Capítulo 19- Kire

5 0 0
                                    

Madre mía.

Nunca jamás me habían pasado tantísimas cosas.

El Ícaro original... Esa afirmación lo cambió todo entre los ángeles, sobretodo entre las filas de guerreros.

Spectron nos llevó a todos a su casa para tener más privacidad, ya que la multitud empezó a hacernos preguntas sobre cómo era el Dehsa y sobre lo que pasó en aquella gran guerra.

Lo primero que hizo, junto a su mujer, fue ayudar a Aura a llegar a la habitación, junto con Progo que se desmayó al cerrar la puerta de la casa.

- A ver, lo primero es darles descanso.

- Yo me encargo de vigilarles, ves haciendo lo tuyo.

- Gracias Umbra, ahora, Ícaro, ¿podrías explicarme lo que ha dicho el Gran Soberano?

Ícaro tenía una mirada incómoda, claramente no le gustaba que su secreto se hubiera revelado, y aún así, tuvo el valor de hablar.

- Pues no tiene mucho más misterio que eso, soy el Ícaro que participó en aquella guerra, he ido renaciendo y, por el gran uso de poder de aquel entonces, me quedo con este aspecto de niño.

- Pero, ¿cómo te has ocultado todo este tiempo?

- El Gran Soberano me ayudó, creó clones de gente que pereció en la guerra para hacerse pasar por mi familia, y me ocultó del resto de ángeles todo este tiempo.

- ¿Llevas desde entonces sin relacionarte?

- Empecé a hablar con Aura porque el Gran Soberano me dio permiso, teníamos que esperar a que la gente se hubiera olvidado lo suficiente.

- Espera espera- Interrumpió Victo- ¿Cuántos años tienes?

- Bueno, en términos de resurrección, he resucitado unas 80 veces, o sea que tengo unos 3200 años, perdí la cuenta la verdad.

La habitación se quedó callada.

Spectron tenía un rostro que podría definirse como terror en los ojos, Victo estaba incrédulo y yo a duras penas podía mantener mi cara de póker. Se escucharon pasos por el pasillo, Aura aparecía con una cara que desvelaba que lo había escuchado todo, seguida de Umbra.

- ¿Por qué no me lo dijiste?

Parecía apenada, acababa de enterarse de que su mejor amigo de toda la vida tenía 3200 años... No la culpo.

- Entiéndelo Aura, quería dejarlo atrás, vivir una vida normal por una vez...

Sus caras lo dejaban todo claro, nada sería igual. Ambos estaban rotos, a Aura le habían fallado como nunca antes e Ícaro había sido descubierto y había hecho daño a la persona que más quería... O al menos eso dejaba entender, aunque es cuanto menos raro que alguien de 3200 años tenga tanto aprecio por alguien que en unos meses haría la mayoría de edad... Eso en mi pueblo es cárcel.

Progo apareció dando tumbos y chocándose con las paredes, Victo ayudó a que no se cayera y lo sentó en una silla.

- ¡Progo! Te he dicho que te quedes en tu cama.

Se notaba que Umbra era madre.

- Lo siento Umbra, pero no podía quedarme fuera de esta conversación. 

Le dedicó una mirada de simpatía a Ícaro.

- Yo lo pasé mal por ocultar un secreto a mis amigos durante tres meses, jamás entenderé por lo que has tenido que pasar tú.

Ícaro le miró con un brillo en sus ojos, se veía que estaba conteniendo sus emociones.

- Chicos, tenemos que entender que no ha hecho nada malo, él simplemente quería una vida normal dejando atrás el pasado, ¿me equivoco?

- No...

Ahí intervine yo.

- Por lo que Palaios me contó, aquella guerra fue horrible, querías olvidarla y seguir adelante, eso no tiene nada de malo.

- Sin embargo, tú ya sabías que en algún momento saldría a la luz, igual que lo supe yo, aunque no tenga punto de comparación, y aún sabiendo lo que pasaría, decidiste dar indicios de quién eras para salvarnos... Gracias Ícaro.

Todos esbozaron una sonrisa débil hacia Ícaro, incluso Aura, aunque aún parecía dolida sobre el tema. El ya no pequeño del grupo nos miró a todos y rompió a llorar, dejándose caer de rodillas en el suelo.

Todos fuimos a intentar consolarle, hasta que se levantó con alguna ayuda y se enjuagó las lágrimas.

Progo, que se volvía a sentar con algo de esfuerzo, habló:

- Para mí sigues siendo el pequeño del grupo.

Ícaro se rió débilmente, ahora se le veía más suelto, sin ese enorme peso encima.

- Bien, aclarado esto, aunque dará para hablar en el futuro, hay otro tema importante.

Todos miramos a Spectron.

- Primero de todo, felicidades por tu nueva arma legendaria Aura.

La chica se sonrojó al recibir el elogio de su padre.

- Segundo, contadnos como ha sido todo.

Progo y Aura nos explicaron con detalle como era el Dehsa, acompañados con aportes de Ícaro que ayudaban a ver qué había cambiado desde aquella guerra. Como es un texto muy largo, básicamente todo estaba igual, excepto lo de los antimonios, antes no había ningún ser vivo allí.

- Entonces, - Siguió Spectron- El estado Déikos no es la única forma de sobrevivir en el Dehsa...

- En realidad... - Le interrumpió Ícaro- Sí lo es.

Todos le miramos.

- Mi teoría, es que Aura desarrolló el Déikos a base de ira, y la fuerza que Lita les dio a ambos, junto a recibir parte del poder de Aura, con el Déikos, permitieron a Progo alcanzarlo también, por eso ninguno ha salido ileso, es como si... Como si hubieran repartido el Déikos entre los dos.

Nos quedamos perplejos, aún no estábamos acostumbrados a este nuevo Ícaro.

- He conseguido el Déikos...

Todos miramos a Aura, atónitos.

Spectron se levantó y abrazó a su hija, seguido de su mujer, que se unió al abrazo familiar.

- Zanjado esto, mañana haremos una fiesta para celebrar vuestros logros y vuestra vuelta, además de entrenar ese estado. Por el momento, descansad todos, dudo que nos ataquen hoy.

Y así, todos fuimos a nuestras habitaciones, excepto Ícaro y Progo, que salieron fuera a hablar... Obviamente les seguí a escondidas.

Progo aún se tenía en pie con algo de esfuerzo, pero aguantó la compostura y miró a Ícaro.

- Hay algo que no me cuadra, ¿por qué no pudiste poseer a nuestro profesor aquella vez? ¿Por qué tardaste tanto en darle tu inmortalidad a Lien? Estoy seguro de que sabías perfectamente que podías hacerlo. Hay actitudes tuyas que por mantener tu secreto nos han puesto en riesgo, y lo sabes perfectamente. 

Ícaro lo miró.

- Lo de la inmortalidad, fue para fingir que no sabía, iba a curarle igualmente, pero entiende que no puedo hacer a la gente inmortal así como así. No soy todopoderoso.

Progo asintió comprensivo.

- Lo de poseer, no lo sé. Sí que sé poseer perfectamente, pero al intentarlo con aquel humano... No pude mantener el control.

Di un paso adelante, dejando que me descubrieran.

- Tengo cierta teoría para eso.


Boku no Tenshi (Mi Ángel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora