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—Dafne, ¡fue muy mala idea venir! —gritó Sofía muy fuerte un poco lejos de mí y con suerte logre entenderle ya que gracias a la gran masa de adolescentes que ya hacían tomados hasta tope y que bailaban a todo ritmo, nos alejamos un poco de la una a la otra.

Solo solté una gran carcajada que no logro escuchar ella por el alto de la música. Así que Intente mover algunos cuerpos, lo cual si logre ya que no había bebido tanto como ellos y tenía mi fuerza normal.

Donde la había visto segundos atrás ya no se encontraba, por lo que fruncí un poco mi ceño y empecé a buscarla con la mirada de un lugar a otro, al cabo de un segundo visualicé a la castaña sentada en un gran taburete situado en la gran barra de bebidas, empecé a caminar en su dirección intentando no chocar y no dejar que un chico intente tocar cualquier parte de mi cuerpo sin cortedad alguna.

Llegue hasta donde Sofía se encontraba sentada, con una pierna fuera del taburete moviéndolo de un lado a otro, al verme solo negó con la cabeza de manera divertida.

—Pensé que ya estabas bailando con un algún chico —distinguí el taburete de al lado de ella que estaba disponible y no dude en dos segundos en sentarme en él, ya que mis extremidades ya me estaban punzando demasiado.

Sofía y yo nos encontrábamos en un club el cual es muy frecuentado por algunos adolescentes que van a nuestra preparatoria y otros que la verdad no se sabe de donde vienen, pero lo que si se sabe es que es muy popular. Tiene muy buen ambiente y buenas bebidas, las cuales solo por la boca de otras chicas se ya que yo no bebo tales. Venimos a este lugar ya que este club es del padre de un chico que estudia con nosotros, invitó aproximadamente a toda la clase, pero por ser menores de edad algunos no pudieron venir, tal como el caso de Esteban mi mejor amigo, que el desgraciadamente los cumple hasta finales de año.

—No me apetece bailar con ninguno de ellos —respondí, girando mi cabeza hacia ella—todos traen las hormonas bien alborotadas, un simple hola y ya te quieren comer la boca—dije con disgusto haciendo a un lado mi cabello por el calor que sentía.

Ella se veía tan jodidamente bien con esa falda de cuero y una camiseta de tirantes.

Desde ese lugar la música no era tan fuerte por lo que podíamos hablar sin gritar.

—Mmm, que la grande Dafne no quiera bailar con un chico —divertida dijo tras colocar un brazo en la barra, girándose en su lugar— es raro.

Copié su acción y nos miramos por un solo segundo, pude notar cierta diversión en su rostro por lo que sonreí negando varias veces.

—Tu más que nadie sabe que no lo hago con cualquiera y menos con alguien que desee hacer de todo menos bailar —dije relajada en mi lugar, con mi vista sobre la pista de baile.

Y así era, no baila con cualquier chico que me lo proponía ya que, se sabía por lógica que luego ya no solo era bailar lo que ellos querían contigo.

Sofía solo soltó una diminuta carcajada, moviendo su cabeza conforme el ritmo de la canción que estaba sonando aumentaba, una canción que hace que te levantes de donde sea que te encuentres y la bailes sin que te importe el qué dirán o pensaran los demás de ti.

Se levanto de su lugar cogiéndome de la mano y dirigiéndome con ella de nuevo hacia la pista de baile, empujando uno que otro chico sin importarle mucho.

Cuando así fin llegamos, ella me soltó para empezar a mover su cuerpo al ritmo de la canción, cerrando sus ojos, sintiendo cada nota de la canción, las luces del techo creando efectos impresionantes yendo al compás de la canción. Hice lo mismo, bailamos sin importar quién nos observara, sentí que ese preciso momento estaba yendo en cámara lenta, tal como el de una película,

Fingiendo No AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora