| COMPLETA | ✔️ BILOGÍA: EMISORA. LIBRO 1. [+18]
Alina Campbell admira desde que era una niña al chico más codiciado y deseado por todas: Matthew Henderson.
Un artista famoso que no solo es conocido por su melodiosa voz y su talento para componer c...
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Alina.
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Querido universo, estoy feliz y agradecida por...
Deje de mirar la nota de mi celular para mirar a Matthew, estaba a unos metros de mi, hablando con un hombre de estatura promedio, vestia un traje elegante y parecía ser importante ya que lo reconoció incluso con esa capucha negra que llevaba puesta.
Esta vez dejo la motocicleta por un auto sencillo, nada lujoso ni llamativo. Me gustaba, es mejor que llamar la atención en la calle por un auto deportivo.
Mis dedos jugaban con la correa del cinturón de seguridad, cerré la app de notas y analice al hombre, llevaban más o menos veinte minutos charlando. Nunca en mi vida había visto a ese hombre y con ello me refiero a que nunca lo había visto en la vida de Matthew.
Hasta apenas hoy.
Exhalé un poco, vi que Matthew se ponía frente a él pero el hombre aún así trataba de mirar al auto como si le causara curiosidad saber quién lo acompañaba.
En todo momento, Matthew me estuvo cubriendo y eso me causó un poco de desconfianza.
—No pasa nada, Alina —medité con calma.
Mire a otro lado, viendo a las personas caminar tranquilamente por las calles de Edelle. Cambie la estación de radio aprovechando mi soledad hasta que mamá llamó.
—Hola, cariño —saludó mamá del otro lado.
—Hola, ma' —respondí a la llamada—, ¿qué le dijeron a papá?
—Pues... —vaciló.
—¿Pues...?
—¡Le dieron vacaciones! —celebró con una risa muy característica de ella—. No vamos a posponer nuestro viaje de aniversario.
Exhalé, aliviada. Llevaban meses planeando su viaje de aniversario, en la empresa hubieron un par de contratiempos y creyeron que se cancelaría todo pero por suerte no fue así.
—Me da mucho gusto saber eso —me coloque la capucha de mi sudadera gris cuando vi que Matthew volvía a moverse para cubrirme. Le di la espalda a la ventana—. ¿Cuándo se van?
—Esta noche.
—¿Qué?, ¿tan pronto? —me recargue sobre el respaldo del asiento.
—El crucero parte mañana a las siete de la mañana —hice un conteo mental—, no nos daría tiempo.
—Buen punto —reí—. ¿Necesitan algo?
—Solo nos faltaba bloqueador y algún repelente por si las dudas —pausó—, ¿podrías comprarlos?
—¿Solo eso?
—Sí, por favor. Te dejo que estamos alistando nuestras cosas.
