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XXXI

Me calmé porque no estaba obteniendo respuesta alguna. Le platiqué todo a Miguel y Carén. Ellos también se sorprendieron, es lo más cerca que hemos estado de descubrir quién en el ángel.

No solo eso fué sorprendente, si no también cuando les conté la manera en que Arabella le llamó, papá.

Pero aún así, Miguel dijo que hablaría con sus compañeros y buscarían por todo el cielo de ser necesario.

......
Tiempo después

Pasaron los meses, incluso años, hoy se cumplen dos desde que Ara se fué de mi lado. No volví a verla en el bosque, tampoco en ninguna otra parte del cielo.

Es temprano en la mañana, aún no sale el sol. Mi cabello no ah vuelto a su color, Carén piensa que me quitaron algo, inocencia, prudencia, algo por el estilo, pero que definitivamente el ángel hizo.

Escucho mucho ruido afuera, veo volar a los serafines en una dirección. De inmediato me levanto y voy hacia ellos.

Vuelo tan rápido como me lo permiten la alas y desde el cielo veo lo que sucede.

Los arcángeles tienen a un angel acorralado, está sobre el suelo, con unas cadenas alrededor de su cuerpo, son cadenas celestiales que usan los arcángeles para encarcelar.

Esa escena pasa a segundo plano cuando por el bosque veo a dos cabelleras blancas correr. De inmediato los sigo.

Sorpresivamente son muy rápidos. Ellos llegan cerca del río y siguen corriendo por este. Los alcanzo y puedo ver que se dirigen al portal. Ahí ya los espera Taehyung, tiene el cabello un poco mas largo y ondulado.

Sunwoo, ahora también de cabello blanco, congela rápidamente el río y los tres salen por este. De inmediato atravieso el portal y bajo para esconder las alas. Busco por todo el bosque hasta que los visualizo. Ambos chicos llevan de la mano a Ara.

Corro tras ellos. Llegan a un lugar donde hay edificios abandonados, en la azotea puedo ver a ella y Sunwoo, él la está tomando de la mano y guiando por el edificio.

-Ara!-, la llamo. Ella voltea en mi dirección y me observa. Sunwoo también y jala más a su hermana para que no se distraiga.

Pero, hay algo que pasé desapercibido por concentrarme tanto en ella. Perdí de vista a Taehyung.

Un enorme oso sale y me taclea, haciéndome rodar por una pendiente del bosque. Puedo ver como el oso me observa y después se va corriendo, seguramente para alcanzar a sus hermanos.

Mi cuerpo duele, no estoy usando las alas por lo que no puedo sanar. Me siento como puedo y me aseguro de que nadie esté cerca. Abro mis alas para dejar que las heridas sanen y el dolor se vaya.

No tiene caso buscar, los perdí de vista por completo. Decido volver a casa.

Una vez pasado el portal, me apresuro a llegar hasta el castillo. Hay un alboroto por todos lados, ángeles murmurando y arcángeles conteniendo con fuerza a el hombre con cadenas.

Bajo cerca de mis amigos y lo visualizo, lo eh visto antes. Es un guardian del cielo, él estuvo entrenando conmigo.

-Azkeel-, lo llama Miguel, -Tu pecado fué demasiado lejos-