Capítulo 1

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Nota: Te dejó ahí arriba la foto del reto de escritura que encontré en pinterest y de donde saqué la idea para ecribir este pequeño shot. Perdón por los fallos ortográficos que pueda haber💖💖

La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo cuando tenía once años, creía en el amor y tenía el corazón lleno de sueños y esperanzas

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La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo cuando tenía once años, creía en el amor y tenía el corazón lleno de sueños y esperanzas.

En aquella carta escrita por un niño de once años, con mano temblorosa por miedo a confesar todo aquello, escribí todo lo que quise decirle pero nunca pude. Escribí todo lo que sentía pero tenía miedo de decirle.


Le hablé sobre lo mucho que me gustaban los hoyuelos que se le formaban en los mofletes cuando sonreía.

Sobre lo mucho que amaba el brillo de sus ojos al ver algo que le gustaba.

Sobre lo adictivo que era para mis oídos su risa.

Sobre lo mucho que me gustaba peinarle la cresta todos los días.

Sobre lo mucho que adoraba las pequeñas y preciosas pecas que salpicaban su rostro.

También le hablé sobre lo bien que me sentaba quedarme hablando con él hasta que no pudiéramos mantener nuestros párpados abiertos durante un segundo más.

Incluso le hablé sobre lo acompañado y feliz que me sentía cuando lo tenía a mi lado.

Le comenté también lo gracioso y adorable que me resultaba el bigote blanco que se le formaba sobre el labio superior cuando bebía leche caliente en aquel vaso con dibujos de ositos que tanto le gustaba.

Le dije que adoraba su sonrisa, pues dejaba a la vista sus pequeñas paletas separadas.

En aquella carta escrita con mala letra y lapiz de color naranja, en una hoja sucia y arrugada, le hablé sobre mis sueños y los momentos inolvidables que quería y esperaba compartir con él cuando fueramos adultos.

Le confesé incluso que él era el único ser en la tierra que podía curar las heridas de mi alma.

Y por último, le escribí también lo más importante: que lo amaba y lo seguiría haciendo por el resto de mis días. Porque aunque no fuera de sangre, era mi hermano y siempre lo sería.


Él nunca llegó a leer la carta.

La destruí y guardé todos esos sentimientos en lo más profundo de mi corazón para siempre.

Guardé esos sentimientos dentro de mi para que fueran míos y solo míos.

Unos sentimientos tan bonitos que tenía miedo que alguien supiera que sentía, pues me aterraba pensar que alguien se identificara con ellos y me lo arrebatara, porque pensaba que yo era el único que podía sentirse de aquella manera respecto al chico de la cresta despeinada y las paletas separadas.

Y ahora que no lo tengo conmigo y él tampoco me tiene a su lado, me arrepiento de haber destruido la primera y única carta que escribí en mi vida, porque en ella le confesé todo lo que sentía por él y me fui de esta vida sin decirle cuánto lo quería, seguro de que el tampoco se hacía una idea de cuánto lo amaba. 

Carta de amor - Gustabo García (oneshot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora