Llevo desde hace días obsesionado con Heartstopper.
Cuando me enteré de la existencia de las novelas gráficas las vi y pensé "buff, un romance adolescente gay estereotipado hasta la saciedad"; no obstante sí que me mandé el año pasado Young Royals con papas. La hipocresía. Mi pareja a la semana del estreno de la serie me contó que iban a empezar a producir la serie de Heartstopper, yo en ese momento dije "qué guay, ya te veo siendo el primero en vérsela". Con los meses me dio cierta curiosidad el encontrar los libros para leerlos- Los buscaba, se me aparecían de manera subliminal anunciados en librerías o en internet. A medida que se iba acercando la fecha del estreno de la serie, más curiosidad me daba encontrar los libros. No quería gastarme el dinero en unos libros que me podrían generar rechazo ante tanta estupidez acompañada de un drama sobrexplotado ante el sufrimiento de gente del colectivo. Finalmente los encontré y decidí leerlos por las noches para dormir y tener una lectura ligera. Los libros no me duraron ni veinticuatro horas seguidas. Me mandé la serie en dos días, antes que mi novio, y ahora estoy desarrollando una obsesión compulsiva de tener todos los libros.
Hacía demasiado que no veía algo así ni que me hacía sentir tan bien.
Creo que muchos que hayan tenido contacto, ya sea audiovisual o literario, con este universo habrán compartido mis experiencias. Quizás en mi caso sea porque no vi tanto melodrama rebuscado con el fin de crear una trama "interesante" basada en el sufrimiento o en los eventos del pasado. En serio, ya hay demasiadas cosas así. Paren. Todos sabemos los acontecimientos del Stonewall, las consecuencias del VIH, el rechazo de padres hacia sus hijos por sentir de otra manera, e.t.c. Sí, obvio que sigue haciendo falta concienciar y mostrar otras caras, pero también es necesario mostrar historias sencillas, y realistas, para la juventud. Mostrarles que ellos también pueden vivir historias posibles como cualquiera de sus amigos. Obvio que todos disfrutamos del morbo, pero por favor, no solo follamos los unos con los otros ni tampoco somos un estereotipo andante. Hay más formas de visibilizar a parte del miedo y el dolor. Hay mejores formas de mostrar relaciones de afecto y amistad. Nuestra realidad no es la de series como POSE, ocurrida ya hace décadas atrás o la de Élite, que paso de comentarla porque en fin, gracias por el salseo y el melodrama, pero por favor, los padres del centro deberían plantearse seriamente el sacarlos de ese colegio.
Volviendo al tema principal, Heartstopper me tiene enganchado, prácticamente es lo único que estoy viendo. No paro con ella. Sé que estoy llegando a unos niveles bastante obsesivos, lo hablaré todo con mi psicóloga, seguro que habrá una explicación al asunto este que está provocando que me esté ya aprendiendo los diálogos al pie de la letra.
Me había ocurrido algo así con Hilda y Derry Girls. Me sentía cómodo y seguro en ese universo, pues algo así me ocurrió Heartstopper, solo que aquí lo llevé más al campo personal. Me da miedo que puedan pensar que voy de flipado, pero realmente varias de las experiencias ocurridas en la serie y los libros yo sé que las viví con mi pareja y empatizo extremadamente. Pido mil disculpas a toda la gente con la que he hablado, pero es que en serio, me resulta tan especial esta serie y ya empleé tantos términos para referirme a ella que mejor paro ya y trataré de darle un respiro a todo este universo para evitar saturar mi mente. Solo quiero decir algo que es un poco Gretchen Wieners' vibes, y es que realmente me hace muy feliz poder estar teniendo la suerte de vivir una historia de romance con mi amor de instituto, un romance que está creciendo y madurando, para aprender a convivir tanto en conjunto como de forma individual, y da igual todos los comentarios externos, porque ambos sabemos que estamos trabajando para construir nuestros templos.
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Arrojada mental
Non-FictionUso este medio porque los blogs me resultan algo más complejos y solo quiero un sitio donde escribir y que sea de fácil acceso a lectores que quieran leer pensamientos ajenos.