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Empecé a caminar hacia la parada de bus ya que mi casa quedaba a media hora.

Llegando a casa empecé a escuchar una canción que gracias a mi querida madre obsesionada con ellos me sabía la canción de memoria y me gustaba, pero no lo admitiría en voz alta.

—!I want it that way"—cantaba mi madre desde la cocina a todo pulmón.

Deje caer mi mochila en uno de los sillones y con pequeños pasos camine en silencio ya que ella no había escuchado que he llegado cuando por fin llegue hasta la puerta saque la cabeza lo menos posible para observa a mi madre, quien llevaba un gran delantal puesto y en sus manos una paleta que quizá era su micrófono ya que estaba en una pose tal como las que Freddie Mercury solía hacer en sus conciertos.

Intente no reírme, pero me era imposible cuando mi madre siempre llevaba una postura regia y respetable.

Y gracias a que al verla por tanto tiempo así cantando y con tal pose la risa empezó a incrementarse y termine riéndome como una foca atrayendo la atención de mi madre quien rápidamente pego un brinco y cambio de tal postura a una más seria, apagando su teléfono.

Al saber que me había notado Salgo de mi escondite intentado calmar la risa, pero cada intento, la imagen de mi madre se repite en mi cabeza una y otra vez.

—Así que cantando de nuevo a los Backstreet Boys—digo tosiendo, intentando ponerme sería igual que ella, abriendo la nevera extrayendo la jarra con jugo de limón—no son nada dotados de hermosura y además cantan demasiado mal—cosa que era mentira, pero me gustaba tentarla.

Logro escuchar mucha suelta un gruñido detrás de mí, estoy por reírme de nuevo, pero se escucha como alguien entra a la casa.

—¡Cariño, he llegado! —la voz de mi papa se escucha y mi madre sale de la cocina corriendo a encontrarlo limpiando sus manos y quitándose el delantal.

Yo en mi lugar me sirvo un poco de limonada y procedo a volver a dejar la jarra en la nevera, salgo de la cocina con dirección a la sala con el vaso en la mano dándole pequeños sorbos.

Ver a tus padres pasarse saliva el uno al otro no es del todo agradable y más cuando saben que los ves y no se detienen.

—Y así es como los padres les causan a sus hijos traumas de por vida—dije sin mirarlos dándole otro sorbo a mi vaso—por favor, tengan compasión de mi y no me causen un trauma como este.

Los dos se separaron y empezaron a reírse y se me lanzaron a darme un abrazo con un intento de asfixiarme, eso matarme con muestras de amor era lo que ellos querían.

—suéltenme! —grite soltando una risa— yo... no... quiero muestras de amor! —volví a gritar, pero fue en vano porque mi papá me empezó a hacer cosquillas—el contacto humano no!!

Mi padre siguió haciéndome cosquillas hasta el punto de que mi risa no era audible y mi estomago me dolía, y gracias a que me había tomado el gran vaso de jugo, mi vejiga estaba llena y sentía que esta explotaría con otro movimiento más y me haría pis en el sillón como de pequeña lo hice.

Logre escapar de los brazos de mi padre y Sali corriendo escaleras arriba con la urgencia de entrar al baño.

Luego de eso la tarde paso con tranquilidad, mi padre haciendo esos malos chistes que tanto lo caracterizaban y mi madre observando con amor y riéndose de sus chistes aun sin gracia, mientras que mi hermano Hendry solo murmuraba "soy adoptado, soy adoptado".

Ya pasada la tarde me encontraba en mi habitación sentada en mi cama con mi computadora en mis piernas, buscando la aplicación que Esteban había instalado en mi teléfono. Luego de encontrarla procedí a instalarla y meter mi usurario en ella.

Fingiendo No AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora