Capítulo treinta-seis

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Los pasos del príncipe pronto se van dirigiendo al exterior de la vieja cueva subterranea, en su interior puede escucharlo gritar y gritar una tras otra vez, Jordán le ignora durante todo el rato, no piensa en responderle porque es el castigo que se merece, vivir atrapado sabiendo que nadie le escuchara e incluso si alguien le escucha, nadie va a responder a su llamado.

—Jordán, no puedes hacerme esto—espeta Jeremy reclamando el hecho que de que el príncipe no responda a su llamado—vamos, sabes que me escuchas, no me ignores.

Las manos de Jordán se mueven hacia los lados de su cabeza sosteniendola, el ruido provocado por Jeremy es bastante fuerte que hace que le duela demasiado, en busca de aliviar la cefalea que le da, lo manda a silenciar para tener un poco de paz, esta habilidad aun no esta controlada por completo, en el futuro necesitara poder dominarla por completo.

En verdad necesito buscar una manera de controlarlo—murmuro el príncipe en voz baja—si me vuelvo inestable en verdad podría confundir las personalidades.

Ciertamente la habilidad de devorar permite a su dueño encarcelar a otras personas, si bien del mismo modo tomar las habilidades tanto como las maldiciones y hacer uso de ellas como beneficio tambien existe el gran riesgo de perder su memoria, confundirse y mezclar sus personalidades si en algún momento se vuelve demasiado inestable, por esto mismo esta no es una habilidad que se pueda usar siempre, más bien es una carta de último recurso.

Necesitaré comprobar la maldición de Jeremy a fondo—pensó mientras chasqueaba sus dedos, acto seguido el príncipe desapareció de un momento a otro.

...

Antes de llegar a su destino bruscamente se vio detenido por un ángel que se coloco enfrente suyo, la mirada del ángel le barrio de arriba a bajo mirando con lo desprecio, los ojos del ángel mostraban el rencor que siempre había existido por los suyos, de manera delicada se acerco el ángel.

No hay porque pelear, solo dejame tomar tú vida—menciono en un tono amable sacando una cuchilla dorada, Jordán solamente necesito echarle un vistazo para comprender de donde provenía toda la seguridad del ángel, ¿como no iba a estar seguro? si el arma que tenía en sus manos era un arma divina.—te aseguro una muerte indolora

El príncipe detenidamente lo examino de la misma manera que el ángel lo había hecho con él, sin embargo, a diferencia de este, Jordán le dio una mirada fría y una sonrisa burlona, coloco su mano derecha sobre su cuello y de manera relajada se expreso—¿Tú nombre es?

—No hace falta que lo sepas—bramó el ángel acercándose hábilmente, rápidamente la distancia entre el demonio y el amado hijo de Dios se acorto, la mano del ángel sostuvo el rostro del príncipe, no es que no lo hubiera visto venir, ni que sus habilidades estuvieran encima de las suyas, solamente que le resultaba divertido la inexperiencia de ese ser.

Durante un rato le miro, esperando algún movimiento de parte suya, cosa que no pudo presenciar, molesto el ángel volvio a hablar—¿No temes a la muerte?—dicha pregunta lanzada, causo una carcajada de parte del príncipe, quien con sorna cuestiono—¿Muerte?.

El ángel no comprendió porque este le cuestiono de vuelta, intentando entenderlo de repente sintió un movimiento brusco contra su mano, el demonio había apartado su mano sin ninguna consideración, además tampoco se había escapado, simplemente se limitó a quedarse en su sitio mirándolo de manera fría y sin miedo.

"Si, la muerte existe, pero no me ha ganado"—solto encogiéndose de hombros sin aguardar una distancia entre ellos, el ángel lo noto enseguida, el demonio enfrente suyo no le temia nada, su primera caza y ni siquiera podía aterrorizar a un simple demonio, lleno de coraje por la actitud despreocupada del sujeto frente suyo agito la cuchilla sobre su oponente sin dudarlo siquiera, debido a la poca distancia apunto hacia el cuello, quería su cabeza, la cabeza de un demonio sería un gran honor si la llevase a tierra santa.

Un leve hilo de sangre cubrió a la hoja de la cuchilla, la sangre del príncipe resbalo ligeramente por su cuello, no fue profundo, solo un vil rose superficial sin embargo parecía demasiado suficiente como para emocionar al ángel.

La enorme sonrisa se asomo en el rostro de este, realmente lo estaba haciendo mejor de lo esperado, sería el primero de su curso en matar a uno de sus enemigos naturales, en destruir a aquellos seres que solamente sabían envenenar el alma de los humanos.

