Al entrar a la casa lo primero que hice fue darme una ducha, el agua caliente fue calmando la adrenalina que me corría por las venas por el pasado acontecimiento vandalico... ¿vandalico? ¿Eso existe?
Saliendo del baño mi teléfono vibró, era un mensaje te texto de Abbie diciendo que llegó bien pero habían 4 llamadas perdidas de Akon de hacia 15 minutos. Le devolví
-¿Si A? - saludé
-¿Dónde estabas Ann? - Demonios, ¿sabrá de la carrera?
-Yo estaba en el baño, bañándome.
-Uh, bueno, Ryan tampoco va a llegar temprano a casa el día de hoy, así que me toca dormir contigo otra vez ¿Quieres que te lleve algo de comer?
Comida, lo que necesito.
-Claro, quiero un sándwich de pollo.
-Perfecto, te veo en unos minutos, comportate pulga.
-Claro, Adiós.
Terminé de cambiarme y usaba una de mis pijamas favoritas, me acosté en el mueble del salón a ver un especial de zombies que estaban pasando. Unos minutos más tarde Akon llegó a la casa.
-¡Cariño ya estoy en cas... Huh, estás aquí - sonrió
-¿Cariño ya estoy en casa? - pregunté enarcando una ceja divertida.
-Ya sabes, como los esposos y las esposas .
-¿Tú mi esposo? Ew - reí
-Pfff, ya quisieras tú tener un esposo tan sexy como yo.
-Lo que sea - le saqué la lengua.
-¡Annie por Dios! ¿Que demonios estas viendo? - gritó, mientras saltaba detrás del sofá asomando la cabeza.
-Una pecula de zombies - sonreí
-Yo me voy de aquí, iré arriba y tomaré una ducha, tu sigue viendo eso seres en descomposición, espero que no tengas pesadillas luego - me guiñó un ojo y se fue escaleras arriba.
Luego de devorar mi sándwich esperé que acabará la película y me fui a dormir.
Inmediatamente Akon sintió el peso mio en la cama, lanzó un pie por encima de lo míos y puso uno de sus brazos en mi cadera, me acurruqué cerca de el e inmediatamente caí en el país de los sueños profundos.
*
El olor a pan tostado y huevos revueltos inundó la habitación haciendo que abriera los ojos, alguien estaba haciendo desayuno.
Me lave los dientes años de bajar como zombie embobada por el olor de la comida , Akon estaba de pie en la cocina con el delantal rosa tarareando una canción y moviendo las caderas.
-Hmm ¿Buenos días? - le dije
-Buen día pulga - saludó
Rodé los ojos -¿Sabes? Tanta amabilidad me confunde - enarque una ceja y el sonrió ampliamente.
-Cállate la boca y come tu desayuno.
-Huh...
Mejor obedecer, puse atención a mi plato y no hable hasta que terminé.
-¿A qué hora son tus clases de hoy? - pregunté
-Hmm - miró el reloj que colgaba en la pared de la cocina - en una hora.
-¿Puedo ir contigo? No tengo nada que hacer...
-Bien, solo espero que te comportes, no me gustaría arrancar un par de ojos tan temprano.
-No es como si yo fuera a coquetear con ellos Akon .
-Tampoco es como si fuera necesario que lo hicieras Annie, vas a vestirte lo más decente posible o no iras a ninguna parte.
-Oye oye, conmigo no uses ese tono mandon - me crucé de brazos.
-Yo. Puedo. Hacer. Lo que se me de la gana. - Sonrió - Lo sabes.
Le saqué la lengua y subí a mi habitación a bañarme. Media hora después ya íbamos de camino a sus clases, yo iba en el asiento del copiloto y el hecho de que Akon fuera el que conducia, no impedía que el bailara de la forma en que lo hacía. En realidad, el se muy bien, pero yo no le iba a decir eso porque su ego estaba bastante alto y yo no iba a ayudarlo a crecer.
Luego de unas cuantas clases de baile tutoriadas por Akon, llegamos al lugar. Era un edificio grande de 5 pisos de color blanco hueso, se veía de Nivel, habían varios chicos afuera, otros llegaban, unos solos, otros con sus padres quienes lo dejaban aquí y se iban. Cuando entramos pasamos por unas cuantas aulas en el primer piso, por las ventanas de cristal se podían ver los niños golpeando sacos de boxeo estaban entre los 8 y 10 años.
-En la primera planta están los más jóvenes, de 8 a 12 años, en la segunda se encuentran de 13 a 18, todos los de la misma edad se agrupan en aulas diferentes pero en el mismo piso, en la tercera planta, que es donde estoy yo, se encuentran desde los 19 hasta los 25, la cuarta planta es de más adultos y la quinta esta llena de oficinas, ahí es donde está el personal administrativo.
-Interesante... - murmuré
- Lo es.
Akon había pasado por todos los pisos, según sabía el estaba aquí desde los 8 años, había ingresado un poco después de que lo conocí pero el ya tenía mucho conocimiento sobre el deporte antes de. También llegó a practicar Karate, era muy bueno en ello pero eso ejercía mucha presión en el así que decidió dejarlo y quedarse con lo que verdaderamente le apasionada.
Dimos vuelta en un pasillo que quedaba a la derecha de recepción y entramos al ascensor, nos bajamos en la tercera planta y entramos al aula número 4.
Alrededor de 12 chicos estaban dentro de la habitación, incluso había 2 chicas que no lo parecían, sus brazos tenían músculos muy definidos y se veían bastante rudas como para intimidar a cualquier mujer, incluso a mi. Todos nos miraron inmediatamente atravesamos la puerta del aula, lo que me hacía sentía bastante incómoda, nunca me había gustado ser el centro de atracción.
-¿Qué hay chicos? - saludó - Chicas - sonrió de forma encantadora.
Unos cuantos saludos con las manos se dirigieron a Akon seguido de algunos Hola en murmullos y ambas chicas le guiñaron un ojo. Yo sin saber que hacer, saludé con la mano y Susurré un hola acompañado de una sonrisa.
Los chicos me estaban escrutando con los ojos, lo que hizo que Akon visiblemente se tensara a mi lado.
-Sawyer - señaló a un rubio de ojos azul verdoso que no dejaba de mirarme - Aleja tus ojos de ella si los aprecias.
Sawyer levanto ambos brazos en señal de rendición y continuó levantando la pequeña pesa de color negro.
-Annie ve y siéntate allí - señaló unos bancos de cuero que estaban en una especie de tarima del lado izquierdo del aula.
Akon subió a un ring que yo no había notado aquí, y necesitaba chequear mi vista porque este estaba en el mismo centro del aula y no era para nada pequeño. Tomó sus guantes y se los paso. Sawyer subió al ring e hizo lo mismo que Akon.
Ellos iban a pelear.
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Dylan Danger |DD#1| - Akary Gressed
Novela Juvenil- ¡Mantente alejada de él ! - gritó Akon caminando de un lado a otro, intentando hacer un hoyo en el piso de mi habitación. - ¿Cuál es tú problema? ni siquiera lo conoces. - Tal vez no lo conozca, pero sé lo suficiente para no quererlo cerca tuy...