dejo caer al suelo y cubro mi rostro con ambas manos.
-Si.- suelta con una risa -eres mas sucia de lo que pensé, pero me gusta.
-¡BASTA!- ríe -de a verlo sabido jamás hubiese dejado que me tocaras un pelo.
Lleva su mano a su pecho y finge un gesto de dolor para luego volver a soltar una risa burlona en mi dirección.
-Probablemente, por lo que me doy cuenta son muchas cosas las que te tengo que explicar antes de llevarte a casa, pero para eso necesitamos café.
-Sígueme.- bajo las escaleras con él siguiéndome el paso, una vez en la cocina saco las semillas de café y las coloco en la máquina eléctrica ubicada en una esquina de la cocina.
-Tú mamá tiene buenos gustos para decorar la casa.
-¿Cuántos tíos aparte de ti y Lucifer tengo?
-Sin cortarnos a nosotros dos y tu padre, son cuatro.
-Genial, tengo seis tíos y me imagino que todos son demonios.
-Muy astuta pequeña, primero esta Lucifer que es el rey del inframundo aunque me imagino que su historia ya te la sabes.
-No del todo.- contesto entregándole una taza de café cargada.
-Bien, fue el primer ángel caído y como la mayoría sabe el más hermoso. Pero mi hermanito fue demasiado soberbio y esto lo llevo a desear un trono imposible de alcanzar, esto no lo detuvo claro ya que armo una rebelión, no tuvo éxito claramente. El arcángel Miguel pudo derrotarlo y lo obligo a vivir y gobernar el inframundo por toda la eternidad.
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La Hija Prohibida
Teen FictionAmon, uno de los más importantes príncipes del infierno que representa la ira y todos sus derivados. Capaz de inducir al odio y la venganza, conoce el pasado y el futuro. Demonio que comanda 40 legiones pero este siempre había anhelado el trono, el...