Por otra parte el principe con su dedo indice toco la herida superficial de su cuello, sin pensarlo la limpio con su dedo indice y se lo llevo a la boca, incluso su propia sangre sabia exquisita.

"Llamadme loco, si así lo quieren, pero no hay nada mejor que el olor y el dulce aroma de la sangre"

Su propia sangre lo estimulo despertando a cada uno de sus sentidos adormecidos—¿Es eso todo lo que tienes?—pregunto con sorna el joven príncipe burlándose del torpe intento de asesinato—Supongo que esperaba mucho de un ángel, es una total decepción—menciono golpeando el ego del orgulloso ángel, quien volvio a atacar, lo siguiente suceso en verdad fue una lastima, ni siquiera fue capaz de seguir la velocidad de la mano del príncipe hasta que sintió la presión en su garganta.

—Rohan—llamo el príncipe al ángel por su nombre sorprendiendolo, así mismo este joven ángel sacudió sus alas intentando conseguir liberarse del agarre de Jordán, más no pudo, todo esfuerzo fue en vano, poco a poco sentía que el fin de su vida se acercaba a su fin.—¿Le tienes miedo a la muerte?—una sonrisa ladina se asomo en el rostro del demonio, que sin esperar una respuesta libero fuego sobre el cuello de su oponente.

Entre mascullos Rohan logro decir—N-nadie p-puede h-uir d-de s-su d-destin-no—la declaración del ángel ingenuo irritó al príncipe rápidamente, algo como el destino podía ser modificado teniendo el conocimiento a la mano, la realidad y la fantasía conducían a caminos inimaginables, la muerte tambien se podía vencer.

Sin medirse aventó el cuerpo de Rohan contra un árbol, albitrariamente este comenzó a toser sangre, su mano cubrió su boca ligeramente mientras tocia, al mirar su mano se conmociono, el mismo color, su sangre era del mismo color que la sangre del demonio que tenía frente a frente.

—¿Hay alguna diferencia?—Jordán sabia a que venia ese rostro palido y lleno de sorpresa, soltó una risilla burlona mientras le regalaba una mirada llena de dureza y frialdad—Otra cosa, el destino no es absoluto, ¿lo sabes, no?—se acerco de manera silenciosa hasta el árbol en un abrir y cerrar de ojos, con voz neutra le conto al moribundo ángel el secreto que había descubierto—¿Sabes quien es el responsable de nuestra guerra sin fin? ¡DIOS!, es irónico ¿no lo piensas?

Consternado el ángel le cuestiono la razón, ya a estas alturas no importaba lo que escuchara porque pronto moriría, debido a esto eligió oir los delirios del demonio, no tenía nada que perder, su vela en la tierra santa pronto se apagaría como la de otros cientos de ángeles, la noticia de su muerte se extendería por todos lados.

El odio hacia nosotros viene del conocimiento que no debemos obtener—menciono deliberadamente sin limitarse en este punto a guardar el secreto—debiamos ser ignorantes para que solamente uno pudiera resplandecer, si nosotros somos los malos, ustedes son los buenos, no obstante, al final quien resplandece es nuestro padre, solo él brilla.—con su mano revolvió el cabello del ángel que poco a poco perdía el conocimiento—Disfruta el sueño profundo.

Incluso si lo sabes, es algo que te llevaras contigo a la tumba—musitó sin ninguna sola emoción o sentimiento en su hablar y mirada, poco después su mano se deslizo hasta su frente e inicio el proceso de toma de poder del ángel muerto, el poder era bastante bueno y su habilidad tambien, en algún momento esto podría serle útil.

Ahora ¿quien eres?—pregunto divertido Jeremy mirando fijamente hacia algún punto perdido en la oscuridad—¿oscuridad o luz?—cuestiono de manera burlona haciendo referencia a los dos poderes que resonaban en el interior del príncipe, ambas energías luchando la una con la otra.

El cuerpo del príncipe tambien lo noto, ninguna de ellas quería dar su brazo a torcer, ambas energías eran un par de enemigos, no solo en la vida real incluso entre ellas la convivencia ¿era totalmente imposible?

Vas a morir, vas a morir—se hecho a reir Jeremy—eres un tonto, ¿que estabas pensando al tomar ambas energías?—cuestiono y recrimino al príncipe una seguida de otras veces, Jordán luego de haberlo ignorado por mucho rato finalmente le respondió con voz arrogante—Haré lo que nadie ha pensado—sentencio fríamente con una enorme sonrisa ladina—CREAR

El príncipe del Inframundo[#4]©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora