Capítulo dos

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Estaba nerviosa y no lo entendía, solo se trataba del mensaje de un desconocido.

¡Ya me respondió!

No se le vayan a caer los dedos por tan exceso de la letra a en su "hola".

Sin embargo, la emoción de mi mejor amiga fue enorme. 

AHHHHHHHH. 

Me cuentas TODO. 

Que sí lo haré, pesada.

En realidad, no se trataba de la gran maravilla del mundo. El chico solo había respondido un simple mensaje. Y, hasta ese momento, ni siquiera sabía el por qué había accedido a enviarle ese primer mensaje. 

Horas antes

—¿Bromas telefónicas? —sugirió Karina. 

Mi mejor amiga y yo nos miramos con complicidad y sonreímos maliciosamente. Sin duda sería una noche interesante. 

Se trataba de un día importante: el cumpleaños de Julieta; una fecha que sin duda recordaría en el futuro. La noche había caído ya y los invitados se dispusieron a marcharse, solo quedábamos en el juego la cumpleañera, la mejor amiga 2 y la mejor amiga 1 (yo). La noche aún era joven, así que decidimos divertirnos un poco. 

—Hola, guapo. —Dije al desconocido.

No tenía ni el más mínimo conocimiento de con quién hablaba, pero había accedido a ese juego.

—¿Hola? —respondió la voz desconocida al tercer tono.

—¿Cómo estás? Aparte de precioso, claro.

Mis dos compañeras de juego cubrieron su boca para no reír y yo traté con todas mis fuerzas de no hacer lo mismo.

—¿Quién habla?

—El amor de tu vida. Guiño, guiño.

Al decir aquello colgué. Las tres personas que nos encontrábamos sentadas formando un círculo nos partimos de la risa. ¿Quién diría que con un par de tragos encima nos pondríamos tan locas?

—¿Qué tal si llamamos a Carlo? 

—¿Tu mejor amigo? —pregunté a Julieta.

—Sí. 

Nuevamente tendría que ser yo la que hablara, pues podrían descubrir nuestra identidad si reconocían la voz de alguna de las dos. Era momento de sacrificarme por el equipo. Marqué al número dicho y contestó enseguida.

—Hola, guapote.

—¿Quién habla?

—El amor de tu vida.

Escuché su risa al otro lado de la línea. 

—No, de verdad, ¿quién eres?

En ese momento entré en pánico. ¿Quién era? Con señales traté de preguntarle a mis dos compañeras, pero tampoco respondieron.

—Soy... Elizabeth. 

—¿Nos conocemos?

Miré con pánico a Julieta, pero esta vez sí me respondió en voz baja.

—Sí, íbamos juntos en la secundaria. 

Hubo un momento de silencio y después preguntó:

—¿Estás con Julieta?

Quise partirme de la risa, ¿cómo rayos lo supo?

—Claro que no. Yo estoy en mi casa. —Mentí—. Pero, ¿sabes que hoy es su cumpleaños?

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2022 ⏰

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