«Me gustaba verle, pero a veces era un incordio de hombre»
Zoe.
Un joven Rhett se despertó a la hora de siempre, como de costumbre, antes que el despertador.
Las 5 de la mañana se mostraba en el reloj digital que tenía en su mesa de noche.
Semidesnudo, con tan solo unos calzoncillos que tapaban su desnudez, caminó hacia su cuarto de baño para darse una ducha rápida y, mientras la radio que había encendido previamente decía las noticias del día en Los Ángeles, él salió con solo una toalla tapándolo demasiado poco. Se peinó sin importarle mucho el aspecto de su cabello y salió.
Ese día lo iba a aprovechar para estudiar antes de irse a clases y ya, durante el día, entrenaría como de costumbre, para prepararse para su próximo partido de baloncesto con su equipo de la universidad.
Mientras se preparaba el desayuno, no paró de darle vueltas a la conversación que había tenido con el padre de Zoe el domingo, después de estar con ella. Empezó a preocuparse realmente por esa chica, más de lo que ya estaba el domingo.
Y cuando el padre de la chica le preguntó si ella estaba pasando un mal momento, él le dijo algo para no preocuparles y que estaba estresada por los exámenes, que él también estaba igual que ella. Y les prometió, antes de que sus padres se lo pidieran, que estaría ahí para lo que ella necesitara, que no iba a estar sola y que, cualquier cosa, les avisaría a ellos.
Rhett sabía que no debía agobiarla, ni hacerle preguntas incómodas, pero iba a estar ahí, la intentaría ayuda y, si un día ella hablaba con él, sería todo oídos para ella.
Tomó un sorbo de su café, notando como el sol se iba poniendo y los rayos de luz entraban por la ventana para chocar contra el torso desnudo y fuerte de Rhett.
Aprovechó toda esa mañana para estudiar, hasta que escuchó, ya a las 6 de la mañana, un ruido en el pasillo, ya que su piso parecía tener paredes de papel.
Alguien estaba tocando la puerta de Zoe y se levantó de su silla para poder observar quien era y tener ciertas pistas sobre su secreto.
Entonces, al mirar por la mirilla, observó a un repartidor entregándole unas flores rojas a la joven, dejando completamente dudoso a un Rhett que solo tenía más y más dudas sobre lo que escondía Zoe.
No paraba de preguntarse que es lo que hacía ella, como cuando hacía varias semanas la vio subirse al coche de un hombre mucho más mayor que ella y, hacía un tiempo, algún que otro hombre la acompañaba al edificio y lo veía desde la ventana, pero nunca llegaban a subir o, incluso, como llegaba tarde algunas noches o por las tardes ni aparecía por su piso. Quizás solo salía con Faith o quizás simplemente iba a la biblioteca, pero no explicaba el motivo del porqué recibía muchas flores desde hacía tiempo y aquellos extraños hombres.
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Secreto A Voces [+18] ✔️ (COMPLETA) #PGP2023
Romance🏆 Finalista de los Premios Wattys 2022 🏆 Zoe y Rhett. Rhett y Zoe. Una relación complicada. Ambos se odian y no pueden ni verse, pero Rhett le fascina molestarla, es uno de sus pasatiempos favoritos. En cambio, Zoe ya tiene sus propios problemas c...