Numerosos puntitos blancos comenzaron a saltar en corrillo celebrando la victoria del partido. Pero nuestro querido Michael no nos hizo ni caso, estaba demasiado ocupado intentando perseguir a Jodie para que le diera un abrazo por haber ganado. David negaba a mi lado con la cabeza, le seguía dando mal royo la niña. Bostecé e intenté mostrarme lo más entusiasta posible, ya que Dani estaba zarandeando de los hombros a Blas por la felicidad. Ganas no le faltaban de ir con todos los niños y celebrar con ellos.
Creo que me había dormido como tres veces en veinte minutos.
Me froté los ojos con el dorso de la mano y me solté un quejido de garganta.
—¿Qué te pasa? —preguntó David.
—No me gusta el fútbol.
—No digas eso muy alto delante de Dani que te aniquila.
—Pues ahí estarás tú cual machote de pelo en pecho para protegerme. —dije dándome la vuelta y esbozando una sonrisa radiante.
—Chantajista.
—A mucha honra.
—Me caéis tan mal a veces.— dijo Ana mirándonos de reojo.
—Uy, que se nos pone celosa Anita.— rió David abrazándome por los hombros.
—No estoy celosa, ni tendría por qué estarlo.— respondió ella con brusquedad.
—¿Y eso?— pregunté.
—Calla.
—¡Salseo!—gritó David.
—Mira que te ha costado admitirlo.— dije retirandome un mechón de pelo de la frente.
—¿Admitir qué?— cuestionó ella.
—Tu salseo.— dijo David.
—¿Mi salseo de qué?
—Oh, vamos. Que tú intentes callarlo no significa que no tenga mis propios contactos.— dije pellizcándola el hombro.
Comenzó a ponerse roja.
—Pero que oye, que se veía venir.— dije mordiéndome la lengua y mirándola con picardía.
—Sí, desde que Cheddar no te excluyó de su entorno, se notaba que había feeling.
—Callaos.— espetó Ana.
—¡Pero confiesalo!— grité, creo que demasiado fuerte, porque todos los presentes se giraron a mirarme. Las mejillas de Ana adquirieron un color tomate realmente adorable.
—¿Confesar qué?— preguntó María apartando la vista de su móvil, con el ceño fruncido, mientras se acercaba a nosotras.
—¡Confiesale!— gritó Carlos, comenzando a cantar.— ¡Dile que en tu cama está mi nombreee!
—Hay que ver qué tonto.— rió Chloe dándole una palmadita en el hombro a Carlos.
María reanudó su cara de asco sin llegar a terminar su pequeño paseo de ponerse a mi lado. Susurró algo como 'para tonta tú, guapa' , y volvió a fijar la vista en el teléfono.
Dios mío hay tantos celos everywhere que hasta me hace gracia.
—María, ven aquí un momento.— dijo David elevando un poco el tono de voz. Los demás dejaron el tema y volvieron a celebrar la victoria de los niños. David cogió del hombro a Ana sin mirarla si quiera.— Y contigo no hemos acabado, bonita, no hasta que lo admitas tú misma.
Y con una mirada confusa, se alejó de nosotros mientras María se acercaba, aún con la cara de asco. David comenzó a reirse mientras se acercaba, y ella frenó el paso.
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Total disaster. /\- SDE3 ~ David (Auryn)
Fanfiction–Escúchame. Estoy de tu lado. De tu parte. Siempre lo he estado, no voy a cambiar ahora solo porque se tuerza un poco la situación. –Vale que tú lo estés. Pero ella no. Y tenemos que aceptar de una vez que nos ha abandonado. Y que al abandonarnos...