Me consumí en sueños. En los sueños más profundos. Soñé con la nada de nuevo. La más vacía. Aquella que no contiene sensaciones, que no contiene palabras, que no contiene ruido. Tan solo un apacible silencio. Lo irónico? En aquella nada me encontraba yo. Pero yo no estaba sola. Me acompañaban las miradas de Charlie. Esas miradas tan feroces y dulces a la vez. Entendí que podía perderme en su mirada eternamente y que realmente no me importaría. Pude ver sus ojos detalladamente. Cuanto dolor y sufrimiento encontré en ellos. Y dentro de esa mirada no había más que frío, hielo... Era un hielo que quemaba. Entonces comprendí que el hielo al igual que el fuego, quema. Tal vez no salga quemada sino congelada. Y que más da? Si al final serán igual de dolorosas. Quemada por el fuego de la pasión que desató en mi y congelada por las sombras de sus secretos. Aunque en aquellos ojos, me encontré. Y eso fue maravilloso. Entonces aquella nada se convirtió en un jardín. El mejor jardín de todos lleno de rosas. Ya no estaba en la nada. Estaba en algún lugar magnífico del cuál no quería irme. Descubrí que no estaba sola. Al otro lado de el jardín había una niña. Sí, una niña. Hermosa.Esta al percatarse de que yo estaba dio unos pasos y se acercó ami. Sin dejarme decir algo, me entrega una rosa y se va.
Me levanté enseguida. Un poco asustada, un poco feliz. No sabría decirlo con exactitud. Solo sé que en mi corazón había una confusión inmensa. Indescriptible. En donde yo me pregunto. ¿Qué estoy haciendo?. ¿Será verdad todo esto?. Aunque los besos de Charlie me lo confirman. Es verdad. Esta sucediendo. Y es grandioso. Pestañeo varias veces para tratar de recordar en donde estoy. Una vez más aquel azul pastel y esos muebles blancos me lo recordaron. Me incorporo en la cama. Busco a Charlie con la mirada pero no está. Esto me alarma bastante. Pensé que me levantaría y le vería allí sentado. Mirándome. Pero no fue así. Lastima.
Ahogo un suspiro y pongo una mano sobre la otra almohada. Vaya. Al girar la cabeza veo una rosa roja y un papel en la otra almohada. Tuve un pequeño lapsus lleno de pánico al pensar en mi sueño y en esta realidad. ¿Una rosa?. Joder. Decido leer la nota antes de entrar en nervios.
*¡Buenos días, dormilona! Si estas leyendo esto es porque ya te has levantado. Obviamente. Cuando te pongas de pie, sigue el camino de rosas. Allí te encontrarás algo. No bajes sin haber hecho esto. Nos vemos abajo.* ATT: C.W Vaya nunca deja de sorprenderme. ¿Qué será?. ¿Alguien se lo imagina?. Bajo la mirada al suelo y veo un pequeño caminito de rosas que llega hasta el armario de la habitación. Ya puedo imaginar que es.Sin más preámbulo procedo a seguirlo. Esto me lleva al armario. No sé si abrirlo... estoy de pie, en frente, pero no sé si abrirlo. Si...no...si...no. Al final decido abrirlo. Encuentro un maniquí y en el, un hermoso vestido. Es un vestido negro de algodón con lencería. Es precioso para mi. Antes de cogerlo del maniquí. Vi que tenía otra nota.
* Sí estás viendo esto, es porqué llegaste correctamente. ¡Quiero que te lo pongas. Que te pongas los zapatos y que utilices lo que hay en el baño. Espero que sea suficiente. Nos vemos abajo pronto!. ATT: C.W*
Joder. Hasta en las notas es un controlador. La desgracia es que no puedo hacer lo contrario por las situación en la que me encuentro. Aunque me encanta todo esto. La rosa, el vestido, las notas... ¿Podría ser mejor?. Me apresuro por ir al baño rápidamente para poder bajar. Acabo de escuchar que ha llegado gente abajo. Son dos personas. No logré reconocer sus voces ya que estoy un tanto lejos. Mierda. Tengo que estar preparada en menos de una hora. No quiero que los dos invitados se incordien. Tampoco quiero dejar a Charlie solo. ¿Será su madre y su abuela?. Eso sería aterrador. Se preguntarían, ¿Quién es esta chica?. Y yo me moriría de la vergüenza. Pensar en esto hace que mi estomago de vueltas y que mi corazón se acelere. Será mejor que me tranquilice o me caeré por las caleras con estos medios tacones. Que por cierto son preciosos. Son negros con piedras preciosas.
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Las Sombras De Charlie
RomanceLa vida de Lauren Bennett, con 17 años, pura e inocente, cambiará de la noche a la mañana, al conocer al mitíco jefe de la Compañía White. Charlie la envolverá en las sombras de su pasado y ella tendrá que descubrir su secreto más preciado. "Ella e...