Veinticinco

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Take Me To Church - Hozier

🫰🏻

Al llegar a su casa no pudo más, se sentó en las escalerillas de la entrada y se cubrió el rostro con las palmas, pues las lágrimas salieran sin que pudiera controlarlas. Entendía que _______ estuviera furiosa, que no le apeteciera verla por el momento, incluso entendía si deseaba golpearla, pero, ¿estar con otra chica? Y eso si no contaba lo que seguramente había pasado con Camila Cabello.

Había decidido ir con las chicas a divertirse, ya que habían sido unos días complicados y llenos de arrepentimiento. Jamás imaginó que al entrar se encontraría con ese cuadro que no solo la hizo enfurecer, sino que también le rompió el corazón.

Ver a la pelinegra con esa tipa la había trastornado, tenía celos, pero también se sentía amenazada porque ella era inexperta y la meserita ya no tenía miedo de ir por ahí besando a otras; no, esa chica era como _______, sabía quién era, Lauren acababa de descubrirlo.

Se limpió las lágrimas en medio de un sollozo, el pecho lo sentía oprimido y el corazón, roto. Llevó una mano a su largo cabello, revolviéndolo de un lado a otro. Era consciente de que se había equivocado, pero también esperó que su amiga la comprendiera, que se detuviera un segundo a pensar en sus sentimientos, en los cambios que estaba experimentando. Y también la extrañaba, añoraba pasar las tardes con esa chica que fue constante desde que era una pequeña, siempre que la necesitaba iba con Lauren, así que le dolió que ella hubiera preferido ir con esa tipa; sí, se sentía traicionada.

Ver sus labios casi encima de los de ella, apagó la luz que se esforzaba en mantener encendida, ya que seguía esperando que volviera.

Un rechinido la sacó de sus pensamientos, se apresuró a limpiarse el rostro y a respirar profundo. su madre se sentó a su lado y recargó la cabeza en su hombro.

-Cuando eras pequeña te gustaba acostarte en el césped si querías Ilorar, permanecías ahí por horas viendo el cielo y volvías a casa -lo recordaba, se sentaba en el patio a mirar las nubes y le hablaba a su padre, a la nada, esperando que él la escuchara donde quiera que estuviera. -¿Qué sucede? Tu abuela y yo estamos preocupadas por ti, estas últimas semanas has estado muy retraída y no me agrada, extraño a la Lauren que disfruta robando las galletas de la despensa por las noches.

Sonrió con tristeza, una lagrimita más bajó, pero fue a quitársela apenas la sintió. No se sentía ella, la extrañaba tanto. Extrañaba que en ocasiones la dejara ganar en los videojuegos, como si la ojiverde no se diera cuenta; extrañaba pasar las tardes en la arboleda conversando de sus mañanas, o simplemente haciendo nada; extrañaba girar la cabeza en su almohada y encontrarla a su lado, respirando profundo con los párpados cerrados; extrañaba besarla.

Mierda.

Se había enamorado, o quizá solo se había dado cuenta de que ya lo estaba; pero _______ la alejaba y ella no tenía idea de qué hacer para que se quedara, ya ni siquiera sabía si quería que lo hiciera.

-Tengo algo que decirte, mamá -susurró sin mirarla. Sabía que ella no se enojaría, pero quizá el impacto de la confesión podría alterarla, y a ella le dolería muchísimo decepcionarla, ya que era su mundo. Amaba profundamente a Clara y a su abuela. -Amo a _______.

-Ya lo sé, es tu mejor amiga -respondió.

- Sí, pero la amo de la otra forma también -murmuró, le dio una mirada de soslayo, la arrebató antes de poder interpretar sus gestos, pues tenía miedo de que la rechazara. -N-no sé si soy les-lesbiana porque no me gusta ninguna otra chica, solo... solo la quiero a ella.

-Ya lo sé, cariño, era demasiado obvio -soltó. Giró la cabeza tan rápido que se mareó, la contempló con sorpresa, las comisuras de su madre temblaron graciosamente, terminó sonriendo de lado. -No voy a decirte que al principio lo acepté, las escuché una noche y entré en shock, lloré con tu abuela, las dos lloramos, pero luego lo comprendí. A algunas les gustan los hombres, a otras las mujeres; así como algunos aman el rock y otros prefieren el pop. Y yo te amo, independientemente de qué te guste, sigues y seguirás siendo mi niña. También adoro a _______, es como una hija para mí, así que no puedo molestarme con ninguna de las dos.

Se quedó atónita, sin poder creer sus palabras, sin ser capaz de procesar que ya lo sabía y que no lo estaba juzgando. Tenía mucha suerte de contar con la mejor madre del universo.

-Eres increíble -le dijo ella antes de envolverla con sus brazos.

Clara le pidió que se lo contara todo. Lauren suspiró y empezó a relatar la historia omitiendo algunas partes. Le contó a su madre lo que había pasado semanas atrás en medio del pasillo. Ella escuchó con atención y al final suspiró con pesadez.

-Yo creo que las dos se equivocaron; tú porque debiste apoyarla y dejar las cosas claras con Tony, y ella porque debió ponerse en tu lugar. Todos somos diferentes, pasamos por procesos distintos, a algunos nos afectan más las circunstancias que a otros. No sé cómo fue su proceso de aceptación, solo sé que, al haber pasado por algo similar, debió de haber comprendido tu miedo un poco más. Lo que sí creo es que aceptarlo depende de ti, no de mí, no del básquetbol, no de _______ -Clara inhaló aire, pues había pronunciado su discurso demasiado rápido. -Obviamente vas a pasar por muchos cambios porque vivimos en un mundo donde las diferencias causan terror y rechazo, eso es lo único que lamento, no que seas diferente al resto. No debería ser una diferencia porque tu sexualidad no te hace distinta, pero todos piensan como tu abuela y como yo. Ve al padre de ________, siempre supe que Edward era un lunático, Sin embargo, no puedes detenerte por eso, las personas que valen la pena lo entenderán, las que te aman también. Eres tú, no puedes esconder quién eres porque serías infeliz, pero para que te acepten debes aceptarte primero.

-Gracias, mamá -murmuró, pensativa. Se sentía más ligera ahora, sin duda. Lauren sintió un gran alivio al escuchar que su madre seguía a su lado, era una carga menos sobre sus hombros.

-Y respecto a _______, no tengo idea de cómo darte un buen consejo amoroso, mi historia de amor fue lo más simple del mundo. Quizá es mejor dejar que las heridas sanen, el tiempo siempre lo cura todo. Eso te servirá para conocer a esta nueva Lauren Jauregui que está pidiendo salir a gritos, y a _______ le hará bien adaptarse a su nueva vida. Yo creo que la luz del verdadero amor jamás se apaga, quizá a veces titila y otras refulge, pero permanece sin importar la distancia, el tiempo y los problemas.

La Sintonía de los Colores (Lauren Jauregui y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora