SUEÑO.

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El hospital huele a medicina, y a mí no me gusta la medicina, tener una manguera pegada a mi muñeca es incómodo, y no poder hacer más que estar acostado me molesta. La cama es incómoda, los sonidos del hospital son aburridos.

—Sombrero de paja —saluda Torao entrando a mi pequeño espacio, cierra la cortina y se sienta a mi lado, en una silla.

—Creí que ya estaba bieeeen —suelto quejándome. —¿No comí suficiente carne?—Torao suelta una risita. Es la primera vez que se ríe. —¿Estaré bien?

Ambos nos miramos con seriedad.

—Lo estarás.

Nuestra conversación cambia, me explica cosas medicas y lo que haremos en la semana que estaré en el hospital. Parece preocupado, y yo también lo estoy.

Law

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Law.

Todos en la sala de doctores hablan del caso que me encargaron. Muchos susurran que el pobre chico no tendrá salvación. Otros comparten anécdotas sobre sus casos parecidos, en los que la mayoría no pasa la cirugía. Todos los días es así, el pesimismo en la sala es palpable, pero no es necesario contagiarse. Esta vez, tengo la oportunidad de salvarlo.

Al salir de la sala me dirijo a visitar, cómo hago rutinariamente, al joven sombrero de paja. Al pasar frente al comedor una risita seguida de unas carcajadas llaman mi atención.

—Doctor D. Perdóname, me distraje un poco —se disculpa una de las enfermeras al verme entrar. Mi mirada se posa en el chico que lleva un sombrero con listón rojo. La enfermera sale con prisa dejándonos solos. Me siento frente a él y me cruzo de brazos. Lo observo terminar de comer y parece feliz.

Es un chico realmente alegre, lleno de energía, a veces es compulsivo, pero es debido a su explosión de emociones. Sus ojos son enormes, y dice mucho con ellos, no sabe mentir y eso solo demuestra la inocencia de su alma. Es un gran chico, uno que merece vivir, seguir adelante y alcanzar cualquiera que sea su meta.

Después de un pequeño regaño volvemos a su pequeño lugar en la habitación, se sienta subiendo a pies, los cruza y juguetea con sus dedos.

—Sombrero de paja —lo llamo.

—¿Yo debería llamarlo "Sombrero de Vaca?" —su inocencia es lo que más me irrita, porque lo dice con tanta seriedad.

—No.

—Bueno —no tiene intención de negociar. —Torao es suficiente, su nombre es realmente difícil de pronunciar. Apuesto a que sus padres siempre le decían "Ta" para abreviar.

—No. No lo hacían. —Suspiro y sigo: —¿Hay algo con lo que sueñes?

Sus ojos brillan y sonríe de oreja a oreja.

—Quiero viajar.

Por alguna razón, desearía verlo sonreír por siempre. 


Luffy es tan inocente que parece esos niños pequeños que te hacen preguntas incomodas sin tener la intención de incomodarte

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Luffy es tan inocente que parece esos niños pequeños que te hacen preguntas incomodas sin tener la intención de incomodarte. 

Pero todos lo amamos. <3


CORAZÓN. (LAWLU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora