Escritos nocturnos

1.

Y te miré, miré tus ojos pensando que en ellos había una galaxia, un mar de secretos esperando a que los descubriera.

Y te besé, sintiendo que me en esos labios estaba el infinito, pensando que después de tus besos ya no necesitaba nada pues lo tendría todo y más.

Y te dejé, te dejé sabiendo que me dolería tu partida, sabiendo que nunca encontraría a nadie como tú.

Y te ví, ya de la mano de otra persona, eras feliz, sonreiste como nunca lo hiciste conmigo, te miré pero tú a mí ni un vistazo me diste, simplemente pasaste de largo. Esto era lo mejor, pues nuestros caminos ya se habían separado.

Te toqué, miré, besé, amé, lloré, sufrí, pero ya todo había acabado, ya nos habíamos dejado, simplemente no estábamos destinados.