Las series que marcaron mi infancia

Los tópicos que más me molestan en los fanfics sobre famosos

• “Me enamoré de mi padrastro”

En todos los fandoms está presente este tópico. La verdad es que yo no entiendo cómo le puede gustar a alguien un hombre que probablemente le lleva 30 años, y ya debe estar arrugado y panzón. Y, aún suponiendo que el padrastro en cuestión sea mucho más joven que su pareja y cercano a la edad de su hijastra, el hecho de ser un padrastro significa que es el novio o esposo de tu madre. Sin importar el carácter de tu progenitora o la relación que tengas con ella, ¿cómo vas a traicionar de esa manera a la persona que te trajo al mundo solo por un pene? Como mencioné en el apartado anterior cuando hice alusión a esto, no me valen las excusas típicas de “ay, me violó, pero es que es irresistible”. Pero ven acá, ¿quién es tu padrastro? ¿Axl Rose en los 80's? Ah, sí. Que ese sí era el caso. Pero bajo esa premisa ninguna excusa sirve, ni aunque el tipo tenga el pito de oro.

• “Mi tío [Hot]” (y otros familiares, pero los tíos son las víctimas más frecuentes)

Yo no sé qué tienen en la cabeza las personas que dicen ser fans de un artista, y luego los pintan como viejos verdes depravados que quieren comerse a sus hijas, sobrinas y primas o hermanas como si eso fuera lo más normal del mundo. Aunque tu padre, tío o hermano sea Brad Pitt, siguen compartiendo un parentesco en primer grado de consanguinidad y no deberías verlo de otra manera. En todo caso, si fantaseas con que tu tío, tu padre o tu abuelo te dé duro contra la pared, consulta a un psicólogo, que eso es una parafilia muy seria. Que los animes con estas temáticas no te coman el coco; no está bien, ni es natural entre seres racionales como se supone que somos los humanos. Lo peor es que, al igual que en el primer caso, en cada fandom te puedes encontrar con algo de este estilo.

• “Mi niñero sexy”

Este cliché está, súper desgastado no, lo siguiente. Desde su mismo origen, no tiene ni pies ni cabeza. Se supone que los niñeros son para niños pequeños, no para adolescentes de casi 18 años o chicas de más de 20. Además, lo más lógico sería que un niñero sea responsable y maduro, no un chiquillo de casi la misma edad de a quien va a cuidar y que se la quiere tirar nada más verla. Existen otras justificaciones mucho más coherentes para fomentar una convivencia entre los protagonistas. Una vez más, de este mal padecen todos los fandoms.

• “Mi profesor caliente”

Cómo no, todos los profesores son ahora depravados que quieren acostarse con chicas a las que les llevan 20 años. No importa si nunca podrías imaginarte a cierta persona al frente de una clase; de todos modos, de este cliché no se libra ni Dios.

• Apología de la violación

“Viólame, Fulanito”. No sé ya ni qué pensar sobre esto. Podría ser “Ten sexo conmigo, Fulanito”, ¿pero “viólame”? ¿Tienen idea de lo que están diciendo? “Si es X persona, me dejo violar”. Noto una contradicción aquí, porque se supone que, si hay consentimiento y ambas personas son mayores de edad y en pleno uso de sus capacidades mentales y físicas, no hay violación. “¡Te quiero violar!” Esto lo dicen como si fuera un piropo. Si me lo dijeran a mí, procedo a correr por mi vida.

• Drama innecesario

Si tu novio es un bombón súper famoso al que treinta mujeres le caen encima todos los días para abrirle la bragueta, ¿por qué armas una escena de celos sacada de una telenovela mexicana cuando ves que una fan lo está abrazando y la prensa insinúa que es su novia, cuando todos sabemos lo viperinos que son los medios de comunicación? Nadie puede embarcarse en una relación esperando cambiar a la otra persona. Si lo conociste sabiendo que era mujeriego, drogadicto o que tenía un carácter de armas tomar, y que encima era famoso y deseado, y aún así aceptaste el reto de ser su pareja, ¡entonces no armes un drama innecesario por la primera tontería que no te siente bien! Lo peor es que, cuando se dejan, la mujer ya tiene una fila de pretendientes esperando por ella y enseguida agarra al primero que le parece, como si no pudiera vivir sin un pene. Al final, luego de treinta años, regresa con su verdadero amor, resolviendo en 500 capítulos y diez libros lo que pudo haberse alargado mucho menos de no ser por el drama telenovelesco de relleno, obviamente creado por gente sin mucha imaginación que se copió de algún culebrón de los viejos.

• Deseos a las estrellas, el polvo mágico, los viajes en el tiempo

Típico: le pides un deseo al cometa Halley para conocer a tu artista favorito o viajas en el tiempo para salvar a alguien, y tu ídolo te trata como basura y/o no puedes salvar ni tu alma. De paso, podrías haberle pedido a la estrella o al polvo que tu ídolo te amara tanto como tú a él. ¡Odio estos tópicos! Y los veo por todas partes. ¡Los odio de verdad!

• Todo fue un sueño

Esto es algo que me hace sentir estafada. Después de perder mi tiempo miserablemente leyendo tus dramas baratos, ¿cómo me vas a decir que todo fue un sueño al final?

• Venden humo

Odio que los escritores pinten el panorama como de que va a haber una relación romántica entre la protagonista femenina y el X famoso; pero luego meten el drama innecesario y ella se queda con otro. ¡¿Por qué me creas falsas expectativas, maldito autor/a?!

• Pornografía

Estoy muy a favor de las escenas eróticas. Pero es que a veces me encuentro cosas que deben haber sido escritas por una puberta de 13 años mientras se masturbaba; si no, no me lo explico. Si van a plasmar sus fantasías sexuales con famosos en un texto público, por lo menos usen las palabras adecuadas. ¿Qué es eso de “me agarró las tetas” o “me metió su cipote”? ¿Lo ven? Esas son las consecuencias nefastas de la proliferación del trap.

¡¿Por qué no puedo encontrarme con un fanfic de este tipo decente, que me dé ganas de leerlo de principio a fin y que me deje a gusto?! ¡Escritores de estos fanfics, dejen las drogas! ¡Les están matando las neuronas!

¿Qué opinan? ¿Han encontrado buenos fanfics de este estilo? Bien redactados, sí he visto; pero la trama era siempre incoherente por lo que ya he mencionado. ¿Cuál es el mejor que han leído? ¡Háganmelo saber!