No Importa Que... [Garucca] [Terminada]

Capítulo 36

Era hora de que partiera, todos tenían que regresar a sus aldeas y aportar algo al imperio si querían prosperar.
Antes de que pudiera reunirse con ellos, se alejo un momento para estar con ella. 

Fuera dela vista de todos...

Pucca: ¿Volveré a verte? [Pregunto aun entre el abrazo]

Garu: claro que si. [Dijo mirándola] Volveré a buscarte.

No había mucho que decir en realidad, por una parte Pucca solo quería que se quedara a su lado, la guerra ya había terminado, no tenia porque seguir alejándose. Mientras que Garu se sentía de la misma forma, solo quería estar con ella, ser él quien la cuidara.

Pero al parecer las cosas hablaban por si solas. 
Como una vez lo dijo Muji, los marcados serian señalados. Y antes de que ocurra algo, debía esconderse y mantener un perfil bajo.
Las personas sabían de su posición social, pero al menos no sabían de su parentesco con Sanada y Takeda. con eso lograba mantener seguros a sus hermanos. Y de parte, no quería involucrarla a ella, si se iría al menos sabra que estará bien. 
A pesara que ya lo habían hablado, para Pucca aun le era complicado alejarse de él, sin duda pasaría demasiado tiempo para volverse a encontrar, pero de algo estaba segura, lo esperaría el tiempo necesario. 

Con aquel sentimiento, le abrazo por el cuello y se acerco lo suficiente hasta él, si se separarían, al menos quería sentirlo una vez más, quería volver a sentir aquello, que solo él sabia provocarle. 
Al ver lo que ella buscaba, de la misma Garu la tomo de la cintura y la acerco más a él, bien pudo sentir que su cuerpo tembló en cuanto la toco, y de forma lenta volvió a tomar sus labios y los acaricio con los suyos. 

/Por otro lado/

Takeshi, Gura y Aika estaban tratando de encontrar a Garu. Desde que habían llegado a Nitta, no lo habían vuelto a ver, y ahora Shina estaba por partir. Lo más probable era que él se fuera con ellos.

Estaban tratando de dar con su paradero, por ello, se habían separado tal vez así lograrían encontrarlo más rápido.  
Por el lado de Gura, se había alejado unas cuadras del protón de la aldea, justo donde no había tanta gente, no había encontrado a su hermano entre la gente del clan Shina, tal vez y si tenia suerte estaría en los alrededores. 
Por más que lo intento, pero no logro encontrar ningún rastro de él. 

Sin darse cuenta, había tropezado con una persona, al punto de tirarla al suelo. Cuando se fijo de quien se trataba, no dudo en extenderle la mano y ayudarla en ponerse de pie. 

Yoana había chocado con él sin haberse dado cuenta, estaba más concentrada en lo que traía en las manos que no se fijo por donde caminaba. 

Gura: Yoan, lo lamento. [Le ayuda] No me fije, es mi culpa. 

Yoana: No hace falta que te disculpes, yo tampoco me fijaba por donde iba. 

Diablos, adoraba como la llamaba.

Sin haber puesto atención, ninguno de los dos se había fijado que continuaban tomados de las manos. Se habían concentrado más en disculparse y en aquella mirada que ambos sostenían y fue entonces que se percataron de la calidez y suavidad que daba aquel roce, y se fijaron que ambos continuaban sostenidos de las manos. Con timidez ambos se soltaron, más nunca se apartaron, al contrario, parecía que quisieran mantener la distancia. 

Sus mejillas de ambos se notaba un color carmín, debido a la vergüenza de hace unos momentos.

Gura: l-lo siento. 

Yoana: no, no hay problema. [Dijo casi en un susurro]

Entre ambos se hizo presente el silencio, por un momento fue tranquilo, pero de repente se volvió algo incomodo. 
Cuando Gura se fijo por completo en ella, su mirada se centro por completo en las flores que traía en su mano.  Eran camelias. ¿Alguien se las había dado?