I; Un inicio, y un fin.

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Massachusetts, 1864

Las bodas no siempre casuaban la misma felicidad de los novios a sus invitados, pues, las pensarías de algunos pueden tapar aquello.

Margareth, que luego de tres años de relación con un médico de la ciudad, decidieron unirse en matrimonio. Ella era proveniente de una familia de Massachusetts, la primera hija de cuatro, todas mujeres.

Eran la luz de los ojos de sus padres, que a pesar de que eran juzgados por su demás familia por el hecho de que Bartra, su padre, no era de la misma clase que su madre, seguían adelante entre la adversidad.

Aún así, aunque de clase media, su padre con sus ideas liberales alimentaron el espíritu libre de sus hijas; alentó por ejemplo a Liz a escribir sus experiencias personales en un diario y a sus otras hijas a cultivar su pasión por la música, el teatro y el arte.

Así, las cuatro fueron educadas bajo valores democráticos, de igualdad, con la libertad para vivir según sus propios principios y otras ideas totalmente revolucionarias para las mujeres de la época.

Margareth, era una mujer de gran talento para la actuación, había participado en incontables funciones juveniles hasta ahora, sin embargo, no deseaba llevar su audacia a un nivel superior, pues a diferencia de Liz, deseaba formar una familia desde ahora.

Verónica, la segunda hija, tenía grandes habilidades musicales, desde su niñez tocaba el piano y era halagada entre muchos por sus capacidades, ella aunque aún no creía que fuese a llegar muy lejos en ese estamento, lo seguía practicando debido a su amor a la música.

Elizabeth, o más bien Liz, era la tercera hija, de melena rojiza y ondulada, era una apasionada a la literatura, experta en escribir grandes textos de todo tipo, su padre la había impulsado a plasmar sus ideas y con los años se volvió en un magnífico talento del cual disfrutaba dia y noche. Ya había tramitado algunos de sus libros con editoriales locales las cuales le habían aceptado ciertos escritos, era su inicio y era una alegría. Liz siempre fué de un temperamento fuerte, obstinado y audaz, rechazaba con horror el estereotipo de la mujer ama de casa y por ello se había negado en su filosofía a en un futuro conseguir marido.

La hija menor, llamada también Elizabeth, era la más tímida de las cuatro, tenía un largo cabello plateado heredado de su madre. Al igual que el resto de sus hermanas, poseía un talento maravilloso, y ese era el arte. Su tía materna Mary, quién acaudalaba una gran fortuna, le impulsaba a desarrollar su habilidad y por ello muchas de sus tardes las pasaba en su mansión en clases pagas.

Mary aún guardaba rencor a Bartra por desposar a su hermana, pues ella creía que la había condenado a la pobreza al alejarla de un buen pretendiente. A pesar de eso, Mary estimaba especialmente a la menor de sus sobrinas.

Elizabeth era una niña muy soñadora, aunque la mayoría de veces tenía un temple tímido, guardaba en su interior ilusiones enfocadas a su talento.

Elizabeth era una niña muy soñadora, aunque la mayoría de veces tenía un temple tímido, guardaba en su interior ilusiones enfocadas a su talento

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⏰ Última actualización: May 20, 2022 ⏰

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