Mi única esperanza de vida

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-Señorito Yang -levante mi mirada del libro que estaba leyendo y mire al mayordomo- Tiene visita -de detrás del señor apareció mi mejor amigo.

-¡Jay Hyung! -deje el libro en la mesa y corrí hacía el para abrazarle- ¿Que haces aquí?

-Tu padre dió una nueva orden a sus hombres; No volváis a Amanecer hasta que sepáis la mínima cosa sobre mi hijo, así que aproveche para venir a verte y de paso quedarme contigo unos días

-¡Que bien! ¿Puede quedarse verdad? -voltee para ver a mis tíos.

-Claro, tenemos muchas habitaciones, puede dormir en la que esta a la izquierda de la tuya -Chan se levanto y se acerco a nosotros- Jungwon me habló mucho de ti, me alegra conocerte por fin -estrecho su mano con la del rubio.

-¡Ven, te enseño tu cuarto! -agarre su mano y subimos al segundo piso entrando en la habitación que estaba justo al lado de la mía- ¿No traes nada verdad? -el mayor sin dejar de observar la habitación negó- No te preocupes, te dejaré mi ropa, puede que te vaya algo corta, sino pídele algo a Channie Hyung

-Gracias -se sentó en la cama- Cuéntame, ¿Como te va la vida aquí?

-Bien, es un poco complicado, sobretodo cuando llegue pero ahora más o menos lo llevo bien, como por ejemplo dormir más por la noche que por el día -el mayor me escuchaba en silencio mientras asentía- La escuela aquí es muy diferente y la gente también, mientras que en Amanecer todos nos llevamos "mal" -hice el signo del entre comillas con mis dedos- Aquí hay mejor ambiente, pero no te mentiré, hay de todo, ¿Y tu que tal en Amanecer?

-Como siempre, me despierto por la mañana y es la misma rutina una y otra vez; Voy a la escuela, termino, trabajo hasta que se ponga el sol y por la noche salimos a buscarte o a cazar, ya me cansa hacer lo mismo de siempre

-¿Ahora entiendes el porque me fui?

-Lo entendí desde el primer momento Jungwon, tu pasaste cosas peores allí, entiendo que quisieras huir, ojalá yo también pudiera hacerlo, pero me encontrarían muy fácilmente -miro la pulsera con una leve luz roja en su mano.

Esas pulseras solo se las ponían a los sirvientes o a alguien que haya incumplido una norma, si la persona que te puso la pulsera aprieta un botón del mando que tiene le da un horrible calambre al que la lleve. Mire con pena la pulsera, al mayor se la pusieron a sus 10 años porque salió de Amanecer junto a sus amigos para ver el bosque pero cuando sus padres se enteraron se las pusieron y así que cuando querían que sus hijos estuvieran con ellos apretaban el botón y enseguida estaban ahí.

-Ahora me controla tu padre, al menos el no es tan cabron como el mío, con perdón

-No te preocupes -agarre su mano y observe de nuevo la pulsera- Estoy seguro que si algún día me llevan con mi padre o yo vuelvo me pondrán ocho como está

-Espero que eso no pase -llamaron a la puerta, ambos miramos a Seungmin el cual se apoyo en ella.

-La cena ya esta lista

Jay y yo asentimos y junto a mi tío humano bajamos hasta el salón, me senté en el mismo asiento de siempre de esa enorme mesa y Jay se sento junto a mi, cuando todos estuvimos sentados los sirvientes comenzaron a servirnos la cena, Bang Chan y Seungmin tenían un pollo asado junto a una ensalada, en cambió a Jay y a mi nos dieron carne cruda de un ciervo, puede que lleve una semana aquí, pero aun no termine de acostumbrarme a lo que comen los humanos.

-Ahora que lo pienso -dijo Seungmin haciendo que todos en la mesa lo mirasemos- Si Jay se queda unos días, ¿No crees que también debería ir a la escuela? Dudo que se quiera pasar aquí la mayor parte del día solo